UNA TARDE JUNTO AL MAR, MARGOT APRENDIÓ A TEJER EL CROCHET GRACIAS A SU MADRE, TAL COMO ELLA LO APRENDIÓ DE SU ABUELA. ESTA ES LA HISTORIA DE COCOTIER, DONDE SE HILAN LOS RECUERDOS DE FAMILIA CON LOS COLORES DE LA RIVIERA MAYA.

Jueves 09/10 2014

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FOTOS: Cortesía Cocotier

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El arte del crochet en cada pieza se acompaña de sensaciones cálidas que contrastan con la manera más exquisita de la nostalgia. Para algunos recuerdan las anheladas tardes hilando en compañía casi siempre de un querido miembro de la familia, y pareciera, para el corazón, que cada puntada es un recuerdo.

Tal es el caso de Margot Tovar, quien aprendió a tejer una tarde junto al mar, guiada por su madre, Patricia. Movidas por la historia del crochet en su familia e inspiradas por los colores y texturas del Caribe mexicano para crear patrones llenos de color, decidieron fundar Cocotier, una marca especiaizada en sábanas de crochet, accesorios para la playa y  bikinis también conocidos como cheekinis, donde cada pieza es el resultado de horas de trabajo hecho delicadamente a mano.

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En realidad la historia de la marca cuyo nombre se refiere a un árbol de cocos, empezó con Josefa, la bisabuela, quien compartió la pasión por tejer con las mujeres de su familia, de generación en generación hasta llegar a Margot.

Playa del Carmen titula la primera colección de Cocotier, por tratarse de lugar que vio nacer la marca., compuesta por 7 diseños de sábanas, cada una nombrada en honor a las mujeres de la familia: Josefa, Rosa, Lulú, Eloisa, Delia, Patricia y Margot, donde cada pieza es un reflejo de la personalidad de quien la inspira.

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La vida se compone de diferentes colores, unos tenues y otros intensos, y todos, absolutamente todos, te hacen la persona que eres hoy.

Patricia

Cocotier cuenta con tienda online y envíos a todo el mundo, además por supuesto de la flexibilidad de adaptarse a los tamaños y colores que el comprador tenga en mente.