PLAYGROUNDS EN MÉXICO, UNA RADIOGRAFÍA DE LOS ESPACIOS DE JUEGO PÚBLICOS, Y NO TAN PÚBLICOS, A TRAVÉS DEL TIEMPO.

Los espacios de juego o playgrounds, ‘son un lugar abierto y flexible donde el objetivo principal es incentivar el juego libre, la imaginación y la exploración de lxs niñxs. Esto es a través de un diseño integral que responda al contexto físico y social de su ubicación y donde se promueve la interacción intergeneracional.’

MACIA Estudio

Se pueden catalogar en distintas tipologías, como terrenos lúdicos, parques y jardines, calles de juego, esculturas urbanas, entre otras. Comienzan a desarrollarse por todo el mundo a finales del siglo XIX y tuvieron su gran auge en el modernismo del siglo XX. En México, es hasta la segunda mitad del siglo pasado que el ‘diseño del mobiliario urbano infantil se volvió un pretexto para experimentar las inquietudes plásticas y escultóricas de arquitectos, urbanistas, artistas e incluso, los primeros diseñadores industriales. Tendencia que se replicó en todo el país, llegando al anonimato constructivo pero experimental’.

En este mes, en el que celebramos a todas las infancias, conversamos con Aldo Solano Rojas, historiador de arte, especializado en espacio público. Aldo nos narró un poco sobre estos espacios de juego o playgrounds en México y su evolución a través de los años.

Los juegos infantiles como una tipología menor

“Durante la modernidad del siglo XX, México logró un estado de sofisticación en el que se le delegaba a arquitectos importantes, con ideas actuales, refrescantes e innovadoras, la ampliación e infraestructura del país, vivienda social, parques, ensanches, fraccionamientos.”

Los playgrounds estuvieron durante el siglo XX desarrollados por la mano de los grandes arquitectos que construyeron el país. Se logró un estado de sofisticación en el que se delegaba a arquitectos importantes, con ideas actuales, refrescantes e innovadoras la ampliación e infraestructura del país, vivienda social, parques, ensanches, fraccionamientos, en conjunto con las iniciativas privadas.

Estos arquitectos, a su vez, delegaban el desarrollo de los juegos infantiles, considerados como una tipología menor, a artistas emergentes. Dichos artistas se encargaban de realizar una tarea que no tenía tanta relevancia, en la que eran mucho más libres para hacer cosas más experimentales. De esta manera, dentro de la integración plástica, cuando el arquitecto realizaba playgrounds desarrollaba sus habilidades plásticas, mientras que el artista desarrollaba sus inquietudes arquitectónicas.

La vivienda social como elemento crucial para los espacios de juego

El Conjunto Urbano Presidente Miguel Alemán, de Mario Pani, fue la primera aplicación apegada al funcionalismo arquitectónico de Le Corbusier. Como ‘el gran caso de éxito’ de esta tipología de vivienda social, existía una organización institucional y una optimización del recurso económico y del terreno. El Conjunto Presidente Alemán fue el punto de partida para muchas tipologías arquitectónicas, que luego replicaron en conjunto con la tipología de multifamiliar. Contaba con alberca pública, muchos jardines y guardería en la que se encontraban espacios de juego infantiles.

“Las unidades habitacionales fueron un elemento crucial para la popularización de los playgrounds como una infraestructura necesaria para la vida sana, segura y moderna.”

Los playgrounds de los multifamiliares subsecuentes funcionaban por sí mismos, más allá de estar condensados en una guardería. Para 1960, con la Unidad Independencia, de Alejandro Prieto y José María Gutierrez, se enfatizaba el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Esto a través de la creación de áreas verdes y la optimización de la superficie construida. Con instalaciones deportivas, culturales, espacios de convivencia, áreas verdes y zonas de juegos infantiles, en las que se convocó a Pedro Miret para que los diseñara. Entre sus diseños destacan el pescadito, el pódium para niños y el camioncito.

El diseño de playgrounds ya tenía un discurso propio no derivativo de lo que estaba sucediendo en la unidad. Las unidades habitacionales fueron un elemento crucial para la popularización de los playgrounds como una infraestructura necesaria para la vida sana, segura y moderna.

De grandes arquitectos y artistas, a diseñadores industriales jóvenes

La arquitectura del Movimiento Moderno mexicano se caracterizó por la idea de que era el arquitecto quien diseñaba todos los aspectos de la vida. En este escenario no cabía el perfil del diseñador industrial, además de que en México hubo una presencia tardía del diseño industrial. Es hasta los años setenta cuando empieza a haber presencia de jóvenes diseñadores formalmente egresados de la carrera de diseño industrial. Estos nuevos diseñadores desarrollaban playgrounds con ideas y materiales innovadoras que obedecían a la época. Sin embargo, el estado ya tenía sus propios diseños que se estaban replicando masivamente por millares en todo el país.

Con los animales de concreto de Alberto Pérez Soria, el estado, a partir de un ejercicio escultórico robado, despojado del crédito, logró un excelente ejercicio de diseño industrial masivamente replicado. La modificación de estos juegos,pensados para no darles mantenimiento nunca, fue un diseño exitoso que apeló a la nostalgia de muchas generaciones.

“…lo cual es triste porque para ese momento ya existía una escuela mexicana del playground que había logrado refinarse y que tomaba en cuenta las necesidades del usuario, su contexto histórico y que tomaba el proyecto de manera global”.

Al diseñador industrial le toma tiempo encumbrarse en el desarrollo de playgrounds. Por un lado, el gobierno mexicano, ya tenía su fórmula masivamente replicable. Por el otro, los arquitectos que aún construían todos los aspectos de la vida, no necesitaban de un diseñador industrial. Encontramos que son personajes como Mathias Goertiz, Fernando González Gortázar, Pedro Miret o Sebastián quienes diseñaban estos espacios de juego. Sumado a esto, la decadencia del estado mexicano y la apertura al neoliberalismo desaceleró el aparato oficial y frenó la construcción de la infraestructura. Para ese momento ya existía una escuela mexicana del playground que había logrado refinarse y que tomaba en cuenta las necesidades del usuario, su contexto histórico y que tomaba el proyecto de manera global.

Decadencia y ‘rescate’ de los espacios de juego o playgrounds en México

Con el auge de los highways en los años ochenta y la prioridad a los automóviles, el espacio público orientado al peatón pasó a un segundo término. Sumado a esto, la decadencia generada por las crisis económicas en el país, más la descomposición social que generaba delincuencia, llevaron a que el espacio público se viera abandonado. Esta imagen de abandono de la ciudad, condujo a la idea clasista y racista de los agentes de las ciudades, de que los espacios públicos debían ser ‘rescatados’.

Dicho rescate tenía que arrasar con lo existente, destruir mobiliario infantil, bancas y áreas verdes y llevó a la pérdida de los playgrounds históricos. El supuesto riesgo del playground moderno y su reproducción como ejercicio de diseño industrial masivamente replicable, llevaron a remodelaciones drásticas. Remodelaciones que, junto con el surgimiento de nuevos nombres en la escena creativa, destruyeron patrimonio histórico y artístico a los que la gente ya les tenía afecto.

Pese a esta decadencia, se logró una recuperación afectiva del espacio público en algunos lugares. El Jardín Pushkin y el Parque Miraflores son un claro ejemplo actual, en los que se incorporaron mobiliario urbano infantil histórico con nuevo. Los animales de Pérez Soria, el laberinto González Gortázar, la pirámide de Mixcoac de Mathias Goeritz, o el Parque Morelos de Fabián Medina Ramos, en Guadalajara son algunos otros ejemplos sobresalientes. De estos espacios de juego o playgrounds, ¿cuáles conoces?


  • ENTREVISTA: Bob J. Barraza

  • FOTOS: cortesía Aldo Solano Rojas

Fecha de Publicación:
Jueves 15/04 2021