ESTUDIO MENTA #branding

En verano del 2008, Laura Méndez, ilustradora y diseñadora gráfica establecida en Guadalajara, decidió instalar Estudio Menta, a través del cual de manera independiente desarrollar proyectos de branding, empaque e ilustración. Desde entonces el estilo de Laura, quien constantemente se encuentra experimentando, se ha hecho favorito en proyectos tan variados que resultan en fresco alimento para su portafolio. Visitamos a la diseñadora en su estudio para conocer el espacio donde crea, inspiración y uno que otro tip sobre trabajar de manera independiente.

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Entre los proyectos en que has trabajado ¿cuáles han sido tus favoritos y por qué?

He tenido oportunidad de trabajar identidades de empresas y giros muy diferentes entre sí, desde marcas de café y alimento para perros, hasta en temas de realidad virtual y aventura. Sin duda mis proyectos favoritos han sido para David De Rothschild, Chief Curiosity Officer como él se llama a sí mismo. David es una persona que admiro por su manera de pensar out of the box y su trabajo en expediciones, desarrollo social y un impacto positivo. Me contactó a través de Behance y desde 2012, hemos colaborado en proyectos como Xplore, The Lost Explorer, entre otros.

Un proyecto que disfruté mucho fue desarrollar la identidad para Diéresis, una galería de arte contemporáneo en Guadalajara, realizado de la mano de Esferacc, una agencia de publicidad con la que colaboro regularmente. Y un proyecto personal fue diseñar las invitaciones de mi boda, ¡implicaba satisfacer a dos clientes exigentes y enamorados!

Las dos grandes lecciones que he aprendido son: trabajar con excelencia, detallismo y una dosis constante de curiosidad. Y la otra lección es diseñar sabiendo que mi trabajo está siempre expuesto en todo el mundo, es decir, ser creativos y proyectar muy alto. Como dicen The world is your Oyster.

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Lanzarse de manera independiente implica un esfuerzo extra ¿cuáles serían tus consejos para quienes todavía no se deciden a hacerlo?

Ser freelance, o “tener un estudio de una sola persona” como dice Jessica Hische, una de mis heroínas, requiere doble esfuerzo en algunas cosas, pero grandes libertades y recompensas. Recomendaría trabajar con constancia y construir una disciplina que te funcione a ti. Ser responsable de la relación con tus clientes, esto significa no culparles de malentendidos o exigencias, sino ser muy transparentes de cuáles son los alcances, metas y entregables de un proyecto. Marcar los límites y saber leer e interpretar sus necesidades, así como resolver conflictos.

Quizá lo más importante es montar un portafolio de proyectos nivel top, si no los tienes, invéntalos ¡luego llegarán los reales! Diversificar para no aburrirte y mantener la frescura, mientras más cosas tienes en el plato, más creativo eres porque empiezan a surgir ideas más rápido. Escribir a tus estudios favoritos, mandar algún regalito de autopromoción, salir al mundo sin miedo. Hacer más, mirar menos. Mi mantra últimamente es Better done than Perfect.

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¿Qué cosas te obsesionan, te inspiran?

Me inspira la naturaleza: tengo la fortuna de estar en un estudio lleno de plantas y en una calle-jardín con muchos árboles.

Observar tipografías y libros de diseño o arte, caminar, leer, tomar una copa de vino (o dos), el legado de marcas como Marimekko que voltean a su propia cultura visual. Me inspiran mucho dos grandes diseñadoras: Louise Filli y Jessica Hische.  Escribir, llevo un diario desde los 9 años o “cuaderno de anotar la vida”, como dice Isabel Allende en La Casa de los Espítitus. Y en él invento palabras, dibujos, ideas. Y lo que más me inspira es viajar. Me obsesiona no tener a la mano donde bocetar o escribir, tener un escritorio desordenado, ordenarlo me ayuda a ordenar los pensamientos.

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En la bio en tu sitio, hablas sobre escoger clientes, ¿qué nos puedes decir al respecto? 

Escoger cómo quiero repartir mi tiempo creativo, me ha enseñado que cerrar el horizonte hacia lo que más te gusta hacer, te trae más de eso que realmente gozas. Al principio aceptaba cualquier tipo de proyecto, pero después fui escuchando cada vez más mi intuición y me di cuenta que debía aprender a decir que no, para enfocar mi trabajo en lo que realmente quería hacer, branding. En México, tendemos a pensar que decir que no es de mala educación, pero no hay nada más liberador  que ser sinceros con uno mismo.

Cuando excluyes algo, estás incluyendo algo en tu vida y con más valor. Recomendaría tratar de imaginar el resultado final de ese proyecto y si no te visualizas haciéndolo, dejarlo pasar y toma ese tiempo para algo que realmente disfrutarías mucho. Además, no todo tu tiempo debe ser empleado para ganar dinero. Puede haber algún proyecto personal que te de más satisfacción, y quien sabe, en el futuro podría redituar. Escoge cómo quieres vivir tus días y trabaja arduamente para lograrlo.

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También ¿qué nos puedes compartir sobre la educación visual vista desde el lado de los comunicadores?

Me parece fundamental emplear un ratito del día para ver lo que están haciendo otros estudios, leer sus biografías, hojear un buen libro de diseño. El ojo se va educando al cuestionar constantemente si algo está bien ejecutado o hay algo que no se ve bien.

Hay años luz entre la cultura popular mexicana, latinoamericana y la de Estados Unidos o Europa. Creo que un factor que influye es que en esas ciudades hay museos impresionantes y una gran tradición pictórica de siglos, especialmente en Europa. Esta herencia educa el ojo de manera diferente. Tenemos un México maravilloso y con gran tradición artística del que vale la pena tomar nota.

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En tu proceso creativo ¿cuál es tu parte favorita?

Preparar un café fuerte, leer un brief y sacar lápices variados, algunos colores, plumitas de tal o cual punta y bocetar, dejar que la mano y el lado derecho del cerebro piensen con cada línea. Cuando bocetas mucho, descubres. Descubrir es genial, es usar la intuición para “saber” que tienes la idea ganadora.

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¿Qué tendencias en diseño has estado observando que crees que serán cada vez más fuertes en los próximos meses? 

Simplificación de todo, ver una identidad como un sistema donde funciona cada pieza y el conjunto, es decir, una tarjeta y una bolsa de compra se relacionan pero no está aplicado el logotipo de la misma manera. Dejar que todo comunique: el tipo de papel, el proceso de impresión y producción de piezas, etc. Especialización y trabajo en equipo entre varias ramas de diseño. Observo el clásico “Menos es más” de Mies Van Der Rohe, llevado a su máxima expresión de funcionalidad y estética.

Respeto por el trabajo manual y técnicas tradicionales. Hay una revaloración de tipografías e ilustración manual que van de la mano con el movimiento de orgánicos, comercio justo y una conciencia del valor del trabajo, en contraposición a los grandes corporativos.

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Un proyecto con corazón que propone no solo ideas gráficas o el resultado de una identidad, sino entrega y dedicación, que sin duda se refleja en cada una de sus propuestas finales.