Mexicana de Arquitectura

FOTOS: Renee García

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En México existe una voz renuente a aceptar la “descentralización” del quehacer creativo y el desarrollo de proyectos que tengan que ver con innovación, las nuevas industrias o el llamado emprendedurismo; es más, muchos de nuestros lectores aún piensan que pronto se nos va a acabar el material para hablar de una sección como #GDL, y contrario a esto, cada vez encontramos más iniciativas y personas detrás de ello, gente que está generando una manera distinta de hacer las cosas, #makers que se arriesgan a apostar por una idea, y grupos cada vez más preparados con ganas de crear y hacer empresas exitosas. M.D.A. es una de éstas.

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Mexicana de Arquitectura en concepto es: un taller de arquitectura y diseño de mobiliario fundado en 2010 por Aldo Álvareztostado, María de Silva, Diego Flores e Isabel Jiménez «todos egresados del ITESO y con sede en Guadalajara, Jalisco, precisamente». Un proyecto que pretende rescatar las técnicas tradicionales que poco a poco y cada vez más se encuentran “pérdidas” en los temas de manufactura y desarrollo de mobiliario al occidente de México.

Este despacho tiene un fuerte arraigo hacía el territorio y está sumamente interesado en el concepto de “tradición”, de manera continúa y cambiante.

Sus creaciones «en mayoría» se componen y forman de elementos como la madera, metal o el concreto, y bajo esa línea es que han encontrado una identidad basada en líneas simples, limpias, conformando piezas atemporales, clásicas y con un alto sentido de pertenencia y de “raíces”, en donde se sigue perpetuando esa tendencia que intenta crear espacios con elementos rústicos y cálidos, de aspecto industrial en el interior de cualquier lugar y dando paso a un ambiente netamente urbano.

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A lo largo de la carrera colaboramos frecuentemente y encontramos una búsqueda común en nuestros intereses, nuestra visión de la arquitectura y nuestra forma de trabajar. Además de un vínculo personal fuerte; así nació el proyecto.

Mexicana de Arquitectura

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Mexicana de arquitectura

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Hablamos así con Aldo Álvareztostado, quien, en compañía del equipo, ahondaron sobre su labor y la percepción acerca del auge que está teniendo el diseño y la arquitectura en Guadalajara:

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¿Cómo encuentran a Jalisco en temas de “Arquitectura y Diseño“?

Cada vez existe una presencia más fuerte del diseño en las calles; lo que sucede es que se está llevando el diseño a las plazas y banquetas… se discute más sobre la ciudad y el urbanismo, sobre el espacio público y cómo crece sobre la movilidad integral.

En cuanto a “mobiliario”, el mercado está en crecimiento y cada vez hay más creadores jóvenes con proyectos propios, esto es porque los clientes están cada vez más informados e interesados en las cualidades de sus muebles o edificios, y necesitan elementos que conformen lo que necesitan.

En la arquitectura, ciertamente no hay una corriente generalizada a nivel local «pensemos en la diferencias» pero el escenario es alentador. Creemos que nosotros particularmente formamos parte de una generación que a nivel regional parece ser más coherente con su origen, con sus tradición constructiva y arquitectónica, y por lo tanto con su suelo. Nos emociona ver arquitectura con este tipo de sensatez construyéndose en esta región.

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María de Silva

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¿Cuáles son los tres productos o proyectos más importantes, en el haber de “Mexicana de Arquitectura“?

Tenemos que empezar con la ‘Mesa Uno‘ por ser nuestro mueble más elemental pero al mismo tiempo el que detonó nuestra vocación en el campo del mobiliario. Es una operación muy sencilla: un cuerpo sólido (que sugiere cierta estereotomía) sobre una base tectónica. Pese a ser básico, materializa varios valores de nuestro taller.

Por otro lado, la banca ‘Trece‘. Esta pieza es significativa porque sentimos que llevaba a un siguiente nivel la búsqueda de Mexicana de Arquitectura: evidencia nuestro interés por los ensambles, incorpora por primera vez en nuestra obra al concreto como un material para mobiliario y conjuga temas que encontramos importantes: la solidez, el material, el oficio.

Finalmente la barra del ‘Fatfish‘, el restaurante japonés que diseñamos en 2012. A diferencia de los últimos dos muebles, esta pieza surge bajo necesidades expresas de un cliente y cumpliendo una función espacial muy definida. Integra la mano de obra de tres contratistas y de nuestras propias manos (soldando la base a las dos de la mañana).

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Isabel y Aldo

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¿Cuáles son los patrones que siguen o alimentan las piezas que desarrollan y producen?

Hay varios ejes que nos seducen.

Iniciar con el material sólido y honesto. Entender que su valor no radica en que se ve como madera sólida, sino en que es madera sólida. Podríamos decir también que buscamos generar líneas francas, darle a la estructura un rol central, y concentrarnos en los detalles: las juntas, los ensambles. Hay una latente presencia de lo que hemos aprendido de nuestros maestros, nuestras referencias y de la tradición que nos precede.

Finalmente, el perfeccionamiento de oficio que resulta siempre una labor exigente.

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¿Avecinan algún patrón ‘identificable’ en el tema de diseño y mobiliario?

Parece que como gremio cada vez valoramos más el conocimiento y la mano de obra de nuestros artesanos. Nos parece una actitud sensata e interesante.

Sobre tendencias estilísticas no nos preocupamos mucho. Hay más una exploración personal que se alimenta de nuestro oficio y de lo que vemos o leemos.

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El taller actualmente desarrolla piezas que tienen mucho que ver con una reivindicación de materiales, así como con una revalorización de quiénes lo trabajan o lo van a poseer, en donde las piezas buscan enaltecer la belleza de los materiales puros (principalmente de la madera) en donde cada pieza es única, diferente  y siempre cambiante al paso del tiempo; de esta manera, realizan además proyectos de arquitectura, fotografía y representación gráfica.

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Diego Flores

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¿Cuál es su definición de “futuro”?

De manera inmediata coincidimos en que el futuro no es algo que nos interese en el taller.

El futuro «en un mueble» no dejaría de ser sólo una intención, insistimos. En ese sentido creo que volteamos mucho más hacia el pasado –a manera de referencia y no de nostalgia– que al futuro como anhelo formal.

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Con una fuerte e interesante visión sobre la labor del “nuevo” arquitecto, Mexicana de Arquitectura es un taller que promete seguir en busca de ofrecer atrayentes objetos y piezas que hablen y reflejen su compromiso con el mobiliario “honesto”.