EL FAMOSO RESTAURANTE DE TALLA INTERNACIONAL NOBU, SE HA INSTALADO EN LA COLONIA POLANCO, EN UN ESPACIO DISEÑADO POR SORDO MADALENO ARQUITECTOS DENTRO DE UN MAGNÍFICO Y ANTIGUO INMUEBLE.
Miércoles 15/07 2015
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FOTOS: Paul Rivera
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Anatole France no.74, colonia Polanco
México, D.F.
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Reconocido a nivel mundial como uno de los restaurantes de cocina japonesa más exquisitos, la obra del chef y restaurantero Nobu Matsuhisa se ha extendido a lo largo del globo terráqueo, estableciendo franquicias en las ciudades más cosmopolitas, Nueva York, Los Ángeles, Hong Kong, Tokyo, Kuala Lumpur, Londres, Moscú y por supuesto la ciudad de México, entre otras.
Nobu Polanco toma como domicilio la planta baja de la ‘Casa Calderón’, una elegante residencia de estilo colonial californiano, construida en 1953, la cual bajo la visión de Sordo Madaleno Arquitectos ha sido proyectada para representar el exquisito concepto que distingue al internacional restaurante.
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Procurando la belleza original en los detalles del inmueble, el despacho se dio a la tarea de incorporar los elementos de agua, tierra y aire, resultando en una selección de tonos neutros y más bien nocturnos, que con una estudiada iluminación, potencializan las texturas de labrados y el mobiliario.
El imponente manglar que envuelve algunas de las mesas en el salón principal, además de ser uno de los elementos sorpresa más fascinantes cuando se visita Nobu, permite también interesantes juegos de luz y sombras en distintas profundidades.
Existe además un patio semi-abierto de triple altura, que permita la entrada de luz natural, una barra pensada especialmente para disfrutar del sushi y otra más como bar, asimismo de un salón semi privado y dos terrazas que invitan a los comensales a disfrutar tanto del ambiente interior como el exterior.
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Entre los detalles únicos que Sordo Madaleno Arquitectos aporta a esta exclusiva cadena de restaurantes, está el mobiliario, diseñado por el despacho de manera exclusiva para Nobu Polanco, hecho con madera maciza y bajo los lineamientos de simpleza y funcionalidad que complementan la estética del lugar.
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Del diseño original de la casa se conservaron, restauraron y dio un nuevo toque al plafón, sus molduras y los arcos labrados de piedra. Nobu Polanco sin duda resulta en una experiencia para cada uno de los sentidos de aquellos que lo visitan.
