INSPIRADO EN EL OMBLIGO, UNA DE LAS MÁS SIGNIFICATIVAS CICATRICES IMPRESAS EN NUESTRA NATURALEZA, SURGE ESTE PRODUCTO QUE REPLICA DICHA MARCA EN NUESTRO CUERPO.

Miércoles 12/11 2014
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FOTOS: Cortesía Alan Gerardo Farías

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El ombligo es la cicatriz que compartimos con otros mamíferos, nos conecta con nuestra propia naturaleza y lo llevamos como memoria de nuestro origen. Ha sido erotizado, y considerado tabú, y para algunos puede ser tan sexy como desagradable para otros, lo cierto es que todos tenemos uno.

Tomando como punto de partida esta marca en nuestro cuerpo, Alan Gerardo Farías, diseñador industrial de Monterrey,  Nuevo León, desarrolló Ombligo, un vaso de cerámica y madera de maple cuya forma se ve interrumpida por esta familiar hendidura, que invita al usuario a mirarla, tocarla y jugar con ella, experimentando las cálidas sensaciones que “picar” un ombligo generan, acompañadas por la intimidad que surge cuando conectamos con otros ombligos.

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Disponible en colores blanco, verde pistache, salmón y azul celeste, se trata de un producto con capacidad de 250ml manufacturado en talleres locales de la capital regia, empleando técnicas tradicionales como el vaciado en molde y el torneado de madera.

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Los vasos de Ombligo se encuentran a la venta en Monterrey a través de la Tienda de Museo MARCO, en Guadalajara en Emerge Mx, en la ciudad de México en Wolfrik Design y en línea a por Kichink.