UNA EDIFICACIÓN DISEÑADA EN RESPUESTA AL REQUISITO DE ACTUALIZAR TODOS LOS SERVICIOS DE JUSTICIA DE MÉXICO PARA QUE SE PUEDAN REALIZAR LOS JUICIOS ORALES AL PÚBLICO EN LUGAR DEL PROCESO ESCRITO ANTERIOR.

Martes04/07 2017

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FOTOS: Sandra Pereznieto /  Rafael Gamo / Alejandro González
TEXTO: Abigail Quesnel

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Los arquitectos Mauricio Rocha y Gabriela Carrillo desarrollaron una propuesta para un edificio basado en espacios flexibles que pueden acomodar los procesos tradicionales, así como el nuevo formato de ensayo oral.

Los diversos espacios funcionales del edificio se agrupan en función de su uso y se organizan para facilitar la circulación directa, garantizando al mismo tiempo niveles adecuados de seguridad, contando con diferentes áreas designadas para ser usadas por jueces, prisioneros y visitantes.

Situado en un lugar inclinado en el borde de la ciudad, el plan del edificio se divide en bloques paralelos escalonados separados por jardines exteriores.

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“Dado que la arquitectura de la cárcel ha sido diseñada para ser observada, el nuevo diseño debe ser un sistema expuesto, abierto a la democracia, a la ciudadanía, con caminos iluminados, sombras, viento y silencio”.

Toda la superficie del suelo está encerrada dentro de la pared de piedra curva, que varía en altura desde cinco metros en el punto más alto del sitio hasta ocho metros en el otro extremo. La pared está construida a partir de piedra volcánica obtenida del sitio y forma una superficie robusta que le da una fuerte presencia arqueológica dentro del paisaje cuando se ve desde fuera. Una abertura en la pared en un lado proporciona una manera adentro para los visitantes y el personal. La entrada está situada en el centro del edificio y se conecta directamente con las dos salas principales.

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Estos espacios se acomodan en volúmenes de madera simétricos separados por el jardín principal. Las superficies de madera proporcionan aislamiento acústico, asó como acústicos adecuados, mientras que las ventanas de bajo nivel aseguran privacidad.

Las estructuras restantes que albergan las áreas de recepción y las oficinas de los jueces cuentan con paredes de ladrillo y tejados inclinados de azulejos. Estas estructuras hacen referencia a la arquitectura vernácula en una región que experimenta lluvias significativas.

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