ARCHIVO D.A. Regina Pozo

FOTOS: Hernán Cortes

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Archivo de Diseño y Arquitectura es un espacio de revisión, colección, promoción, exhibición y difusión del diseño en sus distintas vertientes.

Ubicado en el número 4, de la calle General Francisco Ramírez (Col. Ampliación Daniel Garza) en una casa construida por el artista Arturo Chávez Paz, –cuya entrada es a partir de un túnel que se abre hacia el jardín posterior de la casa– ARCHIVO actualmente contiene dos bases: Una colección compuesta por mil 300 objetos de Fernando Romero y un acervo –aún en proceso– con bibliografía sobre arquitectura y diseño.

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Hace algunos días conversamos con Regina Pozo, hablamos por supuesto de ‘diseño’ en México, así como sobre su labor y el trabajo que Archivo realiza actualmente y sobre los procesos que estarán llevando a cabo en el futuro:

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REGINA POZO es egresada de la carrera de Historia del Arte de la Universidad Iberoamérica.

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Regina, para terminar de entender, ¿cómo te autodefines?

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Tiendo a establecer diálogos con la gente que me inspira, donde encuentro potencial y básicamente, creo por ahí podría comenzar a definir mi trabajo y a mí misma.

Tengo contacto con bastantes personas creadoras que me entregan chamba «ya sean muebles o música» para entonces yo poder desarrollar mis propios planteamientos creativos, lo cual me hace capaz de combinar las diferentes áreas en las que me desarrollo, por tal motivo podría agregar que yo también me considero una persona creativa.

Soy alguien que quizá “tiene poco tiempo” porque hace muchas cosas, entonces luego desatiendo a los amigos y eso cuesta un poco de trabajo, pero creo que al final vale la pena porque lo que estoy haciendo es trabajo, trabajo que va dirigido a una comunidad específica que lo está disfrutando, ya sea en el ejercicio de Archivo o en el ejercicio de la radio o con los DJ-Sets, tengo la oportunidad de poder compartir lo que hago con la gente, lo cual me gusta mucho, otro aspecto que también me describe.

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¿Cuál es tu formación?

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Estudié Historia del Arte en la Ibero, me gradué hace unos tres años. Empecé a trabajar en Archivo de Diseño y Arquitectura cuando no era una institución pública o un espacio público, era más bien un ejercicio de colección privado y poco a poco empecé a especializarlo en diseño industrial, por lo cual llevo cinco años haciendo investigación sobre el tema que me ha permitido generar una manera autodidacta de trabajo.

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Se qué debe haber muchos temas específicos pero ¿qué te está interesando en esta temporada?, ¿en qué te enfocas?

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Veo que la música se encamina mucho más rápido en comparación con otras épocas, y eso fue lo que hicimos nosotros el año pasado a través de la radio, en donde ya hay muchos artistas mexicanos que se están colocando.

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Tú en cierta medida “pules” el trabajo de muchos otros, ¿cierto?

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La gente no se da cuenta de que hay procesos que hacen que las cosas se vean como se ven y hay que entender muchísimas variables para poder entender el proceso creativo. Algunas veces, ese tipo de cosas me gustan, me gusta tomarlas.

Generalmente sucede cuando estás llevando a cabo una exhibición, cuando estás trabajando con creativos todo el tiempo, entonces siempre hay diálogos que van encaminando poco a poco una idea para mejores resultados.

Ya no se diga arquitectura, porque estoy trabajando ahorita con distintos niveles de escalas; desde una rola hasta cómo poder conceptualizar un álbum, hasta como ir puliendo un poco un estilo, un sonido, es decir, un resultado que poco a poco te de la posibilidad de leer cuales son las intenciones personales y conceptuales de esa persona, entonces cada uno tiene distintas necesidades.

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Basado en esto, ¿cómo acabarías por definir ‘Archivo de Diseño y Arquitectura’? (Tomando en cuenta que empezó hace cinco años y de que el proyecto seguramente ha mutado).

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Lo vemos como un espacio comunitario, es una casa que está a disposición pública de una comunidad en específico donde también podrían entrar entusiastas del diseño, ya que también hay mucha gente que se acerca a nosotros y que precisamente se encuentra interesada en poder hablar de arquitectura o de diseño a través de otras ramas como la fotografía, básicamente es como enseñar pero no académicamente. Aquí adentro nos gusta pensar en la multi-disciplina, porque podemos mutar dentro de otro tipo de ejercicios, para poder entonces hablar sobre lo que nosotros hacemos,  que es “diseño”.

Es estirar el brazo y tendérselo a la gente para que nos ayude a hablar sobre lo que creamos, de una manera bastante experimental, pienso que eso es una de las cosas que estamos articulando aquí adentro y poder permitirnos ese tipo de aventuras en la experimentación permite conocer mejor los resultados, es algo que últimamente empezamos, de hecho desde que abrimos, seguimos ejercitándolo y más nos definirían, lo experimental hacia este tipo de ideas, porque al final, el trabajo que hacemos aquí adentro es reflexivo, de investigación, de exhibiciones.

Lo único que queremos hacer nosotros es tratar de sensibilizar al consumidor y tratar de transformarlo en un usuario con conciencia.

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Afuera se habla mucho del diseño mexicano, se dice que el diseño “está de moda”. Tu visión debe de ser otra. Desde tu expertise y desde lo que haces, ¿cuál es tu perspectiva hacia el diseño mexicano en general?

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Creo que “eso” se le colocó a una generación de diseño mexicano más arriba que nosotros, gente que tiene cuarenta años y que estuvo trabajando muy duro para poder verbalizar qué era el diseño en México pero que mi generación y la de abajo ya ha comenzado a modificar.

Hay un avance, ahí vamos, progresando dentro de la industria del diseño pero lo que me parece es que hay un talento bastante “cuajado” solamente que hacen falta un par de articulaciones, una con la industria que siempre ha sido el problema y siempre ha sido difícil de plantear, pero otra es esta sensibilización hacia el público para que entonces empiece a consumir diseño local; así como vas al súper y decides comprar una manzana mexicana en vez de una chilena, porque vas a tomar ese tipo de decisiones.

Entonces creo que es un poco valorar el trabajo de la gente que está ahí y ayudarnos a todos a pensar en qué somos buenos y qué podemos ofrecer de ventajas respecto a la competencia del mundo, en realidad.

Creo que va por ahí, ese “rollo de ser mexicano” está un poco superado, de todas maneras todavía hay muchas cosas que hay que trabajar dentro del estándar del diseño en México, que ya no es diseño mexicano ya es diseño en México, hay una apertura.

Es como un diseño que se está haciendo en un espacio geográfico pero que ya no nos estamos cerrando a que tenga que decir que precisamente está hecho aquí. Es mejor si no lo dice, de todas maneras lo puedes leer, como que eso es al final buen diseño hecho en México.

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¿A qué le apuesta Regina Puma, desde “la voz de Archivo”?, ¿qué viene en este año? ¿qué avecinas?

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Han habido buenas iniciativas que me gustaron cómo funcionaron, como la de Panorámica, que creo que es también una buena manera de hablar de quienes somos.

No estoy segura si la vamos a tener acá todavía, tuvimos unas charlas con ellos, nos caen muy bien, nos llevamos bien con ellos, con cada uno luego tengo pláticas, con Cristian, con José, con Jorge Diego, porque somos de la generación entonces está bien porque estamos “cuajando” pero hay una generación abajo de ellos que también ya trae una propia respuesta y están empezando a trabajar más con un diseño un poco más de concepto, con otro tipo de inquietudes y articulándose muy bien entre esta nueva generación.

Son estos movimientos generacionales y de intercambios de locuciones que al final creo que están muy bien porque van entendiendo y van localizando sus problemas y eso es importante.

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Nosotros hablamos mucho de “tendencias”, ¿cuáles son los patrones “mexicanos” que se están repitiendo en general?

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Más bien veo como una afinación de la tendencia evidente que es el diseño colaborativo, artesanía y diseño, en eso la gente se está aplicando mucho porque sabe que esa es nuestra fuerza de trabajo y una de las vertientes más evidentes de las cosas que sabemos hacer bien y que hay mucha inteligencia, entonces por qué no utilizarla y seguirla desarrollando como investigación

Pero una de las tendencias, que me parece problemático que no se empiecen a incluir dentro del discurso, es “la tecnología“. Demasiado desligado el ejercicio de  diseño a ese aspecto y me causa un poco de conflicto porque también haces tu cotidianidad nada más que no la ves, o sea, la pasas por alto y todo se convierte en algo tan superficial como traer un iPhone o algo así cuando en realidad es la tecnología está que debería de estar involucrada en todos los aspectos de tu vida (desde un nivel de producción).

Ahorita estoy revisando otros trabajos de un despacho inglés que se llama Technology Will Save Us, que es de una manera muy sencilla tratar de acercar al “quo”, como a tu mamá, a tu tía, o yo –que no programo o no trabajo con circuitos o algo así– y poder desarrollar de una manera muy sencilla pequeños objetos que puedan ser útiles para que te des cuenta más o menos como funcionan unas bocinas, como funcionan unos circuitos, la conexión a tu computadora y cómo te comunicas con este tipo de cosas.

Entonces ellos desarrollan todos estos paquetitos en los cuales tu empiezas a articular y te dan un “brief” y entonces hay algo que resulta para ti, como esta relación con la tecnología, me parecen padres este tipo de cosas como iniciativas porque alían.

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Creo que el “3D” en algún momento va a llegar con fuerza aquí.

Ahorita vi una exhibición en Nueva York en el New Museum, justo ahí hay unos muy buenos ejemplos de como hay textileros en África que están usando circuitos y cierto tipo de tecnologías dentro del mismo circuito, como rústico el ejercicio para poder tener otro tipo de resultados y otro tipo de acercamientos y creo que eso se le está olvidando aquí un poquito, y creo que deberían de tener un poco más de atención o interlocución con gente de otros rubros.

Por ejemplo: Científicos trabajando con diseñadores para entonces proponer otro tipo de problemáticas que se piensen entre distintos agentes y entonces la injerencia empieza a ser mucho más.

Y sobretodo lo que estoy pidiendo es ya trascender al objeto, ya no me importa la silla, ya no importa la mesa, ya hay tantas que es lo que menos importa,  así como la generación de sistemas como este otro tipo de acercamientos quizá sí sostenibles, no la sostenibilidad como etiqueta sino como parte fundamental de un proyecto de diseño y yo al venir de otro campo pues a mi lo conceptual siempre me ha importado bastante.

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¿Compras diseño mexicano?

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Sí, Ediciones Jalapa, por ejemplo. Tengo mucho “mueble popular”, tengo muebles como industriales de los 50’s, tengo un buen juego de recámaras del Hotel Bocachica, algunas lámparas que son anónimas pero que también yo creo que fueron hechas aquí en México. Me gustaría mucho una lámpara de Perla Valtierra y hay algunas otras que se me han antojado pero que no he comprado.