EN COLABORACIÓN CON MALVESTIDA, HABLAMOS CON AFRA CUELLAR SOBRE SU CARRERA Y LA SITUACIÓN DEL MODELAJE EN MÉXICO

¿Qué tengo que hacer para llamar la atención en México?, es una pregunta que muchos creativos nos hacemos. La modelo Afra Cuéllar nos cuenta su historia que resuena de manera general con la misma evolución de la industria de la moda en México.

María Fernanda López Cuéllar, originaria de Guadalajara, es una modelo que ha crecido profesionalmente en Nueva York. Ha trabajado en campañas de Marc Jacobs y Pepsi, hasta conseguir una portada en W Magazine y la oportunidad de contar su historia. Hoy regresa a México con Queta Rojas como su agencia.

Su carrera inició en concursos de belleza. Su madre la inscribió en un certamen y terminó ganando la competencia estatal, a pesar de tener un look que iba fuera de lo convencional para aquel entonces. 

Pero en un país donde tenemos muy arraigados los valores del futuro, las carreras universitarias y la familia; el camino para los que persiguen una carrera creativa puede ser complicado. Para Afra no fue diferente, pues siguiendo los estándares establecidos estudió la carrera de Ingeniería Industrial. 

A los años, mientras se encontraba ejerciendo su profesión, sufrió un accidente automovilistico. Después de eso estuvo algunos meses en reposo con el tiempo absoluto para reflexionar sobre su vida y lo que quería hacer. Fue viendo un desfile cuando recordó la emoción que vivió al concursar en el certamen. Así decidió venir a la Ciudad de México para iniciar su carrera como modelo. 

Era 2015 y la modelo se encontró con trabas dentro de la industria, pues su look era demasiado andrógino para el mercado mexicano. Así fue como llegó a tocar puertas en Nueva York, con un look desafiante y solo una oportunidad de encontrar una agencia que no quisiera cambiarla.

Cuatro años después, platicamos con ella y analizamos qué es lo que sucede en la escena hoy en día. Y la industria mexicana le ha enseñado a Afra a no dar nada por sentado, hasta que consiguió estar en el proyecto que soñó. También, después de sus experiencias ha aprendido que trabajando en una industria regida por el aspecto físico se debe tener siempre presente que no es al modelo al que juzgan, si no el cliente y sus deseos.

Es una carrera donde no te juzgan por tu intelecto, te juzgan por tu físico. Tienes que ser muy consciente que no eres tú, sino lo que el cliente está buscando y que sus comentarios o el hecho de que te digan no continuamente no es nada personal. Cuando empecé tanto rechazo me pego, no entendía qué pasaba. Hasta que aprendí a soltar.

Pero, ¿qué espera el cliente en México? México hoy quiere diversidad. Somos un país lleno de talento y creatividad, y sólo nos detiene una cosa para explotarlo al 100%: las barreras mentales. Está en nosotros como sociedad dejar atrás los convencionalismos y aceptarnos como lo que somos: únicos. Hemos dado pasos pequeños hacia la aceptación del los perfiles nacionales y latinos que nos caracteriza. Sin embargo, nos falta voltear a ver el trabajo de más personas, que sólo las que nos presentan los medios convencionales. 

La industria de moda mexicana centra su atención en los desfiles, pues son el epítome del trabajo del diseñador, pero al vivir en una era digital donde el mundo está cambiando constantemente y en gran rapidez, debemos expandir los horizontes y darle el poder que merece a las editoriales y a nuevas formas de expresión de talento. 

El camino de Afra refleja la situación que pasaron muchas modelos que hoy rompen cada vez más estigmas dentro de la escena mexicana. Nos habla de la perseverancia que se debe tener para conseguir tus objetivos dentro de la industria y exigir cada vez más una representación real y humana de quiénes somos.



Fecha de Publicación:
Jueves 31/10 2019