MÉXICO TIENE UN PASADO DE AFRODESCENDENCIA QUE DEBE RECONOCERSE Y PRESERVARSE PARA ENTENDER SU INFLUENCIA EN EL CONTEXTO ACTUAL.

A principios de la década pasada, la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el Decenio Internacional de los Afrodescendientes del 2015 al 2024. Este anuncio representó un esfuerzo por reconocer y visibilizar a esta población en todo el mundo. Los diferentes gobiernos recibieron la recomendación de realizar acciones que apoyen esta misión. 

A mitad de ese decenio experimentamos un fuerte movimiento social que exige los derechos de los afrodescendientes. El movimiento escaló cuando se hizo público un vídeo donde la policía de Minneapolis mantuvo a George Floyd, un ciudadano afroamericano; sometido por el oficial Derek Chouvin. El policía inmovilizó a George colocando su rodilla sobre el cuello durante nueve minutos, ocasionando su muerte por asfixia. 

El suceso se viralizó y ocasionó una serie de protestas a nivel internacional en contra de la evidente discriminación y odio racial que aún existe en Estados Unidos. El movimiento rápidamente llegó a México y expuso una serie de incidentes en los que la brutalidad policiaca también ha cobrado la vida de afrodescendientes. En enero de este año, la policía de Tijuana detuvo a un migrante haitiano el cual, al ser detenido, murió por complicaciones respiratorias después de decir en repetidas ocasiones que padecía asma. Él murió en el anonimato y a la fecha no se ha iniciado un proceso que esclarezca lo sucedido.

El discurso se buscó ajustar a nuestro país, pero la realidad es que las poblaciones afrodescendientes han sido invisibilizadas en México. En redes se comenzaron a leer reclamos y críticas a aquellos que apoyaban un movimiento extranjero, pero discriminaban a las personas morenas que representan más del 60% en nuestro país. Los discursos nos exentaron del movimiento #BlackLivesMatter y no se consideró a los afromexicanos.

Afrodescendientes en la Nueva España

Las poblaciones afrodescendientes han formado parte importante en la historia de nuestro país. Desde la época de la conquista, Juan Garrido formaba parte crucial del ejército de Cortés. El conquistador había participado ya en la invasión a Cuba, Florida e incluso suprimido algunos levantamientos armados de los pobladores de América. Juan Garrido había nacido en algún lugar de la costa occidental africana, era un hombre negro que por razones que se desconocen terminó por servir a la corona española como ciudadano libre.

Al llegar a la gran Tenochtitlan se le confundió con el dios Tezclatipoca, los aztecas jamás habían conocido a alguien de piel negra. Juan Garrido formó parte importante de la vida pública en los primeros años de la Nueva España y adquirió indígenas y esclavos africanos para sus propósitos. Fue él quien sembró por primera vez trigo en América, y fundó la ermita de los Mártires -actualmente Iglesia de San Hipólito y San Casiano- en honor a los españoles muertos durante la Noche Triste. 

En aquella época un esclavo africano llamado Nyanga escapó con un grupo de personas que huían de la esclavitud. Esta comunidad fue conocida como los cimarrones, los cuales establecieron un poblado clandestino donde resistieron por décadas. Tiempo después, recibieron la condición de hombres libres por la corona española en 1610. 

Afrodescendientes en México

Durante la guerra de Independencia existió también la participación activa de pobladores afrodescendientes. El General Morelos y Pavón se identificaba como afrodescendiente y en los Sentimientos de la Nación declaró la abolición de la esclavitud y la distinción de castas. Contemporáneo y aliado de la causa, Vicente Guerrero Saldaña fue también un poblador afrodescendiente que llegó a ser el segundo presidente de México y también buscó la abolición de la esclavitud. 

Existió también un importante grupo de esclavos africanos y afroamericanos que huyeron de los Estados Unidos a México. Aquí el entonces presidente, Benito Juárez les concedió terrenos en el norte del país. Estos se asentaron en la región y se convirtieron en mexicanos. Actualmente aún existe un importante grupo consciente de su historia en la región de Mascogos, Coahuila. 

También se tiene conocimiento de Carmen Amelia Robles, una soldadera que participó en la Revolución Mexicana, negándose a desempeñar las labores asignadas a las mujeres, ejerciendo un activo papel militar. Estos personajes se reconocen en una monografía publicada por la Secretaría de Gobierno y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en días recientes. 

Este reconocimiento surge después de años de invisibilización en la historia oficial del país, y de blanqueamiento a los personajes de José María Morelos y Vicente Guerrero. Esto es, durante años fueron ilustrados con un tono de piel más claro y se fueron eliminando facciones que pudieran catalogarlos como afrodescendientes. Un ejemplo claro lo vemos en el billete de $50.00 MXN tipo C, D, D1 y F, en el cual aparece el General Morelos que a lo largo de los años ha sufrido una serie de modificaciones que pareciera alterar las facciones de su rostro siguiendo cánones occidentales.

Afromexicanos 

Actualmente se cree que los afromexicanos representan el 2,9% de la población total en México. Aún así, apenas el año pasado la Comisión Permanente del Congreso realizó una declaratoria constitucional al artículo segundo. Con esto, se reconoce a las personas, pueblos y comunidades afromexicanas como parte de la pluriculturalidad del país. 

Se cuenta con importantes poblaciones de afromexicanos en los estados de Oaxaca, Guerrero y Veracruz. En algunos de estos estados, dichas comunidades fueron catalogadas por años como poblaciones indígenas, invisibilizando a los afrodescendientes de nuestro país. 

La exposición Africamericanos es un proyecto curado por Claudí Carreras que busca narrar la realidad histórica de las poblaciones afrodescendientes en América Latina. Dentro de los artistas participantes se encuentra Hugo Arellanes, artista afromexicano de Guerrero. Bajo el nombre de El Polvito en tus Zapatos, reúne una serie de fotografías y objetos que buscan visibilizar rasgos de la cultura afromexicana en la Costa Chica de Oaxaca y Guerrero.

Durante la inauguración de esta exposición en el Museo Amparo de Puebla, Hugo Arellanes resaltó la necesidad de una verdadera representación para los afromexicanos. Habló de cómo los medios durante mucho tiempo han apoyado y reforzado estereotipos en torno a la comunidad afrodescendiente. Como ejemplo puso el personaje del comediante Héctor Suárez, El Negro Tomas. Este, reforzaba estereotipos como el de madre soltera, pobreza, ignorancia y lenguaje vulgar relacionados con la comunidad afrodescendiente.

Visibilidad

Si bien la aparición de afrodescendientes en publicidad y editoriales en México se popularizó en la segunda década de los años 2000, aún se entendían como una población ajena al país. Matthew Pierre-lys -modelo afromexicano y mexico-estadounidense- narró para la Revista Burn de Colombia, sobre su experiencia como persona negra en México. 

Para Matthew, era evidente la extrañez que provocaba su tono de piel en sus compañeros de primaria. Más extraño aún les resultaba entenderlo como mexicano y verlo en un contexto privilegiado en el cual, a ojos de sus compañeros, no debía pertenecer. Su experiencia como modelo en el país ha sido similar. El hecho de que muchas marcas incluyen de vez en cuando modelos negros en su publicidad, es más por cumplir con una cuota racial o para dar una idea urbana a la campaña y no por de verdad representar a un sector de la población. 

Los términos afrolatinxs y afromexicanos surgen de la necesidad de representación.

El principal problema de la identidad afrolatina es el hecho de que hasta ahora, no se ha reconocido. El término es una necesidad de ser representados y decir, ¡aquí estamos, existimos!.

Matthew Pierre-lys

A esto debemos sumar lo declarado por el artista de Costa Rica, Marton Robinson. Durante la inauguración de Africamericanos en el Museo Amparo, también señaló como las palabras y discursos fomentan la invisibilización. Exponía como al decirle a una persona afrodescendiente “morena” el mexicano busca no sólo desconocer su piel negra, sino también continuar marcando un límite e incluso un estatus de superioridad.

Para Marton lo que no se dice, lo que se dice y cómo se dice, influye mucho en la percepción del individuo. En su trabajo toma figuras como El negro en Costa Rica, un libro histórico-social sobre la población afrodescendiente en su país  y lo difícil que es el acceso a este material y lo compara con sátira Memin Pinguin, la cual ridiculiza y estereotipa a la comunidad y durante años fue tan accesible como el periódico. 

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Los afromexicanos existen, y durante siglos han participado de manera activa en las diferentes escenas de la formación del país. Como muchas otras minorías, experimentan discriminación e injusticias relacionadas con su identidad. El creer que los movimientos internacionales que se encuentran en ebullición actualmente son ajenos a nosotros, significan continuar negando la existencia de estos mexicanos.

La invisibilización, también es discriminación. 



  • TEXTO: Isra Vázquez y Matthew Pierre-lys

  • PORTADA: Isabel Loaiza

Fecha de Publicación:
Martes 09/06 2020