LA AGENCIA LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA DEL ESPACIO ES UN ESFUERZO CONJUNTO POR DESARROLLAR NUEVAS TECNOLOGÍAS.

El 9 de octubre se creó la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), que iniciará operaciones en 2021. Fue impulsada por México y Argentina, pero en cuestión de un mes se sumaron Bolivia, Ecuador, El Salvador y Paraguay, mientras que Colombia y Perú participarán como “observadores”, y se espera que se sumen otros países en estos meses. Brasil es una gran incógnita. ALCE seguiría el ejemplo no de la NASA, sino de la Agencia Espacial Europea (ESA), por su mecanismo de cooperación. ALCE tendrá una agenda muy ambiciosa en temas de exploración espacial, investigación científica y monitoreo, pero también en temas de internet satelital para los países de la región.

Y es que colocar satélites implica mejoras muy tangibles: un mejor pronóstico del clima, monitoreo y análisis del cambio climático, telecomunicaciones, incluso transporte y medicina.

Desde los cincuenta, los latinoamericanos han querido coquetear con el espacio, con malos resultados: la mayor parte del tiempo se sientan del otro lado del bar a ver cómo lo hacen los gringos. En el 57, México quería lanzar cohetes para monitorear la alta atmósfera, y en el 60 creó una estación terrenal en Sonora; el primer astronauta mexicano, Rodolfo Neri Vela, viajó en 1985 con la NASA para poner en órbita al satélite Morelos II. No hemos hecho mucho más.

América Latina tiene un total de 47 satélites, pero 38 de ellos están concentrados en Brasil, México y Argentina. Venezuela tiene 3, curiosamente, Colombia 2, y el resto uno o ninguno. El único de Ecuador
dejó de funcionar al mes de su lanzamiento, por un choque con basura espacial. El total de 47 satélites latinoamericanos equivalen apenas al 1.76% de los 2,666 satélites activos en el mundo (1,327 de ellos
de Estados Unidos).

Si América Latina y el Caribe no participan en la carrera espacial, muy probablemente vamos a tener cada vez más desventajas en ciencia y tecnología. Esto es justamente lo que pretende cambiar ALCE. Es un tema geopolítico y estratégico, aunque tal vez no se traduzca en un internet similar al Starlink de Elon Musk.


¿Cuál sería la primera misión de ALCE? Muy probablemente un satélite, pero después podrían venir misiones más interesantes. México tiene desde hace años el plan Ares, con el propósito de realizar vuelos tripulados a Marte, que quedó encarpetado por razones de presupuesto. ¿Será ahora parte de la agenda de ALCE? ¿Habrá astronautas peruanos en Marte, haciéndole competencia a Elon Musk?

Eso sí, contribuiremos aún más a la acumulación de basura espacial orbitando la tierra. Con todo, son buenas noticias, que abren la posibilidad del espacio a nuestro tercer mundo.


  • TEXTO: Pablo Valdés

  • PORTADA: Isabel Loaiza

Fecha de Publicación:
Jueves 19/11 2020