Ânânâs Ânânâs, experiencias gastronómicas con conciencia

Verónica González (CDMX) y Elena Petrossian (LA) comenzaron el proyecto Ânânâs Ânânâs en 2019. En su intención por encontrar una palabra como nombre que representase una de las esencias del acto de la comida que es unirnos, Ânânâs Ânânâs fue la palabra elegida. Esta palabra es como se le conoce a la piña en la mayoría de los idiomas excepto el inglés.  

Ananas es una palabra universal, creemos en la comida como un lenguaje universal y se nos hizo muy acorde la idea de que una cosa nos una a todos de una manera universal.

– Verónica González

El estudio comenzó, tras un encuentro inesperado y con comida de por medio, comenzaron a hacer cenas. La química y los temas y objetivos en común, hicieron que el proyecto tomara forma rápidamente y realizaron su primera instalación Frutas y Verduras. Esta pieza comunica historias sobre la vida en la Ciudad de México, un viaje continuo a los mercados y a las tiendas.

Experiencias para cuestionar y repensar el mundo alrededor de los alimentos.

Ânânâs Ânânâs, diseña instalaciones y experiencias gastronómicas que revalúan las caídas en el sistema de producción de alimentos. Con ello, buscan generar acciones significativas contra el desperdicio de alimentos y la sostenibilidad en representaciones destacadas que se comuniquen con las masas.

“Tratamos de tocar temas visuales en donde la gente genere cierto tipo de conciencia hacia los actos que tenemos sobre la comida. Las instalaciones son una manera simple y tangible en donde las personas pueden detenerse a observar.”

Verónica González

Ejemplo de ello es la instalación Extraños que plantea las preguntas ¿producimos más o desperdiciamos menos? ¿estamos tomando lo que queremos o lo que necesitamos? También abordan problemas relacionados a la cadena de producción, específicamente a la cantidad de agua que se desperdicia con nuestros residuos no deseados.

Extraños se presentó en colaboración con: Regina Hoyos, artista ; Verónica Piedra, diseñadora de espacio y objeto y Eduardo Altamirano, diseñador industrial.

Otro ejemplo es la instalación Second Life la cual fue recientemente presentada en las instalaciones de Studio IMA. Second Life presenta la postura de las creadoras sobre la conservación de alimentos para resolver problemas relacionados con el desperdicio.

La creatividad, la herramienta aliada

Como lo hemos visto en la entrega Food Design, Creatividad y Alimentació, la comida y la creatividad están armando una mancuerna importante en lo que se refiere a concientización de los procesos, formas, métodos, etcétera alrededor de la comida.

Para Verónica, la creatividad y la comida van de la mano por medio de dos elementos. El primero, es el tema de temporalidad, es decir, el uso y recurso de alimentos dentro de su tmeporada, lo que nos lleva al respeto hacia ellos lo que nos exige que seamos concientes de lo que tenemos a nuestro alcance por la temprada y por el contexto.

El segundo, es la diversidad cultural, el hecho de encontrarnos y ser influenciados por tantas culturas. Es un factor que hace a la comida tan rica y a la vez que pueda unir a tantas personas dentro de un mismo espacio o lugar.

Dentro de su corta trayectoria, el estudio identifica que dentro de los principales retos se encuentran introducir una experiencia gastronómica hacia un público que nunca se ha cuestionado que come.

“Es un tema más de educación en el cual no cuestionamos de donde viene la comida y como es que llego a mesa.”

Verónica González

Otro reto es crear vínculo en donde la gente comprenda el proceso que lleva detrás la comida.

Próximamente Ânânâs Ânânâs planea llevar algo de la cultura de la Ciudad de México a Los Ángeles en donde contaran con algunas actividades este verano. También cuentan con planes de activación de restaurantes en donde han sido invitadas a colaborar.