¿PODEMOS COMPRAR NUESTRO CAMINO AL BIENESTAR?

Los millennials somos la generación que reporta sentir más ansiedad que cualquier otro grupo generacional, acorde a la Asociación Americana de Psicología. Y acorde a la Encuesta Millennial 2020 de Deloitte – compañía de consultoría y asesoría líder a nivel global – aplicada a 18,426 millennials y personas de la Gen Z en 43 países, 4 de cada 10 millennials y casi la mitad de aquellos en la Generación Z reportan sentir ansiedad todo el tiempo o la mayoría de este. Una verdadera epidemia global.

A medida que los millennials normalizamos las conversaciones alrededor de nuestra salud mental y la generación Z va ganando poder adquisitivo, el capitalismo apunta a una oportunidad de significativa ganancia económica. Y las marcas no esperan para tomarla. ¿Cómo es que las marcas aprovechan los cambios de actitud en el consumidor para impulsar sus ventas? Y aún más importante, ¿quién está saliendo beneficiado de la participación de las marcas en la discusión sobre salud mental?

¿Realmente se desestigmatiza la conversación y la sociedad sale beneficiada?

El negocio de la ansiedad es una industria que se extiende desde la moda hasta los artículos de belleza, cuidado personal y estilo de vida. Y toma la forma de pulseras, collares y anillos de cuarzos que prometen atender nuestro estado mental. Camisetas, hoodies y parafernalia con frases ingeniosas como: I’m anxious, don’t talk to me.” en un intento de ser cercanos para el consumidor.  Velas, inciensos e inhaladores con aromas relajantes y antiestrés. Libros de colorear para adultos, vasos y hasta pulpos reversibles – empleados inicialmente como herramientas terapéuticas – que se hacen virales. Incluso hay una compañía – Body Vibes – que oferta stickers corporales con la función de “rebalancear la energía y frecuencia de tu cuerpo”. 

Todos estos elementos son los que hacen a la Economía del Bienestar un mercado de $4.5 billones de dólares (US$4,500,000,000,000) según el Global Wellness Institute (2019). Para el segmento de moda y estilo de vida, la periodista Adrienne Gaffney explica para Vogue Business: “El cambio en la atención generacional hacia la salud mental presenta una oportunidad para las marcas, que tienen una ventaja cuando son capaces de responder a los valores de los clientes. Al posicionarse como un aliado al asociarse con organizaciones y organizaciones benéficas que hablan de los intereses de este grupo de clientes, las marcas pueden mantener la relevancia a través de la participación, en lugar de simplemente influir.”

¿Y cómo se ve la participación de las marcas en la Economía de la ansiedad?

Gigantes del deporte como Adidas lanzaron durante este periodo de cuarentena sesiones de meditación, HIIT, recuperación y más para crear una comunidad online y enfatizando el apoyo que la actividad física puede representar para combatir los padecimientos mentales. Mientras que en 2018 produjo el corto “Infinite Silence” de la mano del retailer de lujo SSENSE, en el filme dirigido por Max Luz podemos apreciar al rapero británico Kojey Radical hablar de la depresión, la ansiedad y la necesidad de conexión humana.

Por otro lado, en Agosto de 2019, Nike participó colaborando con la terapeuta y “sneaker head” Liz Beecroft para crear una pieza que trajera atención a la salud mental. El tenis incorpora el reconocible logo de la marca deformado en ondas, representando las altas y bajas del camino al bienestar emocional a lo largo de nuestra vida. El diseño se agotó sorpresivamente en menos de 48 horas. El zapato de $180 dólares otorgó parte de sus ganancias a la American Foundation of Suicide Prevention.

Aún así, para las marcas se vuelve complicado insertarse en las conversaciones sin tener un desliz. En la presentación de su colección Primavera 2020, la marca italiana Gucci presentó cerca de 20 looks en blanco para cerrar su desfile, algunos acompañados de una camisa de fuerza. La marca declaró en su instagram: “Uniformes, ropa utilitaria, vestimenta normativa, incluidas camisas de fuerza, se incluyeron en el desfile de modas # GucciSS20 como la versión más extrema de un uniforme dictado por la sociedad y quienes la controlan.

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Esta ropa fue una declaración para el desfile de moda y no se venderá. Alessandro Michele diseñó estas prendas de estilo en blanco para representar cómo a través de la moda, el poder se ejerce sobre la vida, para eliminar la autoexpresión. Este poder prescribe normas sociales, clasificando y frenando la identidad. El antídoto del Director Creativo se ve en la alineación Gucci Primavera Verano 2020 de 89 looks, ha diseñado una colección que transmite la moda como una forma de permitir a las personas caminar por campos de posibilidades, cultivar la belleza, hacer de la diversidad sacrosanta y celebrar el yo en la expresión. e identidad. #AlessandroMichele”.

Al claramente carecer de contexto, parecía que la colección diseñada por Alessandro Michele utilizaba los padecimientos mentales como una simple estética, lo que llevó a la modelo Ayesha Tan Jones a protestar sobre la pasarela, escribiendo el mensaje “mental health is not fashion” en sus manos.

El retail de la salud mental

Más allá de solo ofrecer productos, algunos jugadores de la industria dan un paso más creando instalaciones y ofreciendo experiencias. El mayorista de lujo Saks Fifth Avenue, se unió a la app de mindfulness “Happy not perfect” creada por el emprendedor Poppy Jaime para construir un espacio interactivo “invitando a los huéspedes a viajar a través de un viaje de siete pasos. Los elementos de activación incluyeron una máquina de chicles verde azulado personalizada de más de dos metros de altura con afirmaciones y mensajes de la marca; un área donde podría escribir y destruir sus preocupaciones y preocupaciones en una trituradora de papel verde azulado personalizada y cabinas telefónicas antiguas fabricadas a medida con técnicas de meditación y respiración guiadas y, por supuesto, ¡una cabina fotográfica de marca!”, acorde a la agencia que ejecutó la colaboración.

Para el sitio de noticias sobre moda, Fashionista, Jaime de Happy Not Perfect, explica su objetivo: hacer que el cuidado de la mente sea lo más fácil y accesible posible. El emprendedor comenta: “Mi enfoque de la salud mental es: debe ser divertido. Debe ser como elegimos nuestra crema hidratante… ¿Cómo cuidamos nuestra mente? Eso es lo increíble de lo que ha hecho Saks: poner la salud mental junto a la crema hidratante en el piso de ventas”. Y con las elaboradas campañas e inspiradoras palabras y artículos que las compañías nos ofertan es fácil creer, aunque sea por un segundo, que cuidar nuestra salud mental puede ser tan fácil como aplicar una crema facial. Que comprar nuestro bienestar es posible.

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La Economía de la Ansiedad no muestra signos de parar su crecimiento, y no es un misterio que prospere en esta época, justo cuando en la mente de las generaciones más jóvenes se encuentran la inestabilidad laboral, política y ambiental, presiones sociales – y encima, una pandemia.

Los artículos dedicados a atender la ansiedad toman formas infinitas, tan incontables que uno comienza a pensar que es un malestar pequeño pero universal; como los labios partidos, y más interesante aún, que es un padecimiento que se trata con la misma facilidad. Lo cual, se podría argumentar, amenaza con normalizar este padecimiento mental; recodificándola como una parte estándar de la vida moderna en lugar de algo que requiera debida atención psicológica. 

Si 4 de cada 10 adultos en México sufre de depresión y trastornos de ansiedad, eso significa que hay 6 que no tienen necesidad de ser parte de este nicho de mercado y sin embargo, bajo el peso general de la publicidad, se encuentran haciendo clic sobre el botón de “añadir a mi carrito”.

¿Se está convirtiendo la ansiedad misma en un producto y truco de publicidad?

De ser así, esto podría ser altamente peligroso. El psicoanalista Michael Currie señala: “Lo que hace que el diagnóstico de un trastorno de ansiedad sea diferente de otros diagnósticos médicos es cómo la ansiedad puede alimentarse a sí misma. Preocuparse por el cáncer no empeora el cáncer. Sin embargo, preocuparse por tener un ataque de ansiedad conduce a más ansiedad.”

¿Podría ser que estos productos y campañas que nos rodean, en lugar de aliviar la ansiedad, la estén propagando? ¿Que generen que las personas sanas se auto diagnostiquen con una enfermedad que no comprenden? ¿Estamos confundiendo aliviar los síntomas con atender lo que los causa?

En el mundo contemporáneo, y especialmente en las esferas digitales, pareciera que consumir es la única manera de aliviar nuestras ansiedades. Esto me recuerda a un experimento llevado a cabo hace poco más de una década, donde un grupo de personas diagnosticadas con ansiedad social fueron puestas a hablar en público bajo una situación estresante, tras el evento fueron tratadas con un placebo que atendería su ansiedad y 8 semanas después repitieron el experimento. 40% de los participantes en la prueba reportaron mejoría a pesar de todos haber tomado un placebo. 

Tal vez el acto de usar un producto que dice que nos hará sentir mejor puede en realidad hacernos sentir mejor; para la ansiedad leve, la cura puede no estar en una vela aromática, un par de tenis o una crema facial, sino en la mente. No en un producto, sino en nosotros.

A pesar de que la Economía de la ansiedad se ha convertido en una industria de varios billones de dólares, hay algunas formas de combatirla de forma gratuita:
  • Haz ejercicio de manera regular: Los ejercicios aeróbicos, como trotar, nadar, andar en bicicleta o una simple caminata, estimulan a tu cerebro a liberar serotonina; lo que puede mejorar su estado de ánimo. También ayuda a combatir el estrés y liberar tensiones. Intenta al menos realizar actividad física dos horas y media a la semana.
  • Cuida de tu cuerpo: adoptar una rutina de sueño fija puede ser un factor beneficioso para controlar la ansiedad así como el optar por una alimentación baja en carbohidratos, grasas y azúcares. Evitar el tabaco y el alcohol también puede resultar benéfico. 
  • Comunícate:  es muy importante que intentes mantenerte cercano a tu red de apoyo cercana, ya sean amigos o familiares. Recuerda que también puedes comunicarte a la Línea de Atención Psicológica especializada en salud mental de la Universidad Nacional Autónoma de México a través del número 5025 0855; donde expertos ofrecen ayuda de primer contacto en temas como problemas de pareja, ansiedad, depresión, crisis de pánico, entre otros.
  • En caso de identificar síntomas de ansiedad crónica y/o síntomas que afecten tus actividades diarias ponte en manos de un profesional. A pesar de incontables campañas de marketing alrededor de la ansiedad, antes de visitar una tienda online o centro comercial para aliviar nuestro estado de ánimo, debemos recurrir a la ayuda adecuada.

 


Fecha de Publicación:
Jueves 07/01 2021