ALGUNOS MATERIALES PUEDEN TARDAR MILES DE AÑOS EN DEGRADARSE. SIN CONTAR QUE SU PROCESO DE FABRICACIÓN TAMBIÉN CAUSA GRANDES ESTRAGOS AL MEDIO AMBIENTE, COMO ALTAS EMISIONES DE CONTAMINANTES.

Un dicho popular dice que la belleza cuesta, y en efecto lo hace. En esta ocasión nos referimos a aquellos espacios que el diseño de interiores modifica y se intervienen para hacerlos funcionales y estéticos. Para realizar diseños acogedores hay miles de materiales, pero ¿cuál es el costo que esto representa para el planeta? ¿La adquisición de este tipo de materiales tiene algún impacto en el bolsillo?

Todo material tiene una huella ambiental, se puede medir el impacto que generan en su ciclo de vida. La madera, uno de los materiales más empleados en el diseño de interiores, tarda en degradarse de dos a tres años. Sin embargo, si es barnizada su proceso de descomposición se alarga hasta 15 años. Además, la mayoría de barnices contienen disolventes que al evaporarse liberan compuestos orgánicos volátiles y contaminantes que afectan a la capa de ozono. Esto sin contar la deforestación que se lleva a cabo para obtener el material y que también afecta a las cuencas hidrográficas y a la vida silvestre. De igual manera, la tela y piel tardan 50 años en degradarse, el acero perdura 100 años y el vidrio desaparece en 4 mil años.

Hablar de sostenibilidad en el diseño de interiores requiere analizar a detalle toda la cadena de producción y consumo tanto de materiales que se emplean; así como del resultado final, ya sea de ambientes o productos/elementos para generarlo. Para lograr tener un buen impacto social, económico y ambiental, las marcas deben tener tecnología, reciclabilidad, biodegradabilidad, longevidad en los materiales, así como emisiones bajas de CO2.

Certificaciones y acciones: La vía y el obstáculo para los materiales sostenibles

Adriana Gutiérrez, gerente de marketing de Tecnotabla, nos comparte algunos de los aspectos a considerar en cuestión de las certificaciones por las que una marca tiene que pasar para poder ofertar materiales sostenibles. En general, las certificaciones son uno de los principales obstáculos que impiden que más productos lleguen a ser responsables. Requieren largos procesos que modifican la cadena de producción y pueden llegar a ser muy costosos. Sin olvidarnos que se trata de negocios, esto no es rentable para todas las empresas.

Planta de producción Tecnotabla

El origen de la madera certificada es uno de los aspectos a considerar. Esta materia prima puede obtenerse de bosques gestionados de forma sostenible, mismos que están enfocados en evitar daños al ecosistema. Una de las principales certificaciones en el sector forestal es la que otorga el Forest Stewardship Council. Esta organización confirma que el bosque sea gestionado con el máximo cuidado para preservar la diversidad y beneficie a los trabajadores locales, así como la viabilidad económica.

Plantación de Tecnotabla

Sin embargo, Adriana Gutiérrez asegura que el camino de los materiales sostenibles no termina con la certificación. Las empresas deben cumplir con diversos requerimientos de auditorías anuales y evolucionar de acuerdo a las indicaciones.

Recordemos que la sostenibilidad debe abarcar el ámbito ambiental, social y económico. Cosentino, empresa fabricante en superficies para la arquitectura y el diseño, por ejemplo, utiliza el 99% de agua tratada y cuentan con energía renovable; además de una planta de gestión de residuos y creación de productos con huella de carbono neutra.

Instalación solar Cosentino

¿Sustentable es sinónimo de caro?

Debido a los complicados procesos y certificaciones, algunos materiales sustentables pueden llegar a tener altos costos. Por ello, las empresas han tenido que adentrarse en este ramo para tener una buena relación entre precio y calidad.

El árbol eucalyptus es una opción en cuanto a materia prima, ya que sus propiedades mecánicas ayudan a bajar costos de producción y contrarrestar el impacto ambiental gracias a que se puede utilizar casi todo el árbol. Además, no necesita químicos para la fabricación de láminas de MDF (fibras de densidad media). Sin embargo, debe tener un cuidado apropiado, de no ser así, tendrá una vida útil de menos de 10 años. Igualmente, no debemos olvidarnos de los esfuerzos de traslado de esta madera.

Según las marcas mencionadas anteriormente, usar materiales que provienen de fuentes limitadas resulta en precios elevados, inestables y que incrementarán constantemente. Por el contrario, si se emplean materias primas renovables, controladas e ilimitadas mientras se sostenga su producción, el precio será bajo y estable. Sin embargo, para llegar a ellas también se requiere una inversión de capital e investigación profunda.

Laboratorio de Cosentino

Así mismo, afirman que los precios más bajos pueden estar vinculados a prácticas poco responsables como la tala de un bosque sin cuidar el ecosistema o el trabajo de los involucrados. En el peor de los casos, la materia prima puede provenir de fuentes ilegales que permiten reducir los costos. Por ello, el que algo tenga un precio muy accesible no siempre es la mejor opción. 

Para diversificar las propuestas en cuanto a precios y diseños, Tecnotabla ha implementado el programa Vértice. En él se plantea un trabajo colaborativo entre la industria y la comunidad creativa donde invitan a diseñadorxs mexicanxs a generar una línea de mobiliario. Recientemente anunciaron una nueva colaboración con madera certificada de la mano de Móbica.

Diseño del programa Vértice

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Para combatir el daño ambiental, las marcas apelan al consumo responsable, en el que las personas aprenden a elegir no sólo basándose en el precio, sino considerando el origen y de calidad. No obstante, aún quedan retos por atender como el tiempo que requieren este tipo de procesos y que no todxs pueden acceder a estas opciones. ¿Tú que priorizas a la hora de comprar artículos para renovar tu hogar?


  • Texto: María Fernanda Carmona

  • Fotos: Cortesía

Fecha de Publicación:
Lunes 29 / 05 2023