EN UN PAÍS DONDE MÁS DEL 60% DE LA POBLACIÓN SE RECONOCE COMO MORENA, ¿CUÁL HA SIDO SU REPRESENTACIÓN EN LA MODA MEXICANA?

México -como muchos países en Latinoamérica- ha iniciado una transformación sobre su propia historia en conceptos de belleza. Nuestra cultura es mestiza, resultado de la intervención española en las culturas prehispánicas. Desde entonces, el conflicto para definir nuestra identidad ha permeado hasta la manera en que definimos lo que grupalmente creemos bello.

Un estudio realizado por OXFAM México -organismo dedicado a construir un futuro libre de injusticias y pobreza- realizado por Patricio Solís, Braulio Güémez Graniel y Virginia Lorenzo Holm; titulado “Por mi raza hablará la Desigualdad“, exploró cómo las características etno-raciales influyen en la desigualdad de oportunidades.

En una encuesta realizada para este estudio se establece que el 37.4% de la población se identifica como morena clara y 30% como morena. Esto, coincidiendo con lo declarado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, quienes marcan que el 64.6% de la población se considera morena. Además, más de la mitad de este porcentaje considera haber sufrido discriminación por su tono de piel.

Pero en un país donde más del 60% de la población se reconoce como morena, ¿cuál ha sido la representación de este tono de piel en la moda mexicana?

Uno de los principales canales que tiene la industria para comunicarse son las campañas y presentaciones en diferentes formatos (pasarelas, shows, performances); en ambos casos es común emplear modelos para complementar la visión creativa de la marca y/o diseñador.

Para el 2009 existían algunas agencias de modelos que se caracterizaban en su mayoría por traer personas de Europa Occidental o Argentina. Contempo, liderada por Oscar Madrazo, fue una de las primeras en traer perfiles internacionales, más blancos y rubios, que la industria solicitaba en ese momento. Por esa época inició un cambio de la percepción propia en México, influenciada por una significativa presencia latina en el modelaje, cine y televisión en los Estados Unidos. Fue en ese momento cuando se empezó a popularizar el perfil Latino Internacional en nuestro país. Aunque desde principios de los 2000 se incluían con esta descripción en las agencias principalmente procedentes de Colombia y Venezuela, siguiendo los estándares que la nación vecina había impuesto en nosotros los latinos.

Y aunque ya existían modelos mexicanas con una trayectoria notable en Europa y Estados Unidos, como Elsa Benítez, fue entonces cuando se buscaron perfiles con cabello castaño, ojos oscuros y -aunque aún existía preferencia por las personas de tez blanca y cabello castaño o rubio- se buscaban a las mujeres que en cadera y busto tuvieran mayores medidas. Sí, ese perfil buscaba ser más incluyente con las personas latinas, pero la realidad es que aún excluía a aquellos de piel morena.

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Ese mismo año la agencia Paragon cumplía su primer aniversario. Fundada por David Souza y posteriormente codirigida por Johann Mergenthaler, él primer nombre agenciado por esta y posterior socio. Una de sus principales características fue la inclusión de modelos mucho más jóvenes del promedio que desfilaba en México. Paragon tuvo como propósito internacionalizar modelos nacionales, muchas de ellas rubias, con oportunidades amplias para ese entonces. Al año siguiente inició la agencia New Icon, fundada también por un ex-modelo: Pablo Antón, de origen argentino. New Icon desde un principio apostó por el volumen. Por lo cual intentó abarcar la mayor cantidad de perfiles posibles.

Las modelos de tallas mayores a las comunes tuvieron lugar en esta agencia. La oferta iba desde modelos destinados a moda y otros perfiles más comerciales. GH es otra agencia fundada por el ex-modelo austro-italiano Gofffried Heiss. Él tenía en su visión la internacionalización de modelos mexicanas y del mercado nacional, trayendo modelos internacionales.

Después de la popularización de modelos latinas en la escena global, vino una ola que prefería las modelos de Europa Oriental, quienes presentaban facciones interesantes y rasgos exagerados. Es en esa época cuando personajes como Souza vieron no sólo la necesidad de traer modelos extranjeras que cumplan con las necesidades de la industria, sino también la de buscar perfiles mexicanos que representaran este tipo de perfil en el extranjero.

Para el año 2011 surgió Wanted y Bang, por Mau Medellín. Está fue una de las primeras agencias en participar en la disrupción que involucra a los movimientos relacionados con la identidad de género. El machismo en nuestro país parece premiar a los hombres que exaltan cualidades que nuestra construcción social considera masculinas, y a las mujeres como femeninas. Wanted y Bang inició incluyendo modelos que rayaban en lo andrógino. MM Runway por su parte, fue otra de las agencias que apostaron por causas LGBT+. Brisa Álvarez inició la agencia al querer modificar algunas de las conductas que no deseaba reproducir de otras agencias. Fue de las primeras en Guadalajara en incluir modelos con modificaciones físicas como tatuajes o perforaciones.

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Estos dos puntos son síntomas de la heteronormatividad y prejuicios provenientes de la mentalidad conservadora en puestos de toma de decisión en la industria de la moda. El rechazar perfiles que se consideran andróginos o que presentan tatuajes o perforaciones, fue una práctica común en el modelaje durante la primer década de este siglo, y aún a principios de la segunda. Iván Nuza, director de Magenta Producción -empresa dedicada a la producción de moda-, comentaba durante el casting para la edición otoño-invierno 2019 de MBFWMx, cómo ahora los modelos son seleccionados pensando en ADN de marca y no en cumplir con estereotipos que predominan en el pensamiento colectivo mexicano.

Pero, aunque existían avances en cuanto a inclusión, la realidad es que la diversidad racial se inclinaba más a perfiles extranjeros que nativos americanos. Fue entonces cuando llegaron los modelos afrodescendientes y asiáticos, quienes se posicionaron en las campañas y presentaciones de diversas marcas. Esta necesidad de representación por perfiles que respondan a una mayoría que existe en el país, motivó a María Osado a iniciar Güerxs en el 2016; y es aquí donde inicia un importante parteaguas para la inclusión de perfiles diversos en el mundo del modelaje. La agencia tomó fuerza con el apoyo de diseñadores como Barragán y Sánchez-Kane quienes los emplearon para presentaciones tanto nacionales como internacionales.

En el 2017 H&M anunció la apertura de su tienda en la calle de Madero, uno de los principales corredores comerciales en la Ciudad de México. En la campaña participaron los fotógrafos Dorian Ulises, Alexis Rayas, la estilista Nayeli de Alba; la creativa Bárbara Sánchez-Kane y talento de las agencias Güerxs y Pose. En el vídeo se podía observar a modelos paseando por lugares populares de la Ciudad de México.

La campaña salía de lo convencional al emplear perfiles que hasta el momento habían sido ignorados: todas las tallas, estaturas y piel morena. Un parteagüas publicitario en su momento.

De esa campaña Carlos Castellanos, director de In the Park Productions vió la necesidad de abrir una agencia, siguiendo una línea parecida a la del proyecto de María Osado; pero con perfiles que pudieran resultar atractivos no sólo para un nicho en específico. Así fue como en 2018 nación In the Park Management. Carlos se ha dedicado desde entonces a viajar por el país cazando nuevos talentos. Su principal propósito es dar visibilidad a aquellos perfiles que hasta ahora han sido ignorados.

En ese año la tienda departamental de lujo, El Palacio de Hierro, lanzó una campaña sin precedentes en su comunicación. Al ir dirigida a un mercado aspiracional, normalmente apelaba a estos estándares estéticos colonizados antes mencionados: altos, delgados, rubios, de piel blanca. En su campaña de inicios del 2018 se incluyeron modelos andróginos, tallas extras, de la tercera edad, con rasgos físicos como pecas; pero de nuevo, la tez morena tuvo poca relevancia. Mismo fue el caso de la llegada de Dolce & Gabanna a México para su presentación en el museo Soumaya. El casting, supervisado por Domenico y Stefano -directivos de la marca- exigía en un principio talento nacional.

El resultado de la selección final, una vez más favorecía a un perfil que no representa una mayoría en nuestro país. Resultó más problemática la campaña visual en la que sus protagonistas eran en su mayoría personajes rubios, y las personas indígenas de la Ciudad de México fungieron de accesorios para amenizar los vídeos.

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Nativo es una de las agencias más recientes. Osvaldo Padilla inició buscando representar perfiles que tuvieran características nativas de la región de dónde eran procedentes. No se enfocó sólo en México, incluyendo dos modelos internacionales en sus filas. La cuestión es que Nativo, casi sin saberlo, se convirtió en abanderada de una nueva generación del movimiento LGBT+ ofreciendo un espacio adecuado para la exploración de identidad de sus modelos.

El último suceso que marcó nuestra percepción de belleza fue la aparición de Yalitza Aparicio en la película Roma, del director mexicano Alfonso Cuarón. La joven maestra de primaria, originaria del estado de Oaxaca protagonizo la premiada obra de Cuarón, convirtiéndose en objeto de publicaciones internacionales. Una vez hecho su debut internacional, y apareciendo en importantes editoriales globales, Vogue México decidió incluirla en portada al inicio del 2019. A partir de ahí surgió un discurso que más que parecer un parteaguas de inclusión, hizo denotar lo condescendiente de nuestro racismo internalizado. La actriz fue medio de debate, sobre si su belleza era o no la de una verdadera mexicana.

Muchos la definieron como una belleza exótica, y he aquí un punto para reflexionar. Definir una belleza como exótica le encasilla en lo raro, extraño, casi como un fenómeno digno de admirar.

El principio de la inclusión es reconocer a otro como un igual, no como un ser exótico.

En la actualidad, y gracias a todos estos personajes y sucesos, las marcas apuestan por una mayor inclusión en su comunicación. Muestra de esto podría ser la última campaña en 2019 de Bissú Cosméticos. En su intento por lo que me gustaría definir como democratizar la belleza, incluyen diversos perfiles raciales en contextos cotidianos. Las protagonistas lucen como mujeres que se podrían encontrar en el transporte público de la ciudad haciendo labores que sis habitantes hacen a diario. Este nuevo paso nos muestra lo importante de reconocer la belleza en cada habitante de Latinoamérica, dejando atrás conceptos añejos.

El concepto de belleza en México -y me atrevería a decir Latinoamérica- tiene muchas heridas que sanar. Debemos no sólo aprender a conciliar nuestra identidad indígena con la europea, sino también reconocer a todas aquellas que llegaron durante y después de la colonia. En conclusión, no existe una belleza mexicana, existen varias. Desde los descendientes de las comunidades europeas, los que aún pertenecen a comunidades indígenas, o los que vienen de otros perfiles raciales como afrodescendientes o asiáticos. Una vez que entendamos que todas estas son nuestras identidades, reconoceremos que la belleza mexicana no puede ser definida en singular.



  • TEXTO: Isra Vázquez

  • ILUSTRACIONES: Mario Mucho

  • FOTOS: Coolhuntermx

Fecha de Publicación:
Jueves 26/03 2020