MUCHO SE HA ESCRITO DE LA HISTORIA DEL RESTAURANTE MÁS FAMOSO DE MÉXICO, DE SU VAJILLA, SUS MOLLETES Y SUS EDIFICIOS, PERO SU CARTA, ENMICADA, BRILLANTE Y COLOR BEIGE HA SIDO OLVIDADA POR LA HISTORIA.

Uno de los diseños de los que pocos mexicanos pueden escapar es el menú de Sanborns, éste es una sinécdoque de la Casa de los Azulejos en sí, que funciona dentro de los Sanborns a lo largo y ancho de México.

Se trata de un diseño neocolonial que repara en la primera sede de la cadena y en su entorno inmediato: el centro histórico.

La portada del menú es una estampa de lo que fuera la plazuela de Guardiola, inspirada en una conocida litografía de Casimiro Castro. Podemos ver del lado derecho el antiguo convento de San Francisco, del izquierdo la casa Guardiola –aunque ya sin perros–, el centro de la escena lo domina la llamada Casa de los Azulejos, el palacio de los condes del valle de Orizaba, forrada en talavera poblana en su característico azul y blanco, coronada con remates brillante y puntiagudos.

Al centro de la carta, una panorámica del Zócalo recuerda al comensal el origen céntrico de Sanborns.

El menú de Sanborns es un condensado de reafirmación histórica, todas las letras capitulares están en un brillante rojo y en un tratamiento tipográfico neocolonial; dignas del membrete de hoteles neobarrocos con portadas de cantera, o de cartelas en portadas de una casa de Polanco, estas letras, variando en tamaño según la palabra nos seccionan el menú: Entradas, Sopas, Ensaladas, Pastas, Carnes y Aves, Pescados, Hamburguesas, Tortas, Platillos Mexicanos, Enchiladas, Pozoles, Sandwiches, Especialidades de la Fuente y Bebidas; un verdadero recorrido por la historia del país, a veces más europeo, a veces más estadunidense, pero siempre mexicano.

Este recorrido tipográfico culmina en la contraportada del menú, y tal vez su parte más característica: Buenos Días. Los desayunos son presentados por dos pavorreales, calca directa del mural de 1918 en las paredes del patio de la Casa de los Azulejos, obra del rumano Jean Palcologue, fuertemente influenciado por el art nouveau, los pavorreales agregan un ingrediente más en el guisado estilístico de este menú.

La carta de Sanborns la podemos ubicar temporalmente hacia 1985, año en el que Grupo CARSO compra la empresa y decide estandarizar el diseño, teniendo a partir de ese momento el mismo menú en todos los restaurantes. Se trata de un diseño que reitera en el carácter histórico del restaurante, apelando a varios momentos de la historia nacional, desde el pasado colonial, antes de las promulgación de las leyes de reforma, hasta entrado el siglo XX mediante los pavorreales, todo entorno a uno de los edificios más emblemáticos del centro histórico y la joya del patrimonio de Sanborns.

Es interesante el recorrido gastronómico que nos ofrece la carta, pudiendo trazar las pretensiones porfirianas, la invasión estadunidense y la fuerte identidad nacional. Sin duda un clásico del estilo de vida mexicano, un reciente diseño que no escapa de sus orígenes históricos.



  • FOTOS: Cortesía

  • TEXTO: Aldo Solano Rojas

Fecha de Publicación:
Jueves 15/03 2018