CALA, una nueva galería para el diseño y la libertad creativa

Mónica Calderón y Úrsula Verea son las fundadoras de CALA, una galería de diseño donde exponen objetos y mobiliario de ediciones limitadas. Para su primera edición, llamada MATERIA, la transformación de materias primas y el trabajo con resina, son la clave para proponer objetos que cruzan las delgadas líneas de arte y diseño.

La galería cuenta con dos cuartos, uno para proyectar videos, fotografías y objetos sobre el proceso con el material que identifica a CALA: la resina; y el segundo es parte del showroom del estudio de Ezequiel Farca.

El objetivo es crear productos experimentales y funcionales a través de colaboraciones con arquitectos, diseñadores y artistas. En esta ocasión, los participantes fueron Ezequiel Farca, Cristina Grappin y Moisés Hernández. Mediante su propuesta de experimentación cromática y los diferentes tonos de la resina, crearon un conjunto de mesas, que propone un juego de tonos al tener contacto con la luz.

Por otro lado, el artista plástico Jorge Pardo, quien transforma objetos cotidianos en obras de arte con propósito y significado, utilizó una paleta de colores llamativos y resina para formar un florero con patrones eclécticos. El proceso artesanal, es la clave para llegar a los objetivos de David Wiseman, de esta forma construyó una repisa de bronce con incrustaciones de terrazo y resina. Mauricio Rocha seleccionó materiales como madera de guanacaxtle y resina con los que fabricó una mesa, un ejercicio de diseño que desarrolló el arquitecto.

Nos encanta la parte de colaborar con creativos porque siempre proponen cosas muy distintas.

–Úrsula Verea

 

Con este nuevo espacio, la tercera galería de diseño en la Ciudad de México llega para proponer nuevos discursos y experimentación con un material como la resina. Conscientes de esto, Úrsula comparte que gracias a la buena reacción que han tenido con la primera colección, por el momento, su principal mercado se encontrará fuera de México.

Úrsula Verea y Cristina Grappin

Moisés Hernández en taller