HABLAMOS CON CARRY SOMMERS, COFUNDADORA DE FASHION REVOLUTION, SOBRE LA SITUACIÓN DE LA INDUSTRIA EN NUESTRO PAÍS

El impacto socio-ambiental que la industria de la moda tiene, cada vez es más evidente e imposible de ignorar. La responsabilidad y compromiso que las marcas han adquirido en los últimos años no ha sido ni suficiente, ni por iniciativa propia. En realidad, mucho parte de la presión que ha ejercido un movimiento internacional llamado Fashion Revolution, fundado por Carry Somers y Orsola de Castro.

Fashion Revolution, es un movimiento de activismo que surgió en el 2013 en respuesta al desastre en Rana Plaza, Bangladesh. Carry y Orsola unieron esfuerzos para alzar la voz, visibilizar y exigir una industria de la moda más responsable y ética. Desde entonces, su misión se ha extendido por todo el mundo, convirtiéndose en uno de los movimientos de carácter global más importantes dentro de la industria.

Carry Somers visitó a principio de año la Ciudad de México y Mérida. Durante su estancia en nuestro país dio una introducción sobre el movimiento y habló sobre el nuevo capítulo regional.

Queremos unir a las personas y organizaciones para que trabajen juntas para cambiar radicalmente la forma en que se obtiene, produce y consume nuestra ropa, para que nuestra ropa se haga de una manera segura, limpia y justa. Creemos que colaborar en toda la cadena de valor, desde el agricultor hasta el consumidor, es la única forma de transformar la industria. Nuestra misión es unir a todos para que eso suceda.

Carry Somers

Con esto, podemos separar en tres bloques las directrices que van encaminando las acciones en las que el equipo se ha ido enfocando. Los cuales son: la responsabilidad de las marcas, la responsabilidad de los consumidores y la responsabilidad del gobierno.

Responsabilidad de las marcas

Ante la alarmante crisis ambiental y humanitaria, ahora más que nunca es imposible pasar por alto que una gran parte de la culpa es de las marcas. Esto principalmente por la falta de transparencia en la cadena de suministro. Es decir, al exterior, muy poca gente –sino es que nadie- sabe cómo son los procesos: ¿de dónde se obtiene la materia prima?, ¿cómo se obtiene?, ¿quiénes se encargan de ello?, ¿cómo transforman la materia prima en los productos finales?, ¿bajo qué condiciones se logra esto?. Éstas y otras preguntas no serían incógnitas si la información estuviera disponible. 

Gracias a la presión que ha ejercido el equipo de Fashion Revolution, grandes marcas se han visto obligadas a hacer pública su cadena de suministro. Lo que ha puesto en evidencia que hay una severa explotación de los recursos tanto naturales como humanos. Con ello, Carry presentó índices que posicionan a la industria de la moda como una de las más contaminantes del planeta. También se presenta a la industria como responsable de un gran porcentaje de las emisiones de carbono, además de la contaminación de suelos y océanos.

Por el otro lado, en materia de derechos humanos también hay una gran crisis en donde la responsabilidad es igual que en la otra. Esto es debido a que muchas marcas de moda, proporcionan condiciones laborales inhumanas para sus trabajadores. Además, una mayoría no tienen acceso a un sistema de seguridad laboral que vele por las condiciones de trabajo: falta de equipo necesario, espacios seguros y salubres, jornadas muy largas, sueldos muy por debajo del salario mínimo, etc. Debido a esto, Carry enfatiza esto como un tipo de “esclavitud moderna”, lo cual evidencia lo alarmante de la situación.

Responsabilidad de los consumidores

Ahora, el cambio también recae en las decisiones que como consumidores se toman. Por lo tanto, Carry Somers busca recomendar acciones con las que se puede comenzar. Es importante exigir que la información sobre qué marcas tienen malas prácticas dentro de las cadenas de producción esté disponible y sea de fácil acceso.

Aquí radica el impacto de usar la voz para ejercer presión a estas marcas y también ante los gobierno para que tomen cartas en el asunto, exigiendo mayor transparencia y así regular los procesos. Por otro lado, se debe tener consciencia de lo que se consume; aspectos como dónde se compra la ropa y qué cuidado le damos durante todo su ciclo de vida. Otra acción es el promover un menor consumo y promover el intercambios de ropa entre conocidos y amigos, por ejemplo. Y no menos importante que las otras, el consumidor debe mantenerse informado, hacer mayor investigación sobre quién hace la ropa, prestando atención a las etiquetas.

Responsabilidad del gobierno

La relación entre Fashion Revolution y el Gobierno en México no ha sido sólida puesto que hasta hace poco, se consolidó en el país un equipo permanente. Sin embargo, en noviembre del 2019, durante una visita, las fundadoras tuvieron un acercamiento con la ahora senadora Susana Harp. Con ello, el equipo tendrá más herramientas para saber de qué forma se puede impulsar la iniciativa. Todo esto es debido a que, por experiencia,  saben que muchas marcas no van a cambiar sus prácticas si no hay una legislación que los obligue a ser responsables.

Presentación de Índice de Transparencia de la Industria de la Moda en México 2020

La visita de Carry Somers a México también tuvo una finalidad muy puntual. El 6 de febrero se presentó el Índice de Transparencia de la Industria de la Moda en México. Esta herramienta lleva más de un año trabajándose, en conjunto con Arlenica A.C.; en donde se medirá la responsabilidad que están teniendo al menos 20 de las empresas más representativas de la industria en el país.

Con la información recabada en este estudio, se podrán elaborar recomendaciones y estrategias para el mejoramiento en los procesos de las empresas. Además de tener las bases para poder exigir al gobierno acciones que generen mejores condiciones. 

Dicho índice estará disponible públicamente en sus plataformas, en conjunto con la edición global que brindará la información de 250 marcas.



  • TEXTO: Isaac Cruz

  • FOTOS: Carlos Rrubio Tristán

  • LOCACIÓN: Casa T’HŌ

Fecha de Publicación:
Lunes 13/04 2020