CONOCE LA PRÁCTICA ARQUITECTÓNICA DE CAZÚ ZEGERS EN CHILE.

El territorio es a América, como los monumentos son a Europa

-Cazú Zegers

Evaluar como habitamos el territorio de acuerdo a su clima, situación geográfica e identidad cultural son uno de los ejes principales de trabajo de la arquitecta chilena María del Carmen Zegers. Su labor arquitectónica muestra la creación de diálogos entre el objeto arquitectónico y el paisaje con el propósito de potencializar la convivencia entre ambos.

La creencia en el paisaje como principal patrimonio latinoaméricano, la han llevado a diferenciarse de otros arquitectos de su época. Esta creencia y base del desarrollo de su arquitectura, se desprende de su formación tanto personal como académica. Una serie de viajes, sus estudios de arquitectura en la Universidad Católica de Valparaiso, en donde fue discípula del poeta Godofredo Iommi y bajo la premisa de Amereida. Este último, un escrito que habla sobre el hallazgo de América y el reconocimiento de la aparición de ésta como un regalo para reconocerla como una cultura única y propia.

La formación de Cazú y su interés por la poesía desencadenaron otras formas de ejercer esta disciplina. Se ha involucrado en proyectos de escala social como la gestión cultural y territorial. La arquitecta involucra en su práctica lo material y lo inmaterial; lo tangible y lo intangible. Ejemplo de ello son dos proyectos que impulsa a través de su Fundación + 1000. Por un lado, “Santiago Capital outdoor de Latinoamérica” y “Ruta Pehuenche en el sur de Chile”. Fue un ejercicio con arquitectos, poetas y personas de diversas comunidades Pehuenches para realizar el mirador de la Corona, en la cordillera de los Andes.

La filosofía de diseño de Cazú parte de la relación en la cual la palabra poética antecede a la forma. Después de asignarle nombre al proyecto, inicia un proceso creativo al cual llama Gesto, Figura y Forma. Este proceso, para ella corresponde a la manera de cómo una idea se materializa.

Sus proyectos se han desarrollado en gran parte del territorio chileno. Además de su particular sello de crear diálogo con el territorio, se caracteriza por su lenguaje vernáculo y el uso de la madera. Algunas de sus obras más representativas son “Casa LLU”, Casa PI”, el proyecto en el sur de Chile, llamado “Kawelluco”, entre otras. Dos de las obras más representativas para ella son:

“Casa Cala”, obra ganadora de la primera edición del Gran Premio Latinoamericano de arquitectura en la Bienal de Buenos Aires en 1993. Para su desarrollo se estudió la construcción vernácula de los galpones del sur de Chile y se puso atención en las conexiones de las “piezas” de muros, pisos y cubiertas. Cada articulación daba una respuesta a la relación, habitante y territorio usando las técnicas tradicionales de construcción en madera.

“Hotel Tierra Patagonia”, en la entrada norte del Parque Nacional Torres del Paine a orillas del Lago Sarmiento. Es el deslinde con el Parque Nacional. El edificio busca sumarse al paisaje mediante su forma sutil, resultado del estudio de las formas que dibuja el viento en esta región. Este premiado proyecto logra una unión muy íntima entre obra y territorio sin ser invasiva. Permite al usuario disfrutar de la sobre cogedora belleza del lugar.

Respecto a las bases para desarrollar arquitectura, Cazú Zegers nos hace cuestionarnos ¿cuánto valoramos la cultura y el territorio del lugar que habitamos? ¿cómo la arquitectura puede convivir y sumar al lugar en lugar de invadir el territorio?


La arquitectura es un vehículo para habitar el paisaje. No se busca crear grandes obras que compitan con la naturaleza, sino que se sumen a esta y permitan a su habitante apreciarla y disfrutarla. A esta forma de hacer le llamamos Habitar en forma leve y precaria, sin sobreconstruir, sin hormigonarlo todo. Sino establecer una relación equilibrada entre hombre y paisaje…

-Cazú Zegers


  • FOTOS: Cortesía

  • TEXTO: Diana Nájera

Fecha de Publicación:
Miércoles 26 06/2019




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Pin It Hotel Tierra Patagonia. Foto Morten Andersen