CHIMIYÚ SIGNIFICA AMIGO. CONOCE A ESTA EMPRESA TAPATÍA QUE BUSCA QUE EL DISEÑO FORME PARTE DE LA VIDA DEL USUARIO.

Chimiyú es una empresa tapatía de diseño industrial dedicada al mobiliario e interiorismo, particular y comercial. Es un proyecto enfocado en mobiliario y accesorios para el hogar, con México como la mejor fuente de inspiración para el desarrollo de sus productos. Fue fundada en 2018 por los hermanos Arturo y Jorge Walle, diseñadores industriales por el CUAAD de la UdeG.

“Creemos que México es un país rico en tradiciones y cultura por lo que estudiamos e integramos estos elementos y materiales propios para la creación y desarrollo de nuestros productos”.

Sé un amigo, sé un Chimiyú.

Chimiyú significa amigo. De ahí surge la idea que el diseño también puede formar parte de la vida del usuario. El usuario forma parte esencial del proyecto basándose en sus gustos y necesidades. Durante el proceso de diseño, el usuario genera propuestas únicas y modifica la forma, las dimensiones y los materiales de los muebles.

“El valor de nuestros productos va más allá del objeto mismo, consideramos que todo vale la pena cuando el usuario genera una conexión haciéndolos parte de su vida. Llevamos la palabra Amigo al límite. Para solucionar algún problema a la primera persona a la que llamas es a la gente de confianza. Llamas a tu amigo, al más confiable, no cuestionas su preparación para hacer el trabajo. Con Chimiyú sucede lo mismo, no somos la marca más tecnológica ni con el mayor catálogo de productos pero sí queremos ser ese amigo de confianza. Al que la gente recomienda, el que cuando necesitas algo acude a ti y te brinda atención satisfactoria.

Chimiyú durante la pandemia

Durante el año pasado, en plena pandemia, desarrollaron proyectos más personalizados y de cierta forma regresaron a sus orígenes. Tuvieron que detener la producción de algunas de sus líneas y su participación en algunas plataformas de diseño. Trasladaron todo a digital, gestionaron todo desde redes sociales, llamadas y mensajes. Descubrieron algunas ventajas de hacerlo como conocer directamente al usuario y su espacio, así como conocer otros proyectos y colaborar con ellos. “Nos dimos cuenta que solos no íbamos a llegar a ningún lugar, el 2020 fue un año de muchas colaboraciones de las que disfrutamos mucho. Con personas a las que admiramos mucho y con las que hubo una muy buena relación tanto laboral como de amistad. De las cosas positivas que nos ha dado la cuarentena ha sido darnos cuenta de que sólo uniendo fuerzas entre todos y creando comunidad es que podremos salir adelante“.

El 2020 comenzó siendo un año de colaboraciones para Chimiyú, sin embargo con la pandemia se tuvieron que replantear muchas cosas. “Nadie tenía idea de cuánto duraba una pandemia ni qué seguía después de una pandemia, teníamos un estudio físico, oficinas y showroom que tuvimos que cerrar. Pausamos líneas de mobiliario proyectos de crecimiento y nos enfocamos al origen. Nos preguntamos qué estábamos haciendo y qué podíamos hacer para lograr la experiencia que el concepto de Chimiyú representa”.

Un año de muchas colaboraciones

Un mes antes de que el coronavirus llegara a México, los hermanos Walle realizaron una colaboración con Ricardo Luevanos y Alex Siordia. La colaboración se exhibió en Campamento, la Feria de diseño de Guadalajara que observa el panorama del diseño mexicano. Dentro de Brújula, el área de diseñadores con trayectoria de la feria, presentaron una colección de 4 piezas de arte objeto funcionales. Las piezas se replicarían como edición limitada a 20 piezas cada una seriadas y certificadas.

Entre amigos creativos lograron sobrellevar la pandemia, consiguieron atacar la situación con la apertura a nuevas plataformas de exhibición como departamentos muestra en proyectos residenciales locales. Estos proyectos les permitieron abarcar más territorio local físico y digital. A estas colaboraciones locales se sumaron otras que les permitieron mostrar su trabajo en otras regiones del país.

Con amigos locales como la artista Alejandra Gutiérrez y Bernardo Cornejo de Café Rintintin se plantearon una solución a la ansiedad y la incertidumbre pandémica y a la manera actual de relacionarse entre amigos. Con la Canasta de Picnic buscaron que las personas se mantuvieran unidas a sus seres queridos mediante una experiencia, ideal para cualquier ocasión, dentro o fuera de casa. La canasta fabricada por Chimiyú contenía una manta, comida de Rin Tin Tin y artes de Alejandra.

“El resultado no pudo ser mejor, gracias a nuestros amigos por poner lo mejor de sí mismos y crear algo tan bello.
Gracias a todos los involucrados y por la oportunidad de darle difusión a todo lo que hacemos, que al final de cuentas es lo que amamos”.

Gracias a los resultados de la canasta de picnic y de formar parte del aniversario de la revista AD su trabajo llegó a manos de Raul de la Cerda y junto con Ibis Lucero y Hugo Mendoza presentaron P. W. A. People We Admire. Que se logró realziar pese a las adversidades de la pandemia, como parte de Inédito 2020 en Design Week México. P. W. A. es “una pieza que reúne conceptos como diversidad de materiales, admiración, intelecto, conocimiento, empatía, resiliencia y funcionalidad. Es una una pieza totalmente funcional, construida en sus formas para sostener libros. Pero que a pesar de ello, en su esencia es una metáfora que nos recuerda como este mundo globalizado, nos ha hecho perder el hermoso ejercicio de tomar, sentir, palpar y sostener un libro, convirtiéndose no solo en el librero, sino en un rincón sagrado de un conocimiento que debemos recordar no perder”.

Como parte del primer aniversario de Albana fueron invitados a realizar otra colaboración. “Partimos de la vegetación que les caracteriza siempre y nos unimos a las técnicas artesanales de las personas que trabajan constantemente con ellas para generar una familia de objetos, llamándoles “JARDINES DE ALBANA”. La familia de objetos consistió en un juego de charolas de diferentes niveles con base en madera de rosa morada con tres diferentes técnicas aplicadas y cubierta de barro bruñido, los tótems en madera de rosa morada con aplicación en tejido a mano en fibra natural y el biombo hecho con madera de rosa morada y aplicación artesanal de bejuco.

Responsabilidad social y desarrollo sustentable

Chimiyú trabaja de la mano con sus talleristas. El taller, armado por su carpintero de cabecera Luís, “es un grupo de trabajo en el que todos se involucran de buena voluntad y felices haciendo el trabajo más fácil de llevar porque no te sientes solo”. En el taller todos forman parte activa de cada mueble. Los talleristas reciben una comisión adicional por cada mueble vendido. Hay un ambiente accesible y trabajan de manera honesta con sus trabajadores y existe transparencia en temas de recursos y ganancias. Lo mismo sucede con los proveedores y maestros de oficio externos lo que genera lealtad en el proyecto.

Con sus colaboraciones han tenido la oportunidad de trabajar con artesanos y maestros oficiantes en Oaxaca. “La experiencia de trabajar con artesanos es enriquecedora. En México es común que en todas las casas haya piezas de artesanías. Regiones como Tonalá en Jalisco producen piezas de barro y cerámica. En otras partes de la región encontramos artesanías con tejido de palma o yute. Al trabajar con artesanos pudimos ver como realizar un producto de diseño de diversas formas realizando homenaje al mismo artesano”.

Los muebles de Chimiyú son sencillos. El trabajo de cada pieza desde la concepción de la idea, el trazado de las plantillas, los cortes, ensamblados y acabados son semi manuales. Cada pieza conlleva entre 30 o 40 horas de trabajo para producirla. La experiencia Chimiyú consiste en la participación activa del usuario y en la personalización de su objeto. “Tanto los talleristas como usuarios son los que ponen los límites en la fabricación del objeto. Esa es la magia que queremos conservar en Chimiyú”. Con cada mueble buscan el aprovechamiento máximo de material y al no fabricar stock evitan generar desperdicios.

Lo que comenzó como un proyecto universitario, es ahora uno de los proyectos creativos que ha logrado consolidarse y crecer con el paso de estos tres últimos años.

“Nos gusta cumplir años como proyecto. La pandemia rompió barreras y nos acercamos e involucramos con personas de otros lugares. Queremos concluir los proyectos detenidos como dos colecciones completas entre ellas una línea de muebles para exteriores. Estamos trabajando en objetos complementarios con elementos simplificados, ese objeto que complemente un espacio, el pilón que un huequito o un espacio necesita. Esperamos la reapertura y el futuro de las plataformas de diseño para que las personas no solo vean de manera digital sino que puedan interactuar y vivir la experiencia Chimiyú”.


  • ENTREVISTA: Bob J. Barraza

  • FOTOS: Cortesía Chimiyú

Fecha de Publicación:
Miércoles 19/05 2021