CIRCULAR BIODESIGN, EL PROYECTO DE GRANDES ALCANCES A NIVEL EDUCATIVO Y AMBIENTAL EN COLABORACIÓN CON EMPRESAS.
El biodiseño consiste en integrar materia viva a nuevos materiales y transformarla por biotecnologías efectivas. Las posibilidades de ser aplicada sobre en un producto diseñado, permite que su desecho e impacto sobre el ambiente sea menor. Este es el esquema que plantea Circular: un proyecto que comienza donde termina. Desarrollado por Pedro Arturo Ruíz y Gerardo Osio, ambos egresados de la Facultad de Arquitectura de la UANL. Llevan dos años de trabajo colaborando con la empresa de biomateriales Polybion. Se desarrolla un proyecto integral con estudiantes de licenciatura donde se genera un proceso exhaustivo de investigación, sketching, maquetas y comprobación de resultados. Circular surge del interés de dos diseñadores por vincular el diseño con otras disciplinas para aumentar la competitividad en los estudiantes. Fue entonces que vieron en la biotecnología, el futuro. Se trata de un terreno poco explorado en la educación de diseño en México pero que tiene mucho campo de aplicación.
Ver como el diseño se convierte en un aliado en la investigación e identificación de unidades de negocio y deja de percibirse únicamente como configurador formal.
Pedro Arturo
Osio da seguimiento a los alumnos en el aula en cuanto a su proceso, que va desde la investigación hasta la comprobación final de prototipos. Mientras Pedro, asiste con retroalimentación en cada una de estas etapas para abrir canales de diálogo entre ellos y Polybion. Juntos le dan forma y estructura al semestre.
Los principales materiales con los que trabajan son Fungicel, compuesto cuyo origen se encuentra en las hifas de hongo crecidas sobre sustratos de fibras naturales, es decir, desperdicios agroindustriales. También trabajan con Celium, biopolímero secretado y ensamblado por bacteria que puede tener diferentes aplicaciones como marroquinería, calzado, moda y eventualmente en la industria automotriz. Al final, buscan exhibir los proyectos en foros donde los estudiantes se encargan de buscar patrocinadores, dar seguimiento a la producción de piezas y proporcionar la información adecuada. La primera exhibición fue en la Nave Generadores de CONARTE dentro del parque Fundidora en Monterrey. La segunda en Campamento Feria en Guadalajara, donde obtuvieron la mención de Impacto Social por WDCD. Y la última en el Centro de Innovación y Diseño de la UANL. Actualmente los estudiantes siguen trabajando, pues llevarán su proyecto al Abierto Mexicano de Diseño en octubre de este año. La Facultad de Arquitectura formalizó la vinculación con Polybion a partir del segundo semestre luego de ver los resultados obtenidos. Con el apoyo Axel y Alexis Gómez, fundadores de esta empresa y de Jorge Juaristi, en la parte técnica, es que se ha logrado una sinergia colectiva para materializar y comercializar los proyectos de los alumnos.
¿Consideraron durante este proceso un cambio de pensamiento en cuanto a cómo educar?
Pedro Arturo: Sí, consideramos ese cambio de pensamiento. Gerardo y yo vimos una oportunidad de exponer a los alumnos a un proceso real, con base en nuestra experiencia profesional tanto en consultoría como en la industria. La dinámica es muy ágil y directa, es muy hands-on desde el principio. El “modelo” se adapta al brief. Cuando los alumnos llegan al 8vo semestre ya saben lo básico para poder enfrentarse a un proyecto con estructura y acotaciones reales.
¿Cuáles son los retos de abrir nuevas líneas de investigación sobre biomateriales desde el diseño? Esto sobre todo en cuanto a procesos e inversión privada que decide apostar por esto.
Pedro Arturo: Principalmente diseñar dentro del marco de limitantes de estos materiales, no sólo por su estética cruda sino también por los tiempos de producción que requieren. Se trata de materiales nuevos para el mercado, Polybion es la primera y única empresa con capacidades de producción semi-industriales en Latinoamérica. El reto es ver estas limitantes como oportunidades; insertar los materiales en el mercado, bajo un discurso honesto y coherente, que haga sentido tener un producto hecho con este material biodegradable.
Si la investigación produce innovación ¿qué faltaría por hacer para que haya más proyectos como Circular en la educación pública en México?
Axel Gómez: La vinculación con empresas es el factor detonante del tridente de desarrollo económico (la academia, la industria y el gobierno). Dicho tridente actúa como engranaje de desarrollo en toda sociedad y toda economía sana. La vinculación entre empresas y universidades (especialmente “startups”) detona el movimiento de dicho engranaje. Por lo que el incentivar este tipo de vinculaciones tendrá un gran beneficio en los tres componentes del tridente. El diseño como concepto sigue sin profesionalizarse lo suficiente en México, las empresas y el gobierno aún no terminan de considerarlo como un valor indispensable.
Mientras esto no suceda, las empresas no confiarán ni invertirán en este tipo de programas o vinculaciones. Como gremio debemos seguir acercándonos a otras disciplinas para ampliar nuestro alcance e impactar más y mejor. El diseño no cambiará el mundo pero estoy seguro de que es muy necesario en las cadenas de valor que si lo hacen.
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FOTOS: Cortesía
TEXTO: Aarón Hinojo
Fecha de Publicación:
Viernes 09/08 2019
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