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¿CUÁLES SERÁN LOS RETOS DEL DISEÑO DE LA ROPA INFANTIL EN EL FUTURO CERCANO?

Basta con ver los memes de bebés y niños en pinturas antiguas para entender que la concepción de la infancia es algo muy reciente en la historia de la humanidad. Por mucho tiempo, los niños solo eran pequeñas formas de adultos, los cuales debían adaptarse a esa «pequeña adultez» en lugar de detenerse a estudiar las particularidades de su desarrollo.

Realmente fue hasta el siglo XVII cuando se comenzó a pensar en los niños como entidades autónomas y el romanticismo del siglo XVIII llegó a consolidarlo. La baja en mortalidad de los niños, la educación especializada y las nuevas garantías en derechos infantiles forjaron el camino de la infancia como la conocemos hoy; y abrió paso a categorías de objetos diseñados a su tamaño y a cada una de sus etapas de crecimiento.

¿Niño o niña?

Si al principio los niños estaban vestidos con versiones pequeñas de la ropa de adultos, con el paso del tiempo la ropa infantil se fue inclinando hacia representaciones de inocencia, ternura y, ¿por qué no?, expectativas de los padres sobre los hijos. Así, el peso del binarismo en la mayoría de las sociedades modernas volvió costumbre que las decisiones sobre los objetos que rodean desde el inicio a un bebé comiencen con determinar el género. 

Hoy por hoy, la categoría de prendas infantiles sigue estando polarizada entre el rosa y el azul, y en muchos casos entre temas que pueden relacionarse más con un género sobre otro: flores vs. coches, princesas vs. héroes. Además, en muchos casos la categoría infantil femenina cuenta con piezas más sexualizadas que su contraparte masculina. Algunas marcas como la mexicana Veo Veo han buscado reducir esta brecha con diseños que se inspiran en temas neutrales, como los sueños, los xolos o los limones. 

Quizás en años recientes también ha contribuido la creciente tendencia de las fiestas de gender reveal, donde a través de dinámicas como tronar un globo o cortar un pastel, el color que resulta ya sea rosa o azul, anuncia si estás esperando niña o niño, respectivamente. Polvos Holi, una compañía mexicana que formula polvos de colores no tóxicos y biodegradables,  ofrece opciones como disparadores de polvo, cubetas de 5 kg del color de tu elección o pelotas de varios deportes que truenan al contacto. Pero ¿qué tan pertinente es un ritual que pone tanta importancia a este tema, para anunciar la llegada de una de las generaciones que menos va a distinguir entre géneros?

La generación alfa

A aquellos nacidos a partir del año 2010 se les asignó el nombre de «generación alfa». Quizás algunos hijos de millennials y hermanitos de los centennials, serán la generación más sana y por ende la más longeva en la historia. De acuerdo con los expertos, vendrán a ocuparse de todos los temas que hoy nos parecen necesarios: salud, cambio climático y discriminación. 

Diversidad es la palabra clave de este demográfico, en cuanto a religión, raza y género, por lo que se espera diluir diferencias causadas por cualquiera de esas razones. De esa manera, encasillar las ropa en dos categorías y seguir marcando la línea de género pudiera ser un error para las marcas, no solo de ropa sino de productos infantiles en general.

De acuerdo con algunos mercadólogos, toda la comunicación, imágenes, productos y objetos en torno a la generación alfa tendrán que adaptarse a su realidad. Un ejemplo de ello podrían ser los juguetes relacionados con los empleos: si bien antes los veíamos relacionados con aquellos tradicionales como policía, bombero o médico, etc, en poco años habría que adaptar a las aspiraciones de esta generación a ser gamer o Youtuber (las más populares en las encuestas).

La ropa del futuro

Por un lado, la ropa infantil comienza a reafirmar nuestra identidad y a generar una relación entre aquello con lo que queremos identificarnos ante el mundo y la respuesta que el mundo nos da de esta imagen; pero por otro, para muchos niños sigue siendo un reto reafirmarse más allá de la ropa. Por ejemplo, hasta este momento solo los estados de Jalisco y Oaxaca permiten el cambio legal de nombre e identidad de género. Más allá de la oferta de ropa infantil, hay mucho trabajo por hacer para que los niños de hoy y del futuro vivan su identidad con plenitud.

Al final de esta década de los veinte, la generación alfa comenzará la vida adulta, con todas las implicaciones que eso conlleva: tomarán decisiones en el campo laboral, crearán leyes e iniciativas en lo público y lo privado; y educarán a las generaciones siguientes. Solo queda esperar que la rezagada industria de la moda les siga el paso.


  • TEXTO: Natalia Silva

Fecha de Publicación:
Viernes 30/04 2021