Día Nacional del Tequila

Mucho se ha hablado sobre los procesos, historia y clasificaciones del Tequila. Pero, en el marco del primer Día Nacional del Tequila, ¿por qué la necesidad de dedicar una fecha en específico a esta milenaria bebida? 

Es importante mencionar que existe un Día Internacional del Tequila, celebrado el 24 de julio. Entonces, ¿por qué el día nacional del tequila viene después? La Cámara Nacional de la Industria Tequilera garantizó con la denominación de origen que sólo en nuestro país, se pueda producir tequila. A pesar de esto, el principal consumidor es Estados Unidos, seguido por México y con el mercado asiático -específicamente Japón- acercándose de una manera abrumante. 

Durante años el tequila se vio como una bebida para ser consumida en exceso. Muchas películas, producciones hollywoodenses, involucraban al tequila en escenas donde se bebía en interminables shots y cuyo principal propósito era embriagarse. Este estigma permeó a nuestro país y afectó la manera en que se ve a la bebida. 

La intención con la creación del Día Nacional del Tequila, es invitar a los mexicanos a involucrarse en la historia, procesos y consumo responsable de una bebida que es parte de nuestro acervo cultural. 

El tequila es un reflejo de nuestra cultura e historia. Desde sus inicios en los pueblos originarios, su relación con el crecimiento económico durante la colonia, su producción clandestina durante la prohibición y la relación de las principales casas tequileras en la guerra cristera, el tequila ha estado presente. 

Muchas de las principales casas siguen perteneciendo a familias, conscientes de la producción y tradición que involucra. Algunas etiquetas aún realizan procesos artesanales, si no en la totalidad, en gran parte de la producción. A diferencia de muchos destilados, las plantas de producción están abiertas a los visitantes que busquen aprender sobre la bebida. 

¿Cómo ser un consumidor responsable? 

Stelios Papadopoulus, Embajador Internacional del Tequila, marca como primer punto el educarse. Los consumidores están más preocupados ahora por saber qué es lo que consumen. Antes las marcas invertían millones en publicidad que hacía ver bien a su producto y el bebedor consumía por imagen. Ahora nos enfrentamos a un público que agradece la transparencia de procesos y quiere saber más de lo que existe detrás de la etiqueta. 

Otra tendencia que va en aumento es como un consumidor antes prefería pagar poco por muchos tragos. Ahora, prefiere pagar un precio razonable -tal vez alto en comparación- pero que es transparente y responsable en sus procesos. 

Y aquí es dónde algunas marcas encuentran un nicho para introducir opciones de tequila premium al mercado de Lujo.

Es importante también conocer nuestro paladar y buscar la etiqueta o categoría que mejor vaya con nuestros gustos. Stelios recomienda analizar los aromas y sabores para elegir de manera adecuada. En un bar o una casa tequilera pueden ayudar. Tal vez se prefiere notas frescas o cítricas, en ese caso un blanco o joven es buena opción. Si el gusto va más a especiados los reposados y añejos son mejor opción, estos últimos pueden llegar a sabores terrosos o amaderados. También están los extra añejos, que pueden llegar a ser dulces y suaves al gusto. 

La ocasión puede también influir. Los jóvenes o blancos se emplean más en la elaboración de cocteles y ocasiones casuales. Los reposados, añejos y extra añejos se pueden disfrutar derecho o en las rocas mientras se lee un buen libro o se tiene una tranquila plática. 

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Es importante conocer nuestro paladar, aprender sobre el producto y elegir el tequila que se adapte mejor a nosotros. Esto, para vivir una grata experiencia que no resulte en una resaca al día siguiente.