LOS MUEBLES NO SON NEUTRALES, CARGAN SIGNIFICADOS, SOSTIENEN CUERPOS PERO TAMBIÉN MEMORIAS Y SABERES QUE SE TRANSMITEN EN SILENCIO, COMO CICATRICES INVISIBLES EN LA VETA DE LA MADERA
En México, las grandes cosas comienzan con las manos. Con esa premisa nació en 2014 Taller Nacional, un proyecto que hoy cumple 10 años y que ha convertido al mobiliario en un vehículo para contar historias, crear comunidad y resignificar el diseño desde la visión mexicana.
Lo que inició como un pequeño taller se transformó en un espacio de experimentación, colaboración y oficio que ha dejado huella en casas, restaurantes, hoteles y recintos culturales dentro y fuera del país. Para Luis y Gabriel Arredondo, fundadores del estudio, diseñar nunca ha sido un ejercicio puramente estético.
Un camino tejido entre manos, materiales y comunidad
A lo largo de este tiempo, Taller Nacional ha dado forma a ocho colecciones y ha colaborado en proyectos que cruzan disciplinas y contextos. Sus muebles habitan restaurantes, hoteles y espacios culturales que se extienden desde la Ciudad de México hasta Nueva York, Los Ángeles y Madrid.
El recorrido es amplio, mesas y sillas que hoy se encuentran en lugares como Botánico, Masala y Maíz, Baldío (guía Michelin), Limantour (50 Best Bars) o en hoteles como Camino Real, Xcaret y Soho House Cabo. También destaca el mobiliario creado para el restaurante del MUAC y su participación en la exposición Una modernidad hecha a mano, curada por Ana Elena Mallet.
Para los hermanos Arredondo, todo esto ha sido parte de un mismo gesto: escuchar al material, trabajar con manos expertas y proponer un lenguaje que no busca copiar tendencias, sino construir un diseño con raíces mexicanas.
Una celebración que abre nuevas puertas
Lejos de ser un simple recuento, el décimo aniversario se convierte en un punto de partida para lo que viene. Este 2025, Taller Nacional presenta cuatro iniciativas que marcan un nuevo ciclo:
Comienzan con una identidad visual renovada, creada junto al estudio Sodio, que refleja la madurez del proyecto. Esto incluye también un sitio web vivo y dinámico, pensado tanto como archivo como plataforma digital para los próximos pasos.
Por otro lado, cuentan con una exhibición retrospectiva, abierta al público del 9 al 19 de octubre, donde reúnen piezas emblemáticas que narran esta primera década de trabajo.

Muebles como pretexto para contar historias
Uno de los aspectos más destacados de este recorrido es que, aunque todo gira en torno al mobiliario, los fundadores insisten en que las piezas son solo un medio. “Lo esencial ha estado en las conexiones y en las historias compartidas, en la posibilidad de que cada proyecto genere un espacio común”, explican.
Ese espíritu atraviesa su manifiesto de aniversario: los muebles no son neutrales; cargan significados, sostienen cuerpos y también memorias y saberes que se transmiten en silencio, como cicatrices invisibles en la veta de la madera.
Un llamado a ser parte de la siguiente década
La retrospectiva no es un cierre, sino una invitación. Taller Nacional celebra lo construido, pero, sobre todo, lo que está por venir. Su propuesta sigue siendo fiel a un principio: diseñar con respeto por el oficio, los materiales y la comunidad que da vida a cada objeto.
En octubre, el público podrá recorrer la exposición en la Ciudad de México y descubrir cómo el diseño mexicano, cuando nace del taller y de la escucha, puede convertirse en un manifiesto vivo.
Diez años después, Taller Nacional recuerda que no celebra el pasado: celebra lo que todavía es posible imaginar.
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Texto: Redacción Coolhuntermx
Fotos: Cortesía
Fecha de Publicación:
Martes 7/10 2025
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