DOCUMENTAR LA HISTORIA Y LA LUCHA DEL FEMINISMO EN MÉXICO.
México atraviesa por uno de los momentos más lastimosos a nivel social y más álgidos en cuestión política y económica; envuelto en una compleja crisis sanitaria, la pandemia ha permitido ver y no ver, aquello que ya estaba resquebrajado y apunto de romperse. Y la labor de las fotoperiodistas mexicanas ha sido clave para no perder de vista la historia y la lucha de las mujeres en México.
Con el pasar de los años y las administraciones, el feminicidio en México no ha disminuido y por el contrario, se ha agudizado. Desde sus antecedentes en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde comenzaron a encontrar a mujeres víctimas de feminicidio en los años 90; la tipificación en los códigos penales como delito de feminicidio no se llevó a cabo hasta 2012. En 2015 la lucha de Irinea Buendía sentó un precedente con la detención bajo este cargo del asesino de su hija Mariana Lima; y cuyo caso sigue sin sentencia.
En 2016 el número de mujeres asesinadas por día eran 7; mientras que a principios del 2020 ascendió a 10 víctimas y tras la cuarentena, los casos de violencia contra las mujeres aumentaron. Y la respuesta del gobierno en turno ante este compleja situación fue la campaña de comunicación “Cuenta hasta 10” lanzada durante el mes de mayo.
Cuando se trata de buscar justicia, el proceso para los familiares de las víctimas consiste no sólo en volver a revivir el dolor; sino también la impotencia ante una falta de respuesta para castigar a los culpables. Incluso la complicidad de las autoridades para entorpecer estos procesos. La toma de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de la Ciudad de México el 4 de septiembre por parte de las madres y familiares de las víctimas de abuso y feminicidio; nos habla de un acto con enorme significado. Capturado por fotógrafas que no solo registran, también acompañan. Hacer fotoperiodismo desde el feminismo ha sido importante para cubrir movilizaciones entre mujeres y también evidenciar, que el talento persiste para aminorar la brecha género en el periodismo.
Hace unos días, la periodista Ale Piña hizo un hilo de twitter para destacar la labor de fotógrafas como Ángeles Torrejón, Victoria Razo, Claudia López, Fabyola Rosales y Gladys Serrano, entre otras. A través de sus ojos vemos de cerca la migración, los movimientos feministas, la búsqueda de la justicia y la protesta. Pero sobre todo, nos invitan a no olvidar.
La historia de la toma de las instalaciones y la ahora Casa Refugio Ni Una Menos, al que también se unieron colectivos feministas, está documentada por las fotoperiodistas Andrea Murcia, Graciela López, Leslie Pérez, Sashenka Gutiérrez y Silvana Flores; quienes prefirieron evitar entrevistas para no perder de vista las exigencias de los familiares de las víctimas. Leslie, Lucía Flores y Quetzalli Nicte Ha también tomaron registro de la toma de la Visitaduría General de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem). Algunas de estas fotógrafas también forman parte de la Colectiva Violetas Taro con la inquietud de seguir y caminar juntas en esta profesión.
Durante el Anti-grita, este pasado 14 de septiempre, se hizo un llamado no para celebrar las fiestas patrias con el ¡Viva México! sino para gritar juntas ¡Ni una menos!
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FOTOS: Crédito al pie de foto
TEXTO: Cristina Cruz
Fecha de Publicación:
Martes 15/09
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