HACEMOS UN BREVE ANÁLISIS SOBRE LA EVOLUCIÓN Y SITUACIÓN ACTUAL DE LA EDUCACIÓN EN MODA DE NUESTRO PAÍS

Históricamente podríamos hablar de educación de moda en México desde hace más de 100 años. La Corregidora es una institución que data de la época de la colonia, dónde las religiosas instruían en los oficios necesarios a las niñas de alta sociedad. Posteriormente con las reformas de Juárez, la escuela pasó al estado, continuó siendo exclusiva para mujeres y se enseñaban ahí artes y oficios. A finales del Porfiriato la escuela adoptaría el nombre y la oferta académica que la caracterizaría los siguientes años. En aquel entonces el principal objetivo era enseñar a las mujeres sobre la confección de prendas de vestir.

En 1922 se enseñaba bordado a mano, realización de flores artificiales y repostería. Además los oficios de diseño de modas -si, con s-, sastrería, elaboración de lencería y de guantes y sombreros; además de tratado de la piel. Con el paso de los años se vincula a las estudiantes con los almacenes de El Palacio de Hierro y El Puerto de Liverpool, con la finalidad de asegurar oportunidades de trabajo. Para 1938 la matrícula cambia ofreciendo carreras de Modista, de Sastre, de Guantes, de Sombreros, de Botonería, Corsetería y Lencería. 

Actualidad

En la actualidad el Cetis No. 9 ofrece los bachilleratos técnicos en Diseño de Modas -aún con s-, y de Producción de Prendas de Vestir. Y hago este recorrido histórico para señalar que aunque podríamos hablar de antecedentes en la educación de moda, en su mayoría se enfocaban en capacitar mano de obra y no en la capacidad creativa.

Ana Gómez mencionaba en el lanzamiento de Archivo Moda Mexicana el año pasado que México tenía potencial para ser una fuente creativa y no sólo de mano de obra. Pero la realidad es que la industria de la moda en nuestro país está aún en proceso de consolidación. ¿cómo ofrecer oportunidades creativas a jóvenes estudiantes en una industria informal? 

Parte del cambio en que ahora los estudiantes y egresados de las carreras relacionadas en la industria de la moda esté cambiando a un camino más creativo es el contexto socio-económico de los mismos. La realidad es que en nuestro país estudiar alguna de estas licenciaturas, cursos o posgrados requiere de una fuerte inversión económica. Son pocas las instituciones públicas que cuentan en su matrícula con estas opciones -la Universidad de Guadalajara, por ejemplo-. 

Instituciones privadas y especializadas

CENTRO en Ciudad de México, Anáhuac en Querétaro o CEDIM de Monterrey ofertan opciones académicas pero que representan una opción no apta para cualquier nivel económico. Sus currícula es buena y capacitan más allá de sólo el diseño y la confección. Han entendido la importancia de la educación integral: desde administración, comunicación e historia.

Existen también universidades especializadas como Janette Klein, Instituto Marangoni o el IES Moda Casa de Francia. Estas instituciones procuran vínculos con plataformas, empresas y diseñadores para facilitar el desarrollo profesional de sus suscritos.

Los egresados de estos centro universitarios salen en su mayoría con la visión de tener una marca propia en lugar de ser empleados por alguien más. Existe potencial creativo en ellos, pero aún se necesita de personas capacitadas para la manufactura. Aún así existe cierto estigma sobre las oportunidades laborales terminando la universidad. 

Para la Maestra Abril González Rosales Directora de la Licenciatura en Diseño Textil y de Moda en CEDIM su experiencia le ha enseñado que poco a poco los alumnos llegan más informados a las entrevistas para ingreso. En un principio la matricula mermaba con el paso de los semestres ya que muchos consideraban que era una carrera fácil. Pero ella siempre advierte que esta carrera necesita el mismo profesionalismo y compromiso que cualquier otra de su oferta. 

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La industria está cambiando, y probablemente sean los estudiantes quienes serán responsables de consolidar dicho cambio. Con personajes en la industria más informados y comprometidos con encontrar una voz propia e involucrarse no sólo en el diseño sino también en la comunicación, comercialización y producción; el futuro es prometedor.

Será responsabilidad de las universidades continuar creando los vínculos y ofrecer las herramientas necesarias para mejorar la educación de moda en nuestro país. Pero es también responsabilidad de la industria contar con la formalidad necesaria para recibir profesionales en la industria.



Fecha de Publicación:
Miércoles 15/05 2019