SANTA MARÍA DEL ZAPOTE, S.A DE C.V. NACE COMO LA PRIMERA INMOBILIARIA EJIDAL DEL PAÍS. ES UN NUEVO MODELO DE NEGOCIOS QUE BENEFICIA A EJIDATARIOS Y MILLENNIALS CON UNA INVERSIÓN DE MIL MILLONES DE PESOS.

La Urbanizadora Santa María del Zapote, S.A de C.V, cobijada por la Unión de Organizaciones del Campo del Estado de Querétaro, A.C, nace como la primera inmobiliaria ejidal del país. El proyecto arrancó operaciones en 2020 gracias a la inversión inicial de los ejidatarios queretanos. Esta inversión asciende a mil mdp aportados en tierras, maquinaria y capital. Tiene como objetivo ser los ejidatarios quienes desarrollen sus tierras de manera justa, solidaria, organizada y respetuosa con las comunidades y el medio ambiente. El primer proyecto ya se desarrolla en Juriquilla, Querétaro. 

Aprendimos que la manera más eficiente de hacer frente al crecimiento urbano, evitar el despojo y garantizar beneficios para nuestras comunidades es ser nosotros mismos quienes desarrollemos nuestras tierras

Francisco Perrusquía, presidente de la Unión de Organizaciones del Campo del Estado de Querétaro, A.C.

El ejido mexicano como un proyecto que continúa en evolución

“Aquí no teníamos manera de salir adelante, por eso decidí irme a los Estados Unidos. Pasé veinticinco años trabajando en los estados de California, Georgia e Illinois. Uno deja todo aquí, su familia, sus tierras, sus costumbres, es una vida muy solitaria la que se lleva como migrante. Trabajando por esos rumbos uno conoce otras realidades y se da cuenta de muchas cosas: de qué vive la gente, quiénes son los dueños de las tierras, cómo las trabajan y cómo se organizan para echar a andar proyectos de beneficio común para sus comunidades”

Isidoro Ortiz, campesino originario del ejido El Zapote en el municipio de Querétaro y miembro del consejo de administración de Urbanizadora Santa María del Zapote, S.A de C.V.

El ejido mexicano es un proyecto centenario que continúa en evolución. Concebido en 1915, como respuesta a la demanda de los campesinos para la repartición de tierras. Fue enarbolado por Zapata y Carranza, quienes promovieron el ejido como alternativa para terminar con el modelo de acumulación que representaban las haciendas. La relevancia actual del ejido gira en torno a los 15 millones de mexicanos —el 12% de la población nacional— que según el Banco Mundial dependen directamente de los derechos ejidales como medio de subsistencia.

“Es cierto que los ejidatarios de mi generación tenemos pocos estudios, pues tuvimos que migrar desde chamacos para buscarnos la vida. Sin embargo, al vivir del otro lado aprendimos que algunas de las soluciones comunitarias que se usan allá (en Estados Unidos y Canadá) también pueden aplicarse aquí“, puntualiza Ortiz, “Es por eso que al regresar a nuestras tierras, mis compañeros y un servidor llegamos abiertos de mente. Y no solo nos trajimos nuevas ideas sino las ganas para aplicarlas”.

“La mayoría de los ejidatarios de hoy en día no son como los de antaño. Ahora vemos gente joven, profesionista, abogados, contadores, técnicos, ingenieros; ellos no aceptan lo que nosotros nos vimos obligados a tolerar por ignorancia y necesidad: que las tierras se vendan a precios ínfimos para que sean otros quienes las desarrollen y disfruten los beneficios”.

La encrucijada por la propiedad de la tierra

Autoridades y magnates actúan como compadres, repartiéndose los negocios creados gracias a la compra de tierras ejidales a precios ridículos. Esto se acabóEl objetivo que  las organizaciones del campo perseguimos al apoyar la creación de la inmobiliaria ejidal es que finalmente seamos nosotros quienes tengamos la oportunidad de desarrollar las tierras, competir en el mercado y obtener los beneficios”.

Francisco Perrusquía, presidente de la Unión de Organizaciones del Campo del Estado de Querétaro, A.C.

Según el Registro Agrario Nacional (RAN) en México hay 3.5 millones de ejidatarios, repartidos entre 27,144 ejidos y 2,330 comunidades. Hoy en día, los ejidatarios poseen 103 millones de hectáreas, lo que representa el 55% del territorio nacional. Situación que los coloca como grupo de interés esencial para la toma de decisiones en materia de desarrollo agrario, territorial y urbano. 

A pesar de ser los dueños de las tierras, los ejidatarios han sido excluidos sistemáticamente de los procesos económicos que derivan en la creación de los grandes proyectos de infraestructura y la expansión de las urbes mexicanas. Esto refleja la grave desigualdad que impera en el país. Hasta ahora, quienes dirigen el sistema político y económico han permitido, e incluso promovido, todos los procesos de despojo que facilitan a los grandes promotores urbanos amasar fortunas gracias al desarrollo de las tierras ejidales. De esta manera se excluyen a los ejidatarios de cualquier beneficio real. 

“A los ejidatarios se nos ha dicho hasta el cansancio que son los empresarios quienes tienen el derecho de llevarse los grandes beneficios de las tierras puesto que son ellos quienes corren los riesgos al invertir el capital que se requiere para desarrollarlas. Finalmente abrimos los ojos y nos dimos cuenta que entonces debíamos ser nosotros quienes nos convirtiéramos en empresarios, para que los beneficios se queden en el ejido”.

Un nuevo modelo de negocios que beneficia a ejidatarios y millennials

“El modelo de inmobiliaria ejidal es una herramienta empresarial comunitaria que resuelve tres problemáticas sociales graves: el despojo de tierras ejidales, la depredación ambiental y la oferta negativa de soluciones de vivienda accesible para grupos de población con dificultades para adquirir un patrimonio, como los llamados millennials”.

Carlos Zúñiga, ejidatario y abogado especialista en derecho agrario y presidente de la Urbanizadora Santa María del Zapote, S.A de C.V. 

La mayoría de los ejidatarios del país desconoce que la Ley Agraria vigente les permite  llevar a cabo alternativas empresariales en beneficio de sus comunidades, como son la urbanización. El desconocimiento y la pobreza son el campo de cultivo que permite que los ejidatarios accedan a vender sus tierras a promotores urbanos tradicionales, quienes en la mayoría de las ocasiones las adquieren a precios muy por debajo de su valor de mercado; conducta que les permite acumular grandes ganancias a costa de la calidad de vida de las familias y comunidades de ejidatarios. 

Una alternativa eficiente a esta grave problemática social es que sean los ejidatarios quienes impulsen sus propios proyectos de desarrollo y urbanización. Esto en medida de sus posibilidades y en congruencia con las necesidades de sus comunidades. Entre los ejidatarios actuales existen técnicos financieros y legales que pueden impulsar innovación dentro del sector. “Queremos mostrar a otros compañeros ejidatarios de todo el país que con la ayuda de nuestros hijos, nuestros jóvenes, existen alternativas de vida más allá de vender las tierras por hambre y desesperación”, señala Zúñiga. 

La tierra como principal activo de la inmobiliaria ejidal

En el ámbito del ejido existe una extrema necesidad de innovación y emprendimiento que detone un mejor aprovechamiento de su principal activo: la tierra. Esta premisa es la que da origen a la Urbanizadora Santa María del Zapote como la primera inmobiliaria ejidal del país. 

“Al vender nuestras tierras a los grandes constructores perdemos cualquier oportunidad de una vida mejor; pues entre deudas, urgencias y necesidades el dinero que nos pagaron se acaba en un par de meses. ¿Y después qué?, nos quedamos sin tierra, sin dinero y en una pobreza aún más profunda que la que nos obligó a vender en un principioAl estudiar el mercado nos encontramos con que la gente menor de 35 años está teniendo graves problemas para adquirir su casa, puesto que las condiciones laborales del país no les permiten ganar lo suficiente. Por eso decidimos que los proyectos que desarrollemos en la inmobiliaria ejidal pongan la oportunidades de una casa al alcance la gente joven”

Francisco Perrusquía, ejidatario y presidente de la Unión de Organizaciones del Campo del Estado de Querétaro.

Sin embargo, los retos para esta inmobiliaria ejidal de reciente creación son enormes. “Nos hemos enfrentado a situaciones difíciles con algunas autoridades, pues sabemos que reciben presiones para que sean los grandes constructores quienes continúen desarrollando todas las tierras. Entendemos que hay resistencia al cambio, pero a los gobiernos también les conviene que los ejidatarios tengamos una mejor calidad de vida. A las autoridades las invitamos a hacer equipo, pues tenemos derecho de competir en el sector inmobiliario”, concluye Isidoro Ortiz, ejidatario y miembro del consejo de administración de Urbanizadora Santa María del Zapote, S.A. de C.V. 

Impacto ambiental y cuidado de la tierra

En materia ambiental, su compromiso va más allá de la regulación y las modas, afirman, pues sus prioridades apuntan al cuidado de la tierra, el agua, la vegetación y los animales que habitan o pasan por sus ejidos. “Como ejidatarios vivimos por y para el campo. Entendemos cómo hay que cuidar la tierra y la hemos preservado con dedicación por generaciones. A las personas que ahora llaman ambientalistas las vemos como compañeras y aliadas para proteger la naturaleza, su opinión nos importa”, apunta. 

“Si decidimos que los proyectos de la inmobiliaria ejidal sean responsables con la ecología es porque nuestro arraigo está en la tierra, no en el concreto. Hemos estudiado que nuestras urbanizaciones sean ambientalmente responsables más allá de cualquier obligación impuesta. En el caso del proyecto que estamos desarrollando en Juriquilla el 57% de la extensión será área verde de uso común.” señaló Adalberto Hernández Rosas, presidente de la Unión de Ejidos del Municipio de Querétaro “Emiliano Zapata”. 

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La primera fase del desarrollo inmobiliario se realiza actualmente en Juriquilla, Querétaro y está valuada en 7 mil mdp. A través de él la compañía ha puesto a la venta 8 mil lotes (terrenos residenciales y comerciales), de los cuales ya ha colocado 1,600. El lote promedio ofrece 130m2 de extensión a un costo de 400 mil pesos. La modalidad de pago parte de un enganche del 10% y mensualidades de alrededor de 3 mil pesos por un plazo de 10 años.

“Queremos motivar a compañeros ejidatarios de todo el país a que no decaigan, a que trabajemos juntos para hacer crecer la inmobiliaria ejidal, es bueno que ellos sepan que otras realidades para vivir mejor son posibles. Acá en Querétaro nos sentimos muy contentos con la inversión de 1 mil mdp que estamos anunciando el día de hoy para acelerar nuestro proyecto en Juriquilla, que al día de hoy lleva un 20% vendidoSin embargo lo más satisfactorio para nosotros es que el proyecto de la inmobiliaria ejidal ha hecho que la gente más joven que hay aquí en los ejidos vea futuro y decida quedarse en su tierra”.

Carlos Zúñiga Vargas, ejidatario y presidente de la Urbanizadora Santa María del Zapote, S.A de C.V.

Urbanizadora Santa María del Zapote, S.A de C.V es el sueño colectivo de 50 ejidatarios fundadores. Se han abierto el camino a 270 ejidatarios más, para competir en el mercado inmobiliario nacional de manera colectiva. Esto con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus comunidades y familias a partir del aprovechamiento de su principal activo, la tierra; herencia viva de la Revolución Mexicana. 


  • TEXTO: Bob J. Barraza

Fecha de Publicación:
Martes 17/08 2021