EL DESAMOR, LA POBREZA, ENEMISTADES, INFIDELIDAD, EL ESTUDIO Y LOS NEGOCIOS SON LOS PROBLEMAS QUE LOS LEGÍTIMOS POLVOS PROMETEN RESOLVER.

Lunes 31/07 2017

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FOTOS: Cortesía
TEXTO: Aldo Solano Rojas

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Estos artículos mágicos son, eso mismo, polvos que se rocían en el cuerpo del enemigo, el amor deseado o en el propio, a veces en el lugar de trabajo para ahuyentar personas “que perjudican” o en amuletos y en la ropa. Qué contienen es difícil de saber, se trata de misteriosos productos que no tienen ningún tipo de etiqueta que señale su procedencia ni sus ingredientes.

Los legítimos polvos se empacan en rudimentarios sobres de papel impreso que señalan el nombre –con una muy literal ilustración– en el anverso y con el modo de empleo en el reverso.

Las ilustraciones de los legítimos polvos, así como las instrucciones son de muy baja calidad, se trata de impresiones básicas, muchas veces mal justificadas y con faltas de ortografía. Esta constante en los legítimos polvos da muestra de un involuntario “estilo” que es consistente en prácticamente todas las variaciones de este remedio mágico. Cuando se les aborda fuera de su campo de acción tradicional se les ha catalogado como kitsch o como expresión popular, sin embargo los legítimos polvos son una buena fuente de información de la idiosincrasia de las clases populares y del “no-diseño” mexicano.

A pesar de su gran distribución en el país y su arraigo en la cultura popular, la procedencia de las imágenes es todo un misterio; es muy fácil pensar que forman parte del folclore mexicano, sin embargo hay legítimos polvos en España, Perú y Estados Unidos. Lo austero y rudimentario de los diseños hace aún más difícil ubicar su procedencia, más aún cuándo fueron diseñado. La mayoría de las imágenes son de diseños inciertos y de bajo perfil, sorprendentemente no son plagio de ilustradores o de personajes conocidos, por lo que se vuelve un misterio.

Algunos legítimos polvos aluden a naipes, símbolos esotéricos y a grabados del siglo XIX, mientras que otros utilizan referencias que podemos ubicar, a partir de la vestimenta y peinados de los personajes hacia finales de la década de 1960. Esto no quiere decir que los diseños sean de esas épocas, además, a veces se mezclan libremente elementos de unos con otros.

La constante producción de los mismos diseños aumenta esta incertidumbre, junto con un diseño que se podría decir “neutro” y atemporal contamos con una selección de tipografías poco conocidas y a veces muy deformadas.

Los legítimos polvos sirven como evidencia de los problemas que afectan a las clases bajas que los consumen, y cómo los enfrentan. También nos hablan de un mundo mágico en el que todas las devociones conviven, con referencias judeocristianas, santeras, chinas, satánicas, prehispánicas y místicas en general. Estos productos han sobrevivido tal cual, sus diseños no se han modificado prácticamente nada, esto puede ser debido a la poca exigencia en cuanto a diseño por parte de los clientes o al poco presupuesto para eso, después de todo los legítimos polvos obedecen a las necesidades de las clases bajas y su diseño es parte de un código de consumo entre el productor y el consumidor.

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