UNO DE LOS INTEGRANTES DEL IMAGINARIO COLECTIVO MEXICANO ES EL SALERO EN FORMA DE JITOMATE, OMNIPRESENTE EN FONDAS, TAQUERÍAS Y HASTA EN LOS PUESTOS DE QUESADILLAS.
Viernes 30/06 2017
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FOTOS: Cortesía
TEXTO: Aldo Solano Rojas
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Este objeto es un diseño mexicano producido con algunas variaciones por varias fábricas de productos de plástico inflado. A pesar de la nula promoción y presencia en la publicidad histórica –por tratarse de un producto barato y dirigido hacia las clases populares– podemos rastrear el nacimiento y popularización de este modelo a finales de la década de 1960. Este salero empieza a aparecer, junto con sus hermanitos los barriles y el balón de futbol, en películas y telenovelas, siendo toda una estrella en el llamado cine de ficheras.
Siendo un clásico del diseño mexicano, podemos rastrear la idea de un salero en forma de jitomate fuera de México y hasta la década de 1940. Grandes fabricantes y diseñadores en Estados Unidos se inspiraron en diseños japoneses para productos y accesorios de cocina, y durante la ocupación estadounidense de ese país aprovecharon para fabricar un gran volumen de piezas.
Hay que decirlo, la idea de un salero en forma de una fruta no es algo muy difícil de tener, existen saleros en forma de jitomate y de otros ingredientes y materias primas en básicamente todo el mundo, el caso del jitomate es especialmente exitoso, por su color y fácil identificación; hay saleros de plástico en forma de esta fruta de producción soviética, aunque tardíos (1980), saleros promocionales de fabricantes de ketchup desde la década de 1940 en Estados Unidos.
Desde 1949 fabricantes de cerámica como Holt Howard o McCoy Ceramics vendían con mucho éxito el modelo jitomate. El jitomate fue uno de los modelos más exitosos de las líneas línea de frutas y verduras; habiéndose inspirado en otras fábricas menores de décadas anteriores Holt Howard reformuló estos diseños, lo que le aseguró largo éxito por muchas décadas.
Así pues, a finales de la década de 1960 el salero jitomate plástico empieza a inundar las casas de clases bajas y los puestos de comida popular; esto como parte de un boom de los productos plásticos baratos, recordemos los juguetes, trastes, y accesorios de plástico inflado, productos baratos, cuasidesechables y que por su rudimentaria fabricación conservaron moldes y formas arcaicas, incluso pasadas de moda.
El salero jitomate tiene algunas variaciones, a veces la tapa es en forma del rabo con hojas de la fruta, otras es sólo una tapa pero color verde. A veces el fruto está estriado, otras es sólo una esfera. Todos de plástico inflado en algunos casos más brillante, en otros opaco. Pocos son los saleros que tienen un sello de la fábrica productora, estos son los más recientes. El autor, así como el fabricante original de este diseño no han podido ser identificados. Algo constante en este tipo de diseños pensados para ser productos muy baratos y de consumo popular fue la no relevancia de la autoría, y por lo efímero de las fábricas, la ausencia de marcas en sus productos.
Se puede decir que el modelo original de saleros de jitomates de porcelana y cerámica fue reformulado en México para una producción y consumo masivos por parte de la inmensa clase baja, esto fue altamente exitoso ya que no sólo es un clásico del diseño mexicano, sino que se sigue vendiendo a grandes volúmenes y en todo el territorio nacional.
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