Somos de Otro planeta

Después de días viendo señales en redes, Doritos activó su universo “Somos de Otro Planeta” en una noche que superó las expectativas con una experiencia inmersiva que combinó moda futurista, sabores cósmicos y música de otro planeta.

El Antiguo Hotel Reforma se transformó en una especie de nave espacial. Desde la entrada, humo rojo, luces intermitentes y una cápsula espacial te hacían sentir lejos de la Tierra. Ya adentro, el espacio era una mezcla de estímulos: Montañas de Doritos para sumergir en fuentes de quesos de colores imposibles, ramen con Doritos, helado con Doritos, bebidas inspiradas en sabores incógnitos. Todo jugaba con las mezclas inesperadas, como si la regla fuera: lo raro se vale.

La música corrió por cuenta de NSQK, un talento que no cabe en un solo género y que, justo por eso, está rompiéndola. Su set fue íntimo y poderoso, con sonidos que iban del trap al regional, del pop a lo experimental. Una mezcla perfecta con los sabores de la noche, era una celebración a lo distinto. Fue algo especial ver a alguien como NSQK conectar con una audiencia que quiere lo mismo: Moverse libre, crear sin permiso, sonar diferente.

La campaña de Doritos “Somos de Otro Planeta” es una excusa para reunir a personas que no temen destacar. Una comunidad que ya está imaginando otros futuros —en la música, en la moda, en lo que comemos y en cómo habitamos el mundo.

Y sí, esto era Marte. La verdad, nos quedamos un rato más.