UNA REFLEXIÓN SOBRE LAS INTERACCIONES SOCIALES QUE PUDIERAN APROVECHAR LAS ESCUELAS DE DISEÑO PARA FOMENTAR COMUNIDAD Y APRENDIZAJE.

Hace algo de tiempo, previo a iniciar el modelo de Master Classes en Emerge, realicé unas sesiones de entrevistas a diseñadores de tres tipos: estudiantes, recién egresados y con más de 5 años fuera de la escuela. La sesión se dividía en tres:

  1. Una hoja que contenía los perfiles de egreso (esa frase que tiene por finalidad que visualicemos nuestro perfil profesional al terminar de estudiar) de diversas universidades que ofertan diseño en México. Se incluía un perfil ficticio de egreso como si Emerge fuese una especie de escuela formal. Todos eran anónimos y se les pedía a las personas tachar lo que les disgustaba de cada perfil, subrayar lo que gustaba y colocar una marca en el perfil de egreso que les gustaría tener o haber tenido.
  2.  La siguiente parte se compuso de una serie de preguntas rápidas para entender preocupaciones/visiones/acciones/necesidades de los diseñadores que participaban: desde qué utilidad consideran tiene hoy un título universitario en diseño hasta la interacción ideal entre profesor-alumno-escuela.
  3. Por último, un ejercicio donde se le pedía a cada participante hacer una analogía entre su carrera de diseño y una cita de Tinder, pensando en toda la experiencia: desde prospectar la escuela, buscarla en internet, hasta pensar en si volvería a estudiar en esa escuela: ¿por qué le diste swipe a la derecha? ¿Cómo escribía en el chat? ¿En persona era como en fotos? ¿Volverías a salir con esa persona?

                               

Hoy sigo trabajando en traducir toda esta información en insights más claros, pero me parece curioso cómo, en prácticamente el 90% de los casos, las personas en términos de infraestructura mencionaron que les parecía necesario un espacio que fomentara la interacción social, la colaboración, cómodo para colocar una laptop (muchos mencionaron no manejar software que requiera más que eso) (1), se hablaba más de un espacio abierto, que de un taller.

Pero hubo una conversación que detonó una “línea de investigación” (así lo tuve que llamar inicialmente, no lo pensé como bar): “mi escuela ya tiene un taller súper equipado que siempre puedo utilizar”, a lo que intenté replantear la pregunta: “¿y tu escuela no tiene espacios abiertos para colaborar? Supongamos que no estudias ahí, ¿qué infraestructura es la mínima necesaria?”; esta persona respondió de una forma interesante: “a la escuela vas a terminar una carrera, no es el espacio donde terminas colaborando a largo plazo, simplemente porque siempre es lo mismo; falta un espacio social, una especie de bar, pero no puedes tomar en la escuela”.

Entonces se me vino inmediatamente a la mente una imagen: en Octubre de 2015 viajé a Europa de vacaciones (recién me había titulado) y Emerge en ese entonces estaba enfocado a encontrar empresas que quisieran trabajar con diseñadores jóvenes; previo al viaje busqué escuelas de diseño en las que pudiera presentar una ponencia y aprovechar la vuelta. El Copenhagen Institute of Interaction Design me abrió las puertas para dar un lecture sobre Emerge y su sistema de aquel entonces. El CIID era un espacio diminuto, súper bien organizado y cómodo. La directora del instituto, al terminar la charla, se despidió justo después de colocar sobre la mesa algunos cartones de Heineken y dejarnos a alumnos y visitantes para “conocernos y platicar”, generar network. Salimos del CIID pasada medianoche (a otro bar).

La ventaja del diseño es que, en términos de metodologías y sistemas educativos, es muy flexible, tanto que no existe un “marco” específico para enseñarlo (2), como debe existir en una escuela de medicina, por ejemplo. Curiosamente, esta flexibilidad no es generalmente aprovechada por las escuelas para generar un mayor nivel de cohesión entre estudiantes, un network o un bonding, lazos que se verán traducidos en el crecimiento de una nueva comunidad de diseño mucho más diversa, una que dejó desde hace tiempo de ir a los eventos convencionales porque solo son “pláticas con alguien chido” en un “auditorio acartonado” donde a veces “no puedes preguntar algo más en lo corto”.

Esto es crucial, la experiencia social facilita la asimilación de contenidos, fomenta la colaboración sin forzarla. El trabajo a futuro de la mayoría de los diseñadores surgirá a través de estos vínculos. Muy probablemente estos lazos no se generen en ese “auditorio acartonado” escuchando por quinta vez al mismo ponente o en el taller de tu escuela, sino en un bar, entendido no sólo como un espacio para ir y tomar, sino como un lugar de reunión social donde se generan lazos, se discuten los temas comunes, donde el espacio mismo es un caso de estudio a discutir. Strelka Institute en Moscú tiene un modelo educativo que me ha volado un poco la cabeza: tópicos de investigación muy novedosos (hybrid urbanism, the new normal), un programa educativo enfocado a investigación, una editorial increíble (en promedio todos sus ebooks cuestan $60MXN) y claro, un bar que definen así: Strelka Bar is the social heart of Strelka Institute”. Lo definen como el corazón social del instituto, tal cual.

Emerge siempre ha crecido a través del network, orgánicamente, sin esteroides. Los procesos educativos, a nivel profesional al menos, me parece, deben crecer así. En Emerge creemos que funciona si el interés central de la comunidad es generar nuevos contenidos, discutirlos, compartir información; si esta disposición (reitero, disposición) existe, el medio, el canal y el espacio irán mutando. Esta “disposición” de la comunidad por aprender sucede en Emerge porque se diluye el sentido de autoridad, es la comunidad misma la que define a través de conversaciones en un evento o de una lectura a un número que lanzamos, los contenidos que le gustaría aprender. El conocimiento se construye a partir de un diálogo multilateral, primero se forma la comunidad, luego el aprendizaje.

___

NOTAS

(1)  Si eres de los que piensa que el diseñador industrial debe manejar software complejo, te entiendo, pero ya existe CAD muy robusto que puedes usar en la nube desde una laptop, chécalo en Onshape.

(2) Aquí habrá quien considere que sí existe un “marco” por seguir y que se determina en las acreditaciones y lineamientos formales de las mismas. Es una cuestión personal, pero estos me parecen (y qué bien que lo sean), marcos muy abiertos que permiten que nuevas generaciones de profesores podamos involucrar a nuestros alumnos con nuevos contenidos. Esa libertad es crucial y creo son pocas escuelas las que lo permiten y fomentan.

__

La edición 005 de Emerge “Diseño en tiempos de política” está por salir, aquí puedes leer “Asuntos Políticos”  de Aditi Ruiz y “Diseño Centrado en las personas o el sistema”  de Mariana González. 

Para más información sobre los programas educativos de Emerge MX, puedes entrar aquí, mantiene  una actualización constante.



  • FOTOS: Cortesía

  • TEXTO: Kassim Vera

Fecha de Publicación:
Lunes 21/05 2018