FITZROY Y EL GALLO ALTANERO TIENEN CONCEPTOS TOTALMENTE OPUESTOS, PERO COMPARTEN LA PASIÓN POR LAS BEBIDAS QUE PROMUEVEN

La escena del café y tequila independiente en México se caracteriza por su espíritu rebelde. Los productores independientes luchan por mantenerse así, ofreciendo buenos productos fuera de los canales de comercialización tradicionales. En Guadalajara Fitzroy y El Gallo Altanero sirven como foro para ambas bebidas. 

Fitzroy Espresso Bar

Fitzroy se encuentra en el primer nivel del inmueble. En el ingreso hay algunas mesas y el interior es acogedor. Predomina la madera, el color amarillo brillante y por supuesto: el olor de café. Uno de los socios -Freddy Andreasson- es de Suecia y señala la marcada diferencia entre otras ciudades y Guadalajara en torno a la cultura del café. En nuestro país -y específicamente en esta ciudad- esta bebida funge como catalizador social. Se platica bebiendo un buen café, se convive o se recibe invitados con él. El menú es una combinación entre brunch australiano con toques mexicanos.

“Cuando eres extranjero hay muchas cosas increíbles, cosas que para los mexicanos pueden parecer obvias o cotidianas. A veces se necesita alguien de fuera para recordarles esas cosas buenas que tienen.”

Aquí los granos que se emplean son nacionales. Otro de los socios es Gerardo, su familia ha trabajado el tostado del café por 70 años. Y contrario a lo que la mayoría pensaríamos el modo de preparación no influye en el sabor. En cambio, la cosecha, el tostado y la temperatura del agua, sí. 

El Gallo Altanero

En la planta alta se encuentra El Gallo Altanero, y aquí la especialidad son destilados de agave originarios de Jalisco. Tequila y raicilla son los más sonados, aunque no todos cuentan con denominación de origen. En la barra no figuran etiquetas tradicionales. Los nombres, lugares de origen y graduación alcohólica siempre sorprenden.

El diseño está inspirado en la idea de que Quentin Tarantino es el dueño, Robert Rodríguez está en la barra y Luis Barragán diseñó el espacio. Se agregan elementos kitsch en el espacio y aunque su misión es la de promover los productos independientes, no se deja de lado el que se trata de un bar y es necesario crear una experiencia única. 

El ambiente es divertido y relajado. Los domingos asiste un trío para amenizar las tardes y los fines de semana hay música. 

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Aunque pudiera parecer que existe cierta bipolaridad entre ambos lugares, comparten el mensaje por las bebidas independientes y el crear comunidad en torno a ellas. Mensualmente se realiza un take over de Fitzroy o de El Gallo Altanero. Esta última vez fue Quentin Café quien se hizo cargo de la barra. En Fitzroy ofrecieron granos nacionales en tres bebidas y en El Gallo Altanero tres cocteles que mezclaban tequilas independientes con granos nacionales. 



Fecha de Publicación:
Viernes 03/05 2019