FUNKALAB

Siendo compañeros de universidad, Alberto, Rodrigo y Jorge notaron la importancia de colaborar en el emprendimiento de un proyecto, ya que al haber más de uno, existe siempre una mayor retroalimentación, conocimientos y enriquecimiento en cada idea; basándose en esto, decidieron que era hora de crear un colectivo en el cual, todas las ideas pudieran ser creadas y no sólo quedarse en el intento, de esta manera nace FUNKALAB: Una plataforma para los creativos y sus ideas, abierto y con la capacidad de expandirse sin un límite físico guiado por gente interesada en los proyectos.

Integrado por Alberto Sáenz [Arquitecto. Tijuana] es él quien se encarga de mantener trabajando a la plantaforma.Rodrigo Tello [Arquitecto. Ciudad Victoria, Tamaulipas] él desarrolló la herramienta para que los creativos puedan desarrollar sus ideas y Jorge Contreras [Físico Industrial. Parral, Chihuahua] es la cabeza técnica y programática de Funkalab, desarrollando la tecnología para que la creatividad fluya. Los tres, además tienen proyectos personales alternos (música, arquitectura y artes gráficas).

El propósito es el desarrollo de proyectos creativos de música, vídeo, diseño, arte y tecnología, Funkalab permite a cualquier persona compartir su idea, proponer lo que necesita y encontrar a quien se pueda unir, creando equipos específicos en cada proyecto, con la posibilidad de llevar los proyectos terminados a exposiciones a lo largo del país.

¿Cómo funciona Funkalab?

– Todo empieza teniendo una idea y compartiéndola, al registrarte puedes explicar de qué se trata, las referencias y el material que hayas generado hasta el momento, la comunidad que integra Funkalab se pondrá en contacto contigo y podrán crear un equipo de trabajo para poner manos a la obra, al finalizar el proyecto se comparte el resultado.

A casi un año de su inicio, el colectivo cuenta con más de 400 personas de distintas disciplinas como músicos, escritores, diseñadores, arquitectos, cineastas, ilustradores de cómic, ingenieros y demás artista, todos dispuestos a ayudar para llevar a cabo las ideas creativas de los demás. Entre sus proyectos más representativos, se encuentra La banqueta se respeta, en el cual los peatones aplican calcomanías (con la misma frase) en los automóviles que les obstruyen el paso, otro de sus proyectos es Opchitecture, Open, Optimistic, Operative; un blog que ilustra métodos alternos de construcciones que causan gran impacto en las localidades alrededor del mundo, donde se han creado manuales de construcción alterna y para el cual han participado arquitectos de América Latina.