GONZALO TOW, RESIDENTE DE LA PAD JALISCO, NOS HABLA SOBRE ESTRATEGIAS PARA IMAGINAR FUTUROS EN LOS QUE QUEPAMOS MÁS PERSONAS

Esta entrada forma parte de la alianza de Coolhuntermx y el Programa de residencias de la Plataforma Activa de Diseño (PAD) de la jefatura de Diseño del Gobierno de Jalisco y tiene la finalidad de conocer más al respecto del trabajo de lxs diseñadores seleccionadxs para esta iniciativa.

Pensar en el futuro nos lleva a construir realidades. Que dediquemos tiempo a imaginarnos las alternativas a lo que tenemos hoy es uno de los nudos críticos para hacerle frente a los problemas de hoy. Si no lo hacemos entre todxs, lo pensará un grupo chiquito. Cuando dejamos que poquitas personas sean quienes nos cuentan del futuro terminamos con relatos muy uniformes acerca de lo que vendrá; viajes en autos voladores, turistear en marte, la abolición del trabajo porque habrá robots que harán de todo y cosas parecidas. 

El señor que inventó las utopías, Tomás Moro, escribió de ciudades pacíficas en las que todos eran parte de un archipiélago urbano en el que tenían intercambios comerciales y culturales. Media década más tarde, Vasco de Quiroga había articulado una red de poblados con esto en mente, en lo que hoy conocemos como Michoacán. No tenían la intención de ser grandes metrópolis aglutinadoras de todo, sino de fundar lugares para cohabitar en la pluralidad, en la que todos sabían oficios; había jornadas de trabajo de seis horas y paseos al campo los días feriados.

Es un ejemplo muy tierno de como un sueño acerca del futuro de nuestras ciudades nos lleva a la acción, a construir esos futuros posibles; pero también es un ejemplo claro de que, desde hace siglos, las propuestas para el porvenir de las ciudades vienen con visiones coloniales. 

Como parte de mi residencia en el PAD, planeo ir a varios municipios de Jalisco (a todos los que se puedan) a encontrarme con juventudes para pensar juntxs el futuro de las ciudades en las que vivimos; construir escenarios deseables e imaginar los caminos posibles que nos lleven hacía allá. 

Cuando vine a vivir a Guadalajara me encontré con muchxs otrxs compañerxs de éxodo que venían de todo el país (y más allá); imaginando que este era el lugar, la tierra que nos fue prometida para habitar y tener futuro. Guadalajara es de esas ciudades que tienen un cachito de copropiedad en las narrativas de los futuros deseables; ciudades grandes, cosmopolitas, hiperconectadas, plurales, creativas, copiosas y dinámicas. Guadalajara es como es porque habemos muchas personas deseándola así, incluso personas que nunca han visitado ni vivido en Guadalajara. 

Pero el retorno de muchxs a nuestros lugares de origen el último año y medio es un augurio de que los tiempos en los que el futuro deseable era vivir en una ciudad que aglutina al mundo entero se está acabando y que debemos multiplicar los archipiélagos de ciudades amigas y amigables desde las que crearemos alternativas al mundo conocido. 

Lo inacabable comienza un día, como canta Liliana Felipe.


Fecha de Publicación:
Jueves 14/10 2021