EL ESPACIO QUE UNA VEZ HABITÓ RHODESIA SE HA CONVERTIDO EN UN RESTAURANTE CON INFLUENCIAS JAPONESAS POR LAS TARDES Y UN BAR POR LAS NOCHES.

La emblemática casa de Durango 181, que albergó a Rhodesia durante 8 años, es renovada para lograr una experiencia completamente distinta a lo que todos conocen: Bar Oriente, que se divide en tres niveles.

  • En el primer nivel se encuentra el escenario y área principal, conformado de un espacio abierto con barra para disfrutar de las bandas en vivo y una terraza cubierta de mosaicos blancos que logran transportarte a un mundo futurista inspirado en los icónicos saunas japoneses.
  • El segundo nivel alberga el restaurante, un tapanco moderno que se conecta con el primer nivel de manera natural. Un ambiente sencillo y limpio rodean las barras caliente y fría donde se preparan los alimentos frente a los comensales.
  • El tercer nivel es exclusivo para eventos y celebraciones privadas

La arquitectura estuvo a cargo de Estudio Atemporal, quienes se encargaron conjugar la yuxtaposición de presente y futuro, así, las influencias de occidente y oriente son evidentes en cada rincón.

La cocina se encuentra bajo la dirección de los Chefs Bruno Nomura (Campobaja) y Filipe Neves (Can Can), juntos han logrado crear un puente entre la auténtica comida japonesa e ingredientes locales mexicanos.

“La oferta es un tipo izakaya japonés –un bar en donde puedes ir a comer y beber– con mucha influencia mexicana, porque intentamos usar lo máximo de ingredientes mexicanos, sin llegar a ser cocina fusión”.

–Filipe Neves

El menú cambia semanalmente adaptándose a los productos de temporada y las pescas frescas que reciben todos los días, y entre los platillos que destacan se encuentra el Norihan, taco de alga seca y arroz, “es lo más cercano al sushi que tenemos aquí”; los Donburi; las tostadas de maguro, con atún, Edamole (guacamole de edamame) y Hijiki (vegetal japonés que crece en el mar);  el Tiradito Nama-Ebi Kare, que tiene camarón asado, aceite de curry y salsifi frito; y, claro, las Kushiyaki de berenjena, pork belly, lengua, y pulpo.

En cuanto a la música, Bar Oriente busca recordar ese sentimiento de pertenencia en las bandas y regresa al concepto de House Band –concepto de los bares de Nueva Orléans– creando propuestas específicas para el lugar, que cubre desde Disco Funk Groove gasta Ambient Experimental.

Un espacio único que ofrece diferentes experiencias desde la hora de la comida, hasta la hora de la fiesta.



  • FOTOS: Hannah Cu

     

  • TEXTO: Abigail Quesnel

     

  • Durango 181, Roma Norte, CDMX

     

Fecha de Publicación:
Miércoles 20/06 2018