LA CONVIVIALIDAD COMO PRÁCTICA PARA TRANSFORMAR EL HÁBITAT Y LAS RELACIONES SOCIALES, ¿CONOCES EL CONCEPTO?

Comunal, proyecto arquitectónico conformado por Jesica Amescua Carrera, Naomi Jost Escobar, Brenda Maleny Martínez Meléndez y Mariana Ordóñez Grajales, quienes conformaron un grupo de trabajo que explora y reflexiona sobre la Convivialidad. En esta ocasión, a través de una mesa de diálogo que se llevó a cabo durante la inauguración de la exposición “Convivialidad. Pedagogías relacionales para el cuidado de la vida”, se abordaron conceptos fundamentales como la autonomía, la justicia interdimensional y el cuidado.

La convivialidad, como la define Ivan Illich, nos invita a repensar la manera en que nos relacionamos con el mundo, las comunidades y los espacios que habitamos. Se trata de un cambio de paradigma que nos aleja de una visión productivista y nos acerca  a una práctica basada en la autonomía, la libertad relacional y la búsqueda del bienestar común.

Bajo esta premisa, la mesa de trabajo exploró distintas pedagogías relacionales que emergen de los procesos colectivos en la producción y gestión social del hábitat. A través del intercambio de experiencias, lxs participantes reflexionaron sobre las formas en que distintos grupos han desarrollado modelos colaborativos para construir, cuidar y defender sus espacios, priorizando el equilibrio y la justicia interdimensional. 

Entre los temas abordados, surgieron preguntas esenciales: ¿cómo experimentamos la convivialidad en los espacios en los que colaboramos?, ¿de qué manera las comunidades con las que trabajamos procuran el cuidado de la vida?, ¿cómo podemos fortalecer la autonomía y la autogestión en la producción del hábitat? 

Pedagogías relacionales: Aprender desde la vida y la comunidad

El diálogo permitió identificar cuatro pedagogías relacionales clave que han surgido desde las experiencias de lxs participantes y las comunidades con las que colaboran. Estas pedagogías, lejos de ser categorías rígidas, funcionan como herramientas dinámicas que permiten cuestionar y transformar la manera en que aprendemos, construimos y nos relacionamos con nuestro entorno.

-Crear y nombrar el mundo-universo

La primera pedagogía relacional resalta la importancia del lenguaje y la narrativa en la construcción del hábitat. Nombrar el mundo es también una forma de crear nuevas realidades, reivindicar identidades y cuestionar las estructuras de poder impuestas. En este sentido, se discutió cómo las comunidades han desarrollado formas propias de comunicación y representación para fortalecer su autonomía y resistencia

-Curar y cuidar el cuerpo-espíritu

En muchas comunidades, la salud y el bienestar no se reducen a una visión biomédica, sino que abarcan la conexión entre el cuerpo, espíritu y el territorio. Lxs participantes compartieron experiencias sobre prácticas de sanación colectiva, el papel de la medicina tradicional y la importancia de reconocer la interdependencia entre el cuidado de la vida y el equilibrio con el entorno.

-Defender y cultivar el territorio

La defensa del territorio es también una defensa de la vida y la memoria colectiva. Se discutieron estrategías de resistencia frente a proyectos extractivistas y de urbanización que amenazan en el tejido social de muchas comunidades. La producción del hábitat, desde esta perspectiva, no sólo implica la construcción física de espacios, sino también la preservación de saberes y modos de vida ancestrales. 

-Cooperar y compartir la vida

La convivialidad implica la construcción de redes de apoyo mutuo basadas en la confianza, la reciprocidad y la horizontalidad. Las personas resaltaron la importancia de los procesos participativos en el diseño del hábitat y la gestión comunitaria, destacando ejemplos de cooperativas, redes de intercambio y modelos de gobernanza colaborativa.

Hacia un horizonte común: Aprendizajes y desafíos 

Este ejercicio dejó claro que la convivialidad no es un concepto abstracto, sino una práctica cotidiana que se construye desde la experiencia y la colectividad. Los aprendizajes compartidos reflejan la diversidad de caminos posibles para generar hábitats más justos y equitativos, donde el cuidado de la vida sea tanto un medio como un fin. 

Sin embargo, también se identificaron desafíos: ¿cómo fortalecer estos procesos sin que sean cooptados por dinámicas de poder que los desvirtuen?, ¿de qué manera se pueden articular más amplias de apoyo y colaboración?, ¿cómo se pueden trasladar estos aprendizajes a otros contextos sin perder su esencia? 

El ejercicio de la convivialidad nos recuerda que aprender, habitar y transformar son actos profundamente interconectados. Al compartir estas experiencias, se abre la posibilidad de seguir tejiendo nuevas pedagogías que nos permitan imaginar y construir otros espacios. 

Conoce más del proyecto y te invitamos a reflexionar sobre el concepto de la Convivialidad y cómo desde nuestras prácticas diarias impulsamos prácticas que contribuyan a nuevas posibilidades de existencia. ¿Qué opinas al respecto?

 


Fecha de Publicación:
Miércoles 26/02 2025