MEX → PR → NYC ????????☁️

Cuando me marcaron para decirme que Coolhuntermx había sido uno de los dos medios de comunicación latinoamericanos elegidos para vivir la experiencia adidas x Baby Bunny Baby Blue la verdad que no podía creerlo:

-¿Tienes disponible del 24 al 28 de agosto?
-¡Por supuesto!
-La experiencia consiste en un viaje a Puerto Rico. Desde ahí viajarán en un avión especial para llegar al concierto de Bad Bunny en Nueva York.

Todxs en el equipo nos emocionamos. Una oportunidad en un millón –casi literalmente. Fue una experiencia increíble. Perfectamente planeada, hasta el más mínimo detalle. Y aquí voy a hacer una mención especial a Valentina Benitez (Senior Manager Communications – Global de adidas), mente y corazón detrás de toda esta aventura. Mi admiración máxima.

Dentro de mis highlights está el trato a la prensa. Siempre fuimos prioridad. Y acá va otra mención honorífica: a Andrew Wirch (Senior Manager PR + Social de adidas Originals) que fue un gran host durante todo el evento. También fue increíble la energía del grupo: Kelly, representando a The Sole Womens; Alejandro de Complex; NNick y Bella de Hypebeast; Elaine de HIGHSNOBIETY; Jess de Elle México; Rosa, Bryan, Dan, Jon. Gracias por hacer aún más increíble este viaje. Y claro que no menos importante, el equipo de adidas México y Band Of Insiders.

Habiendo dicho todo lo anterior, vamos a la razón por la que le dieron click a este link: la reseña, en la que no pretendo más que reflejar lo que viví y aprendí. Espero haber encontrado las mejores palabras.

Benito –Bad Bunny

Es indudable que Bad Bunny es un statement para la cultura hoy en día, pero ¿cómo empezó todo?

Los inicios de Benito Antonio Martínez Ocasio, originario de Vega Baja, Puerto Rico se remontan cuando subía canciones auto-producidas a SoundCloud, con el pseudónimo por el que ahora es conocido y que viene de una foto suya disfrazado de conejo de pascua cuando niño. Años después, su proyección es global. De hecho en 2020 y 2021 fue el artista más escuchado en Spotify a nivel mundial.

“Benito entiende su profesión, pone atención, tiene conciencia de sí mismo”, escuché en una conversación durante un desayuno. Probablemente esa es una de las razones por las que tiene tanto éxito. Pone atención, entiende a la gente, su gente. Es real. No quiere ser nadie más que él. Otro punto es que incluye a la siguiente generación, sin olvidar a las demás. Es muy fácil conectar con al menos una de sus canciones.

De las cosas que pude notar es el cariño con el que la gente se refiere a Benito, que describen como una persona tímida y muy profesional. “Esta es su cara todo el tiempo, mira”, me dijo Jon mientras me enseñaba una foto en su celular de cuando hicieron el shooting para la campaña de adidas Baby Blue. El gesto era de alguien más bien serio, tranquilo. “Le dijimos que sonriera y nos respondió ‘lo voy a intental’ riéndose”.

Bad Bunny siempre recuerda a sus fans que su música procede de Puerto Rico. Su español es tan particular que no busca cambiar ni esconder, sino que porta con orgullo, refleja ese sentido de pertenencia. Y no se queda en eso, pues ha desempeñado un papel, por pequeño que sea, en la consciencia de la situación política de su país a través de conversaciones duras sobre la corrupción, el mal gobierno y una infraestructura deteriorada. Algo que también le aplaude y reconoce la gente en Puerto Rico.

Un ejemplo de lo anterior es el inicio de la gira de World’s Hottest Tour en el que decidió que la venta de boletos sería de manera física, ¿por qué? Para que los asistentes fueran en su mayoría gente de Puerto Rico, su gente; y no se llenara de personas de otros países.

Visitar el país que lo vio nacer fue un punto clave en esta experiencia, como me dijo Valentina, para que la gente de otras partes del mundo pudieran entender más sobre lo que representa Benito.

Puerto Rico

Voy a empezar con la frase célebre: ¡Puerto Rico está bien cabrón! Y sí.

No hay vuelos directos desde México, así que la ruta fue México → Miami → Puerto Rico. Llegando, y después de cenar, lo primero que vi en la habitación fue un kit de bienvenida: una neverita, una toalla, un bucket hat (lo único que no era baby blue), unos pines, un cubrebocas, un tag para la maleta, y ¡los tenis! La razón de este viaje. Los nuevos adidas x Bad Bunny Baby Blue. Objetos del deseo que se agotaron en la app de adidas, CONFIRMED, sin siquiera llegar a tienda. La silueta es Forum, que me cuentan, es muy especial para los puertorriqueños –”si piensas en PR, piensas en esa silueta”, dijeron por ahí. El eterno verano de Puerto Rico en nuestros pies, efectivamente.

Nuestras 24H oficiales en Puerto Rico comenzaron en Isla verde, que según nos dijeron es de las mejores zonas en donde podemos quedarnos si vamos a la isla. Desayuno con vista al mar, tan especial que comenzó a llover y pudimos ver un arcoiris sobre el agua. Ya con el estómago y el corazón llenos, nos dirigimos a Viejo San Juan en donde nos llevaron a un recorrido express para conocer puntos históricos de interés, en el medio tiempo disfrutamos de un Limber (limbel, como dicen los locales). La gente es muy cálida, y si sumamos el acento y la manera tan amorosa en que hablan, podemos entender por qué todo el mundo está tan encantado con ellxs.

Seguimos el recorrido. Hora de la comida en el restaurante Santaella, para recargar pilas y poder continuar conociendo. A continuación caminamos un poco en Calle Cerra, una de las más importantes por el street art y lo que cuentan cada uno de estos murales. Georgina Vega Porrata-Doria de the art walkpr fue la encargada de platicarnos estas historias y lo hizo de tal manera que nos transmitió todas las emociones y pasión que expresa el arte.

Vuelta al hotel. Siguiente parada: Laguna Grande. A bordo de un kayak nos adentramos en la laguna para ser testigos de la luminiscencia. Remamos por aproximadamente 20 minutos (no llevábamos celulares, así que no estoy muy segura de esto) hasta llegar al centro. En el camino hubo algunos choques, muchas risas y uno que otro dato curioso como que ese es un punto del Triángulo de las Bermudas (ya lo googleé y es real). Una vez quietos, comenzamos a jugar con el agua disfrutando cual niñxs de la magia de la naturaleza. Después, remar de regreso. Cambiarnos. Cena en El Yate.

Para cerrar el día, de regreso en el hotel nos esperaba una fiesta a manera de warm up con quienes complementaban el grupo para ir a Nueva York: los ganadores de la experiencia. A través de CONFIRMED fueron seleccionadxs de manera aleatoria (solo tenían que inscribirse) para vivir la fantasía de millones de personas alrededor del mundo.

En la cama otra sorpresa: el pase de abordar.

EL AVIÓN

26 de agosto de 2022, un día que se va a quedar en la memoria de todxs. El día en que volamos a bordo del avión especial adidas x Bad Bunny. 9:30 am estábamos listxs y abordo del bus para irnos. La emoción máxima comenzó cuando logramos ver el avión desde el camión. En ese momento, al menos para mí, era real todo lo que estaba pasando. Bajamos, pasamos una pequeña revisión. ¡EL AVIÓN! Intenté hacer una transmisión en vivo a través de @coolhuntermx que no duró mucho por todo lo que sentía en ese momento. Ya con más calma saqué más contenido. El avión era para nosotrxs (prensa) por unos minutos, antes de que llegaran lxs demás acompañantes.

En vez de números, las filas estaban nombradas con lugares de Puerto Rico. El mío Caguas. Nos recibieron con bebidas especiales: Moscow Mule (obvio) y Piña Colada azul. Ya todxs a bordo las sorpresas comenzaron. Otro kit de bienvenida: Un bolso, audífonos, frazada y una almohada de viaje. Cabe aclarar que se nos solicitó llevar nuestras maletas al 50% de su capacidad porque íbamos a volver con muchos regalos. Hora de comer en el cielo y aquí también hubo sorpresas, la comida llegó en un molde baby blue, con una servilleta de tela y postrecitos azules.

Fue un vuelo largo, ideal para una mini-fiesta coreando las canciones de Bad Bunny.

Nueva York con Bad Bunny

Llegamos a la habitación y un regalo más: un bolso para el celular. Ideal para el concierto. En el lobby un par de tragos y estábamos listxs para Toñitas Social Club.

Lo especial de este espacio es que la gente de Puerto Rico que vive en Nueva York asiste regularmente. Pertence a Toñita, quien dejó Puerto Rico en 1956 y en 1973 abrió Caribbean Social Club, que ahora lleva su nombre. Fue elegido porque el mismísimo Benito visitó el lugar como parte de la celebración por el lanzamiento de ‘Un Verano Sin Ti’.

El espacio es muy reducido. Hace MUCHO calor. Gente feliz, bailando y comiendo (porque hay un área con comida típica puertorriqueña); disfrutando de la noche. Afuera del lugar llegó un coche tuneado y brandeado de adidas x Bad Bunny Baby Blue que enloqueció a la gente en la calle. Ahora eran parte de la fiesta también. El baile no se hizo esperar y por un par de horas la energía se sentía dentro y fuera del lugar. Una vez que el auto se fue, la fiesta siguió al interior del Toñita’s. La gente afuera esperaba en fila pensando que Bad Bunny estaba adentro. Tristemente no fue así.

Concierto

Segundo día importante de este viaje. Personalmente quería “vivir” un poquito de Nueva York, así que fui a caminar y comprar un café en compañía de Jess antes de ir al Brunch en Fandi Mata. Croquetas, pizzas, huevos shakshuka, french toast y pastel de chocolate, los platillos que alimentaron nuestros cuerpos listos para el concierto.

Antes, una parada técnica en adidas Orginals de Soho. Ahí, mientras unxs hacían compras, nosotras aprovechamos para caminar y comer un helado. Y, ahora sí, a prepararnos para la noche que estuvimos esperando todo este tiempo.

Outfits dignos de concierto. Glitter, adidas x Bad Bunny Baby Blue, peinados pensados para sudar, ropa ligera, celulares cargados al máximo. Una sorpresa más: una tarjeta con dinero para comprar comida y bebidas en el estadio. Debo confesar que estoy impresionada con el nivel de atención al detalle de adidas en toda esta experiencia, de verdad que nos consintieron al máximo. Comienza la aventura para ir al concierto.

Filas enormes. Más o menos 54 mil personas reunidas para ver a Bad Bunny. Tuvimos algunos contratiempos con la entrada, pero lo logramos. Revisión, una pulsera con luz. Filas para comprar merch a tope (ok, volvemos después). Ubicar asientos. Comprar comida y bebida. Ahora sí, ¡listxs!

Siendo completamente honesta, esperaba estar en pits, ver a Benito de cerquísima (casi que me cayeran gotas de sudor). La decisión fue estar en un área cercana, pero con más espacio para poder bailar sin estar incómodos. Otra vez, atención a cada detalle.

Diplo abrió el concierto mezclando, en su mayoría, canciones latinas. Sí, raro. La verdad es que la gente estábamos esperando que saliera Benito nada más.

El escenario estaba listo para World’s Hottest Tour: palmeras, arena, pantallas. Sencillo, pero lo suficientemente vistoso. Se pagan las luces. Detienen la canción que estaba sonando. Suena el intro de Moscow Mule. Los ojos se llenan de agua del sentimiento eufórico digno de un concierto. Al unísono el estadio entero cantó cada una de las canciones. Bad Bunny siempre hablo en español. Siempre dirigiéndose a la comunidad latina.

Sabiendo el set list, Jess y yo tomamos la decisión de irnos a comprar nuestros recuerditos del concierto durante las canciones que no significaban tanto y regresar al cierre. Nos formamos en la fila. Compramos lo que alcanzamos porque mucho ya se había acabado. Regresamos a nuestros asientos.

Una de mis partes favoritas fue cuando Benito voló en una isla. Un momento increíble, sobre todo para las personas que no estábamos en primera fila y que queríamos verlo lo más cerca posible.

Casi tres horas de show. Invitados inesperados que emocionaron mucho: Romeo Santos con quien nos dió un momento épico cantando ‘Ella y yo’, The Marías, Chencho Corleone, Arcángel y el dúo Jowell y Randy.

La energía de Bad Bunny, la manera en que conecta con la gente, cómo llena el escenario y lo que transmite fue realmente increíble.

Con toda esta adrenalina, no podíamos ir a dormir nada más. adidas (obviamente) había preparado un after que sirvió como despedida a la experiencia completa. El lugar elegido fue Salsa Con Fuego, en donde bailamos, cantamos y celebramos haber vivido un fin de semana magnífico y muy difícil de superar *suspiro*.

Adiós New York

Si dormí cuatro horas, fue mucho. Entre la emoción y el estrés del regreso no pude dormir más. Despertando, Jess y yo bajamos por un café y decidimos ir por un bagel. Decisión que nos costó un poco de ansiedad porque de regreso nos perdimos en el metro de Nueva York (típico cliché), por lo que íbamos tarde según la agenda. Logramos llegar por nuestras maletas llenas de regalos e irnos al aeropuerto. Llegamos con tiempo perfecto. Abordamos con un poco de nostalgia porque significaba el fin de la aventura, pero lo dimos todo; lo vivimos al máximo. Dormimos todo lo que pudimos en el avión. Hola CDMX. ¡Gracias adidas!



Fecha de Publicación:
Martes 30/08 2022