EN UN MUNDO EN DONDE MÁS DE 2,000 MILLONES DE PERSONAS NO TIENEN ACCESO A AGUA POTABLE NI A SANEAMIENTO BÁSICO, ES IMPERANTE HABLAR DE OTRO TIPO DE METODOLOGÍAS PARA LA INNOVACIÓN QUE PERMITAN REDIRIGIR, A LOS PUNTOS NEURÁLGICOS, LA ENERGÍA Y LOS ESFUERZOS DE LAS MENTES CREATIVAS DE LA ACTUALIDAD.
Hace unos meses nos buscó la Directora del Departamento de Economía, Administración y Mercadología de la Escuela de Negocios (ITESO) junto con un grupo de profesores, investigadores y consultores de varias universidades en Latinoamérica pertenecientes a la Red Latinoamericana de Innovación Frugal (RELIF). Esto con le objetivo de entrevistar al equipo de Investigación y Desarrollo de Isla Urbana por ser un caso de estudio empírico, exitoso, del concepto “Diseño Frugal”.
Desde entonces, se han publicado un par de artículos de divulgación científica y podcasts con nuestras entrevistas para ejemplificar este acercamiento a la innovación. Fue una grata sorpresa descubrir que nuestras motivaciones de diseño y principios de implementación coinciden con los criterios de más personas alrededor del mundo, y que a través de su definición otorgan herramientas a otras mentes creativas para avanzar por el mismo camino.
El concepto de ‘Innovación Frugal’ fue acuñado en la India, en el libro del mismo nombre, escrito por Navi Radjou y Jaideep Prabhu en el 2015. Si bien lleva casi 10 años existiendo, es apenas que Isla Urbana se familiariza con el concepto académico a través de este acercamiento.
¿Qué son las Innovaciones Frugales?
La RELIF las define como “aquellas que se caracterizan por crearse utilizando los recursos disponibles, enfocarse en las funciones centrales, tener un costo/precio considerablemente menor a las ofertas tradicionales del mercado, y tener un desempeño óptimo”. O como lo hemos sintetizado: hacer más, para más, con menos.
Aún hay debates entre los lineamientos que rigen a esta metodología de innovación. Sin embargo, varios académicos coinciden en lo siguiente:
Se trata de iniciativas resolutivas asequibles para la base de la pirámide. Por lo tanto, dentro de esta definición de innovación se encuentran soluciones para el sector salud, transporte, acceso a agua y energías limpias, entre otros derechos humanos y necesidades básicas aún no disponibles para toda la población. Son diseños multifuncionales que se adaptan al contexto. Son soluciones fáciles de usar, potencialmente escalables, que buscan generar el máximo valor para el usuario final, con la determinación de promover bienestar. Al mismo tiempo, buscan reducir los costos económicos y los recursos naturales utilizados por el producto o servicio ofrecido.
Este enfoque retira el supuesto de que para tener un impacto social de gran escala se deba contar con recursos productivos altos. El diseño Frugal invita a que con el uso mínimo de recursos disponibles y con el máximo ingenio, se pueda proponer una solución que resuelva eficientemente una problemática de los sectores más vulnerables y que a su vez, se pueda escalar velozmente.
En otras palabras, el potencial de la curiosidad aplicada en un entorno de limitaciones puede ofrecer procesos creativos productivos que subsanen omisiones en los derechos humanos y por lo tanto que impulsen la justicia social.
¿Cómo se aplica y que no es Frugal?
Un maravilloso ejemplo de esta aproximación a la creatividad es el proyecto Un Litro de Luz. Es una propuesta “open source y DIY” que propone iluminar espacios de interior en zonas sin electricidad con la simple aplicación de una botella PET translúcida llena de agua y lejía colocada en un agujero en el techo de la casa. Tan solo con la refracción del sol a través del agua mezclada con lejía se otorga una iluminación al interior de la casa con la misma potencia que un foco de 50 watts. Esta propuesta puede ser fácilmente replicada por cualquier persona alrededor del mundo. Esta aplicación otorga una mejoría inmediata en la calidad de vida de las personas mientras se utilizan los mínimos recursos.
Quizás podamos comprender de mejor manera la importancia de incentivar proyectos de Innovación Frugal al ejemplificar sus opuestos. Uno de ellos sería el diseño de un espectacular con pantallas Q-LED de enormes dimensiones, el cual busca promocionar artículos suntuosos accesibles a un porcentaje muy bajo de la población. En este tipo de diseño, los recursos utilizados para su elaboración son muy altos, la tecnología utilizada es avanzada y, a su vez, el impacto en el bienestar de la vida de las personas es mínimo.
Lo mismo pudiera decirse del diseño de una silla de acero inoxidable producida en corte láser y pulida a mano, con una forma caprichosa y acabados decorativos de fibra de carbono. De igual manera que en el ejemplo anterior, el uso de recursos y tecnología es muy elevado mientras que la escala de impacto es mínima. Podríamos continuar indefinidamente con los ejemplos: zapatillas de piel de lagarto, un auto deportivo. Todos aquellos productos o servicios que utilizan una inmensa cantidad de ingenio, energía y recursos para beneficiar a muy pocos usuarios finales.
En un mundo en donde más de 2,000 millones de personas no tienen acceso a agua potable ni a saneamiento básico, es imperante hablar de otro tipo de metodologías para la innovación que permitan redirigir, a los puntos neurálgicos, la energía y los esfuerzos de las mentes creativas de la actualidad. Pareciera que muchas personas que diseñan siguen persiguiendo los lineamientos del buen diseño pautados por necesidades de hace más de un siglo, como son los valores y metodologías de la Bauhaus, escuela hito que estableció muchos lineamientos del “buen diseño” que correspondían a atender la creación de objetos y construcciones para la transformación de la sociedad burguesa europea de la posguerra. Las premisas y necesidades que nos atañen actualmente son muy distintas.
Ante esta coyuntura de crisis social y climática vale la pena hablar de otro tipo de metodologías para la innovación que otorguen el conocimiento y las herramientas para promover una transición hacia modos de producción y consumo más respetuosos con el planeta, al mismo tiempo que se busque el bienestar de toda la población con la finalidad de alcanzar sociedades más justas y equitativas en el futuro cercano.
Texto escritor por Mariana Balderas Marañón, Directora de Investigación y Desarrollo de Isla Urbana.
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Texto: Mariana Balderas Marañón
Fotos: Cortesía
Fecha de Publicación:
Viernes 16/08 2024
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