La viabilidad y sostenibilidad de un emprendimiento creativo no es como te contaron

Una de las frases más cliché y probablemente más llenas de falsedad, atribuida a Confucio, es “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”. La encontramos en tazas, libros de superación personal, reels o viñetas distribuibles en grupos de Whatsapp, ¿Será que esto aplica 100% al emprendimiento creativo?.

Lo que las frases de romanticismo emprendedor no te dicen es que este puede ser un camino muy solitario. Incluso, los conceptos tradicionales de negocio, valor, viabilidad, sostenibilidad y liderazgo no pueden ser aplicados como fórmulas genéricas. Porque cuando se inicia un proyecto, suele hacerse desde la emoción y el entusiasmo, nos gusta lo que hacemos, pero la mayoría de los días se siente como empujar un elefante cuesta arriba. 

Al igual que Coolhuntermx, en Meraki este año estamos de cumpleaños, nuestra primera década en “condición de emprendimiento”. Esto es resultado de mucho trabajo, tenacidad y de aprender, aprender mucho, por la buena o la mala, aprendimos que en las conexiones y el acompañamiento, el camino tortuoso, puede ser más suave.

En el mundo de las industrias creativas acercarse a las incubadoras tradicionales nos deja con más dudas que respuestas. La pregunta que queda latente es ¿lo estoy haciendo mal? ¿podré vivir de esto?. El ciclo de vida de un emprendimiento en estas industrias es corto. Principalmente por la falta de acceso a financiamiento, porque no se consideró una visión de largo plazo resiliente a un entorno incierto, por falta de habilidades financieras, o por los altos índices de burnout.

A una década de distancia, si pudiera viajar en el tiempo y re-acompañarme en el camino me diría lo siguiente:

• Valor no es lo mismo que precio

El valor de un intangible va más allá de un precio fijo o índices del mercado, depende de quién lo va a recibir, cuál es su objetivo, qué prioriza. Es decir, requiere de una capa de análisis más compleja que la suma de costos fijos + variables + utilidad= éxito.

Si no entendemos este valor, estaremos navegando sin brújula, gastando energía valiosa tratando de probar nuestra suficiencia en un foro donde no hablan nuestro idioma. La energía y el tiempo son dos de los recursos que más tenemos que cuidar mientras construimos o sostenemos un proyecto.

• Viabilidad y sostenibilidad, más allá de lo económico

La carrera por el punto de equilibrio está llena de desviaciones, obstáculos y demandas. En los últimos años nos hemos apropiado de la filosofía de emprendimiento de Silicon Valley. En ella se privilegia la velocidad, la escalabilidad y el “romper rápido y barato”. 

Entre productos mínimos viables, búsqueda de inversión y las hojas de cálculo necesarias para administrar un proyecto, se nos puede pasar de largo el hecho de que hay algo más importante que puede impactar la viabilidad: el factor humano. 

No me refiero sólo a la cantidad de mentes y manos que se requieren para llevarlo a cabo, sino también a la calidad de vida que nos permitimos. La tentación de dedicarle todas nuestras horas, de acostumbrarnos a mal dormir, mal comer, mal existir para sacar a flote un sueño, es grande. También es insostenible en el largo plazo. 

La impaciencia es enemiga de la estrategia y atrás quedaron los tiempos donde conversar sobre los estragos del burnout era señal de orgullo. El cuerpo es sabio y nos manda señales antes de que sea tarde, por eso es válido ampliar los conceptos de viabilidad y sostenibilidad más allá del dinero o las ganancias y preguntarnos constantemente ¿A qué estoy dispuestx? ¿Es posible mantener este ritmo en los próximos años?

• Sin salud (mental) no hay propósito que valga

Comenzaba diciendo que lo que nadie te dice es que este puede ser un camino solitario. Esa soledad puede traer estragos si no tenemos estrategias de cuidados. Iniciar un camino de emprendimiento creativo implica retar la forma habitual de hacer las cosas, crear una nueva propuesta, generar alguna disrupción y meterle mucha pasión. En otras palabras, es incómodo.

“Los errores se ven con lupa, se sienten personales y la duda es el pan de cada día.“

Por eso es muy importante aprender a encontrar apoyo, construir una comunidad de personas afines que pasan o han pasado por circunstancias similares. Hacen falta entornos seguros donde la creatividad pueda fluir desde la vulnerabilidad, el respeto y la complicidad que implica transitar el mismo camino.

• Mañana todo puede cambiar, y está bien

Lo único que tenemos seguro es el cambio y la incertidumbre. Durante los primeros años tenía la fantasía de alcanzar un punto de maduración tal que la volatilidad se transformara en certezas, donde todo fuera más sencillo de anticipar. La buena y la mala noticia es que eso no existe, en ningún ámbito. Entender esto abrió la puerta a las posibilidades.

En lugar de buscar certezas únicas llegó la capacidad de ser más flexible y resiliente al cambio, de observar con curiosidad y reconocer su potencial. Fortalecer el pensamiento anticipatorio para abrazar las transformaciones, decidiendo cómo queremos participar en ellas le da una nueva dimensión a cualquier proyecto.

• Por eso hay que ir acompañadxs

Hay que trabajar todos los días de la vida de un proyecto creativo, solo que hay que aprender a hacerlo distinto. Afortunadamente en el camino se encuentran personas, aliadxs y cómplices que ayudan a hacerlo más sencillo. La experiencia nos ha demostrado que el impacto es positivo y de largo plazo. Mientras más temprano se encuentre esta comunidad, más ligero será el proceso de construcción.

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El nacimiento del proyecto de Co-Creación, es una oportunidad para dar lo que nos hubiera gustado recibir en etapas tempranas de este maratón llamado emprendimiento creativo. Aprender y sostener en colectivo, para fortalecer el ecosistema y que los ciclos de vida de la industria no sólo sean más largos sino más armoniosos.

Te invitamos a dejarnos tu información, nos gustaría conocerte y por qué no, acompañarte en este camino que bien sabemos lo complejo que puede llegar a ser.