ELSA Y ELMAR Y PABLO RESOALBE CREARON UNA SINERGIA EN “PALACIO”
En un mundo donde las fronteras entre disciplinas artísticas se desvanecen cada vez más, Elsa y Elmar junto con Pablo Resoalbe, logran ejemplificar cómo la música y el arte visual pueden unirse en un proyecto coherente y profundamente enriquecedor. Ambos artistas, provenientes de mundos creativos distintos, han dado forma a un universo estético y conceptual en el que la música de Elsa no solo es escuchada, sino también vista y sentida a través de la obra visual de Pablo, un artista interdisciplinario.
El primer encuentro: De un espejo a un mundo compartido
Esta relación creativa comenzó de manera casual pero simbólica. Elsa y Elmar, en plena creación de un nuevo proyecto musical, se encontraba buscando inspiración visual. Fue en un festival en Buenos Aires cuando vio un espejo en el estudio de una diseñadora local, Vanessa Kronel. Esa pieza de arte resonó con ella de manera profunda, al punto de que se convirtió en el punto de partida para imaginar la estética de su próximo álbum. Tiempo después, a través de Vanessa, Elsa se puso en contacto con Pablo Resoalbe, el creador del “Espejo”, iniciando una colaboración que sería crucial para definir la imagen visual de su música.
Pablo, por su parte, recuerda ese primer contacto como un momento en el que dos sensibilidades estéticas convergieron. “Había una afinidad estética inmediata, como si ya compartiéramos un lenguaje común”, comenta. Esa conexión inicial se tradujo en una colaboración donde ambos artistas exploraron cómo las imágenes y los sonidos podían complementarse y potenciarse mutuamente.
Un diálogo entre música y arte visual
La música de Elsa y Elmar, en su proyecto “Palacio”, tiene una narrativa profundamente emocional que busca ser expresada no solo a través de las letras y los sonidos, sino también mediante imágenes que capturen la esencia de cada canción. Pablo, como director creativo y artista visual, se encargó de traducir las emociones y atmósferas que ella quería proyectar en cada una de sus canciones. Su enfoque fue meticuloso y simbólico: escuchar cada canción, analizar su narrativa y construir un discurso visual que complementara el sonido.
“El proceso fue hermoso, porque Elsa se abrió a compartir conmigo su visión. Nos sentamos a escuchar el álbum juntos, investigamos símbolos, colores, texturas. Fue un trabajo de investigación estética profunda que, al final, nos permitió crear una sinergia entre el sonido y la imagen.”
Pablo Resoalbe
La creación de un álbum conceptual: El reto de equilibrar lo visual y lo auditivo
“Palacio” es mucho más que un simple conjunto de videoclips que acompañan a las canciones. Es un álbum conceptual, un “álbum visual”, donde cada video se integra a la narrativa global del proyecto. Pablo y Elsa no solo buscaron crear imágenes bonitas o impactantes, sino que cada elemento visual tenía que estar al servicio de la música.
“El reto no era simplemente llenar de estímulos al espectador, sino invitarlo a detenerse, a observar y a escuchar.”
El video de “Palacio”, en particular, refleja esta filosofía. A pesar de la abundancia de detalles visuales, su esencia es calmada, introspectiva. Cada elemento en la pantalla parece estar ahí para guiar al espectador hacia una experiencia más profunda, más significativa.
“Es un equilibrio delicado entre respetar las expectativas del espectador moderno y mantener la integridad artística de lo que queremos transmitir.”
Elsa y Elmar
La magia de lo manual en la era digital
Otro aspecto fascinante del proyecto es el énfasis en lo manual. Aunque el proyecto respira lo digital, Pablo destaca que gran parte de las piezas visuales fueron creadas a mano. Pasaron un mes y medio en un taller de México, produciendo cada escenario a mano, trabajando con texturas, materiales y colores. Este artista describe el procesos como un “ritual”, un regreso a lo manual en medio de una era digital. Esa dedicación y atención al detalle, asegura, se reflejan en la calidad final de las imágenes.
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El trabajo conjunto entre Elsa y Elmar y Pablo Resoalbe ha demostrado que la colaboración artística, cuando es auténtica y abierta al diálogo, puede producir resultados que trascienden lo meramente estético. En “Palacio”, la música y el arte visual no solo coexisten, sino que se alimentan mutuamente, creando una sinergia que eleva ambas disciplinas.
“Palacio” es solo el comienzo de lo que promete ser una colaboración a largo plazo entre Elsa y Pablo. Ambos han encontrado en el otro un compañero creativo con el que pueden explorar nuevas ideas, desafiarse mutuamente y, sobre todo, continuar fusionando sus mundos de manera coherente y emocionante.
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Texto: María Fernanda Carmona
Entrevista: Sharon Lugo
Fotos: Cortesía
Fecha de Publicación:
Martes 17/09 2024
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