DE LA ACADEMIA A LO ARTESANAL
La escuela me preparó para un mundo cada vez más industrializado y digitalizado. Cuando llegué a Yucatán, a medida que buscaba reconectar con productos que tengan una historia y un toque humano, encontré una creciente valoración de los objetos que reflejan autenticidad, calidad y un profundo respeto por el proceso creativo.
Te comparto las 5 cosas que tuve que desaprender de la escuela de diseño. Cosas que no solo están transformando la forma en que consumimos, sino también cómo entendemos el diseño artesanal y la producción en un entorno local. Donde la simplicidad y lo hecho a mano, se están convirtiendo en el nuevo lujo.
1. El Diseño como Proceso Lineal y Controlado
En la escuela de diseño, a menudo se nos enseña a seguir un proceso de diseño estructurado y lineal. Desde la investigación hasta la ideación y el prototipado. Sin embargo, cuando se trabaja con artesanos, es común desaprender esta rigidez. Los procesos en estas comunidades son más fluidos y adaptativos. El diseño puede evolucionar de manera no lineal, influenciado por conocimientos culturales, recursos disponibles y prácticas tradicionales. Debemos estar dispuestos a flexibilizar nuestra metodología y adaptarnos a los ritmos y dinámicas locales.
Desaprender esta necesidad de control y aprender a observar y escuchar a la naturaleza es vital. Las personas en comunidad entienden que hay fuerzas naturales que influyen en su trabajo. Desde la presencia de un Alux que puede afectar el teñido, hasta los días específicos en los que es mejor cortar cierta fibra. Reconocer y respetar estos ciclos y señales naturales nos invita a trabajar en armonía con el entorno. En lugar de imponer un control rígido, debemos aceptar que no siempre podemos predecir ni manejar todas las variables del proceso artesanal.
2. La Creencia en la Superioridad del Conocimiento Académico
La educación formal puede llevarnos a pensar que el conocimiento académico es superior al conocimiento tradicional o práctico. Al trabajar con artesanos, debemos estar dispuestos a desaprender este enfoque. También debemos valorar la colaboración como medios para desarrollar productos más significativos, donde la tradición y la técnica son compartidas. Me he dado cuenta de que en muchas colaboraciones entre diseñadores externos y comunidades, las voces de los artesanos pueden quedar silenciadas. Especialmente si no se sienten empoderados para cuestionar o contradecir a los “expertos”. El verdadero desafío está en crear espacios de diálogo genuino. Donde todas las partes se sientan igualmente valoradas y en reconocer las influencias de poder que pueden llegar a sofocar la innovación y la verdadera colaboración.
Simplemente, estar abiertos a un aprendizaje mutuo y a ser aprendices tanto como diseñadores.
3. Desaprender la Adherencia a las Tendencias de Consumo
En la escuela, a menudo se nos impulsa a seguir las últimas tendencias y modas. Lo que puede fomentar un enfoque consumista y de ciclo rápido en la creación de productos. Sin embargo, desaprender esta mentalidad y en su lugar, aprender a diseñar con un enfoque más consciente y sostenible significa adaptar nuestro proceso creativo a los recursos disponibles en el entorno, respetando el ritmo y la sabiduría del lugar, y desarrollando productos atemporales que trasciendan las modas pasajeras. Diseñar con lo que ofrece la naturaleza no solo reduce el impacto ambiental, sino que también honra la tradición y el contexto cultural, creando piezas que resisten el paso del tiempo y que valoran la calidad sobre la cantidad.
4. La Perfección como Meta Absoluta
A menudo se nos enseña a minimizar los errores y buscar la perfección en cada detalle del producto. Sin embargo, al trabajar con procesos artesanales, debemos desaprender esta obsesión con la perfección y comprender que los “errores” pueden ser parte integral del proceso creativo. En el contexto artesanal, las variaciones que resultan de la intervención humana—como diferencias en el trazo, color, o forma—son apreciadas como signos de autenticidad y habilidad. Las imperfecciones pueden llegar a convertirse en un testimonio del proceso y la personalidad del creador, esto no justifica descuidar la calidad en la pieza. Debemos dejar espacio para la imperfección como un elemento natural del diseño artesanal, pero también valorar la maestría y el esfuerzo continuo por alcanzar la excelencia en cada creación.
5. Desaprender la Idealización de los Materiales Perfectos
En la academia, a menudo nos enseña a trabajar con materiales que son predecibles y estandarizados. Sin embargo, en el trabajo artesanal debemos desaprender esta idea de que los materiales siempre deben ser perfectos y uniformes para ser valiosos. Debemos entender que los materiales naturales pueden variar ampliamente en textura, color y propiedades, lo que agrega un carácter único a cada pieza creada.
Considero que lo más valioso es el proceso de selección y preparación de los materiales. Aprender a respetar y adaptarse a las cualidades inherentes de cada material en lugar de tratar de forzarlos a un estándar de perfección industrial, es clave para honrar la tradición artesanal. Por ejemplo, no todas las fibras, trozos de madera o bloques de piedra serán iguales y estas diferencias deben ser vistas como oportunidades creativas en lugar de inconvenientes. Al desaprender la necesidad de materiales perfectos, podemos comenzar a valorar la diversidad y la historia de cada elemento utilizado, permitiendo que estos materiales guíen el diseño y enriquezcan el proceso de creación.
Reflexiones finales
Con profunda gratitud a Fundación Haciendas del Mundo Maya que me conectó con comunidades locales y artesanos en Yucatán, descubrí una trayectoria profesional que ha sido una gozadera y un despertar del alma. No solo porque aprendí a desafiar y desaprender muchas de las lecciones que me enseñaron en la escuela de diseño, sino por la conexión humana que se genera en donde el proceso se vuelve más enriquecedor que el mismo resultado. ¿Estamos dispuestos a escuchar y aprender de otros, a valorar los conocimientos tradicionales tanto como los académicos, y a dejar de lado la urgencia de lo inmediato para valorar el proceso?
No puedo negar que la academia me enseñó cosas muy valiosas como el orden, la capacidad de minimizar errores, el uso de metodologías, la importancia del pensamiento crítico y la innovación sistemática. Todos estos aprendizajes los he puesto a disposición de los artesanos que tengan interés en aprender y en colaborar para juntos buscar un equilibrio. Porque a través de la fusión de estos conocimientos académicos con la sabiduría y las técnicas artesanales, es que podemos crear un verdadero espacio de co-creación. Donde el diseño se convierte en una herramienta de conexión, respeto y aprendizaje compartido que nos permitan avanzar hacia un contexto más consciente y equilibrado.
Vuelve al origen.
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Texto: Ana Corkidi
Fotos: César Castilla y cortesía
Fecha de Publicación:
Lunes 11/11 2024
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