Hacienda Wabi: El complejo en Tulum que reinterpreta el paso del tiempo

En medio de la selva de Tulum está Hacienda Wabi, un homenaje a la memoria de los antiguos asentamientos mayas. No se impone sobre la naturaleza: se diluye en ella. Este complejo residencial, promovido por la desarrolladora boutique Namus, fue concebido como una estructura que, con el tiempo, parece querer devolverse a la tierra.

Diseñado por RA!, firma de arquitectura con sede en Ciudad de México, apuesta por una estética que interpreta el paso del tiempo desde la evocación de las ruinas. Escaleras, terrazas, caminos sinuosos y jardines se entretejen para crear un espacio que respira, que se transforma, que se deja habitar por la selva.

Volúmenes que dialogan con el cielo

La estructura se compone de bloques escalonados que se elevan de forma retráctil hacia el cielo, evocando las formas arqueológicas que alguna vez bordearon esta zona del Caribe mexicano. Cada volumen fue pensado para permitir una ventilación e iluminación cruzada y constante. Esto sin renunciar a la privacidad y tranquilidad de cada uno de los 15 departamentos.

La fachada es cubierta por jardineras perimetrales que, con el paso del tiempo, permiten que la vegetación tropical se desborde, dando la impresión de que el edificio está siendo lentamente reclamado por la selva.

Un recorrido orgánico por tres niveles

Al interior, un gran patio fragmentado articula la circulación, creando pequeños rincones que conectan con los accesos a los departamentos. Cada nivel cuenta con recorridos que se descubren paso a paso, culminando en una zona semi pública donde se encuentra la alberca y los espacios comunes de recreación.

• En planta baja, los jardines amplios y las albercas privadas invitan a una vida íntimamente ligada al entorno natural.
• En el primer nivel, las terrazas y jacuzzis ofrecen un descanso más elevado y contemplativo.
• En el segundo nivel, los roof gardens abren sus vistas hacia las copas de los árboles, conectando con el horizonte verde de la jungla.

Materiales que nacen del lugar

La materialidad del proyecto se integra a partir de elementos locales. La base se reviste con piedra de la región, mientras que los niveles superiores recurren al Chukum, un revestimiento natural de origen maya que regula la temperatura y agrega textura. Los tonos neutros predominan para dejar que la vegetación tenga el protagonismo. En Hacienda Wabi, la naturaleza no es un adorno: es el alma misma del espacio.

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Hacienda Wabi es un manifiesto arquitectónico donde la ruina, la naturaleza y la vida cotidiana se entrelazan. Es un ejemplo de cómo la arquitectura contemporánea puede aprender del pasado, respetar el presente y abrir posibilidades hacia un futuro más armonioso con el entorno.

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