REFORMA NORTE Y EL BLANQUEAMIENTO DEL BARRIO BRAVO DE TEPITO.

Hace poco se hizo viral una publicación sobre unos departamentos en el barrio de Tepito que presumían estar ubicados en “Reforma Norte”, abriendo así un debate sobre la gentrificación. La publicación resaltaba el precio exorbitante de la vivienda considerando que esta misma se ubica en Gorostiza 57, en el barrio bravo de Tepito. “Reforma Norte, vive cerca a otro nivel” es el eslógan que se lee al pasar por Gorostiza 57. Anuncios que indican que el precio por vivir a ese otro nivel va desde 1,648,000.00, y desde 51.17 m2. Sin olvidar que entre sus amenidades ofrecen cosas como rooftop y gimnasio.  Sin embargo, la pregunta es ¿cuál es ese nivel con el que se está comparando? En realidad la respuesta es clara pero no sencilla: Tepito no es Reforma y Reforma, por supuesto, no es Tepito.

La calle de Gorostiza está compuesta por vecindades, fábricas, negocios y edificios. Así mismo, casi una manzana completa está habitada por la Secundaria Técnica No. 42, por la que pasamos gran parte de las tepiteñas y tepiteños. El barrio de Tepito es un territorio que desde tiempos precolombinos ha permanecido ligado al pequeño y mediano comercio. Su nombre proviene del náhuatl Tepitón que significa “mercado chico”. Posterior a la caída de México Tenochtitlán los habitantes le nombraron Tequipeuhcan y refiere al “lugar donde comenzó la esclavitud”. La relación que el barrio de Tepito tiene con la avenida Paseo de la Reforma no es más que una cuestión de colindancia. Pero preguntémonos, ¿por qué una inmobiliaria en Tepito haría de la palabra “Reforma” el centro de su imagen publicitaria?

«Reforma Norte» o mejor dicho, Gorostiza 57 no es el primer complejo que presume localizarse en Reforma pero sí fue el primero en hacerse viral en redes. De hecho representa el tercer caso de este tipo de departamentos cuyos nombres se desmarcan de Tepito. Su construcción comenzó alrededor de 2018, su primera fase terminó muy recientemente y se espera que continúen con la construcción de una segunda etapa. “Reforma Norte” ofrece viviendas que la mayoría de las tepiteñas y tepiteños no podemos pagar. Pero el primer complejo de departamentos que utilizó la palabra Reforma para vender viviendas inaccesibles para los tepiteños tiene casi 10 años. Su nombre es “Hacienda Reforma” y es a todas luces el antecesor de Reforma Norte. 

No importa si una minoría de tepiteños pueden pagar una renta de más de $10,000.00 mensuales. Aquí nos importa el encarecimiento de la vivienda, el blanqueamiento del barrio y el borrado de la historia del nombre de Tepito. Muchos usuarios en redes le llaman a esto “gentrificación”, pero, te preguntarás ¿qué es la gentrificación? 

La gentrificación es un término de la geografía que se refiere a cuando una clase pobre es desplazada de su lugar de origen por una clase más adinerada. También nos habla de cuando el incremento del turismo afecta directamente las dinámicas económicas, sociales, culturales y ambientales de ciertos espacios, provocando así la migración de las personas originarias, la distorsión de la vida cotidiana y el posterior encarecimiento de la vida. La gentrificación es, en resumen, el blanqueamiento de los lugares. Y aquí valdría la pena preguntarnos ¿la gentrificación está afectando a Tepito? Bueno, algunas tepiteñas y tepiteños creemos que sí. Si hay un tema complejo que Tepito y sus habitantes venimos padeciendo desde hace años además de la violencia y la discriminación, es la vivienda

Los antecesores de “Reforma Norte”

La primera vez que entré a un edificio en Tepito que tuviera elevador fue alrededor de 2016. Conocí por Grindr a un chico que me dijo que vivía en “Hacienda Reforma” y me invitó a ver una película en su casa. Al llegar se quitó los zapatos mientras yo veía el piso de madera, la pantalla de plasma y los sillones. Me percaté rápidamente de que todo desprendía olor a nuevo y tenía buena pinta. Sin embargo, con dos recámaras y sin espacio para implementar tapancos, el departamento era mucho más pequeño que cualquier casa de la vecindad donde nací.

Ese fue mi primer acercamiento a un complejo de departamentos distintos al de cualquier vecindad o unidad de Tepito que yo conociera. Recordemos que la anatomía tepiteña está compuesta principalmente por mercados, puestos, vecindades y unidades habitacionales. En aquél entonces el nombre de “Hacienda Reforma” no me causó ruido, incluso sabiendo que en realidad estábamos en Tepito. No sabía que quizás me encontraba dentro del primer complejo de departamentos que lavaron su imagen con la palabra “Reforma”. Estos departamentos se ubican en Peralvillo 127, detrás del Museo Indígena o Antigua aduana de Peralvillo. Y esta calle es una frontera del barrio porque colinda con la Av. Paseo de la Reforma, sin embargo sigue perteneciendo a Tepito.

Con lo anterior no intento decir que en las casas de las familias tepiteñas no nos vayamos a encontrar con sillones o pantallas de plasma. Tampoco estoy diciendo que los interiores de aquél departamento eran lujos de alguien millonario. Lo que en realidad me interesa es la cuestión del por qué un lugar en Tepito se vendería como si estuviera fuera de él. ¿Acaso mi barrio no es un lugar digno para vivir? ¿Por qué ahora todos quieren ser de barrio sin atravesar las realidades del barrio, sin cargar con su nombre? 

Del otro lado de la calle de Gorostiza se encuentra una construcción que también se desmarcó del lugar en donde se ubicaba. La Torre CADU Reforma, o mejor dicho, Gorostiza 94 se encuentra justo en la esquina con Av. del Trabajo. También tuve la oportunidad de entrar a este edificio en 2019 y las características son muy similares: departamentos caros y pequeños. Por lo que la Torre CADU Reforma es también uno de los proyectos de limpieza del nombre de Tepito que anteceden a Reforma Norte.

La gentrificación cuenta con múltiples formas de operar, una de ellas, la más presente en Tepito es el turismo barrial. El incremento de turistas en Tepito tuvo su éxito en gran medida gracias a su estética, sus mercados y otra cosa: la venta de alcohol. El folklore y la historia convierten a este barrio en un lugar emblemático para miles de turistas mexicanos y extranjeros. Por ello, sería una mentira decir que todas las personas tepiteñas nos oponemos al turismo barrial. De hecho, son bienvenidos siempre y cuando vengan a comprar otra cosita además del alcohol o la experiencia del típico barrio mexicano empobrecido. 

Aunque la especulación inmobiliaria juega el papel central cuando se trata de las afectaciones en la vivienda y el nombre del barrio, la creación de un Tepito para turistas también forma parte del proceso de gentrificación y blanqueamiento del barrio.

Se considera que la turistificación de Tepito llegó a su punto cumbre con la colocación de las letras de “TEPITO” en la calle de Matamoros. Y si ahora sabemos que el incremento del turismo es una manera de gentrificar un lugar ¿por qué las letras dicen “TEPITO” y no “REFORMA”? Bueno, esto tiene que ver con la creación de un Tepito para turistas y una “Reforma” para arrendatarios. Es decir, todos quieren vivir cerca (de Tepito) pero a otro nivel (el de Reforma). Todos quieren verse y actuar como las personas de barrio pero sin sufrir las violencias que padecemos las personas del barrio. Todos quieren ser y hablar del barrio e ignorar que, tal vez, no se es de barrio, sino que se está barrializad@.


Fecha de Publicación:
Lunes 27/02 2022