HISTORIA Y ANÁLISIS DE LA SILLA MONOBLOQUE, EL POPULAR OBJETO MOBILIARIO

Concebida en los años 70 bajo la influencia de la filosofía de Louis Kahn, la silla blanca de plástico trascendió su diseño sencillo para convertirse en un ícono global. Este artículo explora cómo su funcionalidad, economía y ligereza la catapultaron al centro de hogares, terrazas y espacios públicos en todo el mundo.

1. ¿Qué quieres, silla?

Woody Harrelson, interpretando a David Murphy en Propuesta indecorosa (1993), hace una referencia a la icónica conferencia de Louis Kahn de 1971.

“Si piensan en el tabique, por ejemplo, y le dicen al tabique, ‘¿Qué quieres, tabique?’, el tabique les dice, ‘Quiero un arco’. Y si le dicen al tabique, ‘Mira, los arcos son caros y podría usar un dintel de concreto sobre ti. ¿Qué te parece, tabique?’, el tabique les dice, ‘Quiero un arco’. Y es importante, como ven, honrar los materiales que usen. No le discutan diciendo: ‘Bueno, tenemos mucho material. Lo podemos hacer de una forma u otra.’ No es verdad. Sólo lo pueden hacer si honran al tabique y glorifican al tabique en vez de ser injustos con él.”
—Louis Kahn.

En su famosa conferencia en la Universidad de Pensilvania de 1971, Louis Kahn utiliza el ejercicio de preguntarle a un tabique qué quiere para argumentar a favor de la honestidad en el uso de los materiales. La conclusión implícita parece ser que un arquitecto “honra y glorifica” a un tabique cuando lo utiliza de la forma más adecuada (en este caso, en un arco) sin ocultarlo ni modificar su esencia (como al pintarlo o repellarlo, por ejemplo).

¿Qué sucedería si aplicáramos la lección de Louis Kahn pero, en lugar de preguntarle al honorable y glorificado tabique qué quiere, le hiciéramos la misma pregunta a la humilde silla blanca de plástico (también conocida como la silla monobloque)?

2. Mecedora blanca para exterior, capacidad de 600 lb

The White Outdoor Rocking Chair – 600-Lb. Capacity, vendida en Amazon por Semco Plastic Co Inc.

“Antes que nada, tengo mucho escepticismo sobre pedir una silla por internet sin haberme sentado en ella antes. Después de dos meses de intentar encontrar una para probarla antes de comprarla, finalmente me rendí y la ordené. Me alegra mucho haberlo hecho. A continuación, intentaré desglosar mi experiencia en esta reseña.”

  • Ensamblaje: Leí muchas reseñas que decían que ensamblar esta silla era complicado. A mí me tomó cinco largos minutos, y eso fue después de leer las instrucciones dos veces. Un poco de WD-40 y dejar que la gravedad haga su trabajo (dejando caer la silla al piso desde una altura de unos 25 cm en posición vertical unas cuantas veces de cada lado) fue suficiente.
  • Construcción: Aunque apenas recibí la silla el fin de semana, parece estar fabricada con un plástico robusto que debería durar años. He tenido muchas sillas de plástico que se doblan o rompen con el tiempo, y no veo que eso le pase a esta silla.
  • Comodidad: Primero que nada, es una silla de plástico rígido, así que esperar que sea suave o acolchonada sería ilógico. Dicho esto, mido 1.80 m, peso 120 kg y tengo un cuerpo como el del Osito Bimbo. Para mí, esta silla es una mecedora increíblemente cómoda. La única modificación que haría sería alargar un poco la parte inferior del asiento, pero eso se debe a que tengo piernas muy largas. Aun así, no es incómoda. El respaldo es lo suficientemente alto como para que pueda recargar mi cabeza mientras me mezo, y el asiento es lo bastante ancho como para acomodar mi trasero grande, incluso con la funda de mi pistola, sin que nada se sienta ajustado o roce.
  • Conclusión: Si se preguntaban si esta silla es buena, definitivamente lo es. Naturalmente, soy escéptico con casi todo, pero le doy cinco estrellas considerando su diseño. Es una mecedora sólidamente construida, para todo clima, y lo suficientemente cómoda para que incluso las personas más pesadas puedan disfrutarla sin problemas.

—Reseña por Craig Hicks. (2)

3. El objeto sin contexto

“Prácticamente todos los objetos sugieren un espacio y un tiempo. La silla monobloque es uno de los pocos objetos que están libres de cualquier contexto específico. Ver una silla blanca de plástico en una fotografía no te da ninguna pista sobre el tiempo o lugar en el que te encuentras. Me cuesta pensar en otros objetos igualmente descontextualizados. Cuando pido a mis amigos que propongan un objeto similar, la mayoría menciona una lata de Coca-Cola. Sin embargo, la Coca-Cola varía notablemente entre países: puede venir en botellas de vidrio o latas, con etiquetas en distintos idiomas. En cambio, la silla monobloque no ofrece ninguna pista lingüística ni señales de localización evidentes. Donde sea que esté, siempre parece estar en casa.”

La silla monobloque no es una visión del futuro en el que las mega-corporaciones desdibujan las diferencias entre Albania y Afganistán. Incluso McDonald’s, el avatar de la homogeneización global, invierte significativamente en localización. Sin esta estrategia, sería difícil vender hamburguesas de carne en la India, donde la mayoría de la población es hindú. Todavía falta tiempo para que el McChicken Tikka (un excelente sándwich, por cierto) sea tan común que su envoltura no revele si estás en un McDonald’s de la India o de Japón.

La silla monobloque, en cambio, nos recuerda que el mundo sigue siendo local, único y particular. Aunque la globalización tiende a homogenizarlo, la mayoría de los objetos aún ofrecen algún contexto. Sin embargo, los pocos que desafían esta localización merecen una atención especial. Estos objetos han alcanzado tal perfección en su diseño que no requieren adaptaciones para ser igualmente funcionales en África o en los suburbios de Norteamérica. Ignorarlos sería un error: los objetos sin contexto, como la silla monobloque, han alcanzado una forma de celebridad global que pocos humanos podrían soñar lograr.

4. La silla impensada

La silla impensada es un libro escrito por el psicoanalista argentino León Kaminsky, publicado en 1982 como parte de la colección Biblioteca del hombre contemporáneo de la Editorial Paidós. Este ensayo aborda el fenómeno de la silla: un objeto conocido por todos, pero que rara vez es pensado conscientemente. En este caso, la silla en cuestión es la humilde y omnipresente silla blanca de plástico.

5. Blanco

Algunos fragmentos de White (Blanco), el libro de Kenya Hara, diseñador gráfico, curador, escritor y, desde 2001, director de arte de Muji, la compañía japonesa de productos para el hogar:

“El blanco es un color particularmente inusual porque también se puede interpretar como la ausencia de color. En la antigüedad, los japoneses se referían a las posibilidades latentes que existen antes de un evento como kizen. En este sentido, el blanco contiene la posibilidad latente de transformarse en otros colores y puede considerarse como kizen.”

El blanco puede obtenerse mezclando todos los colores del espectro o eliminando tinta y pigmentos. Es, simultáneamente, ‘todos los colores’ y ‘ningún color’. Esta dualidad como un color que puede ‘escapar del color’ lo hace muy especial. La textura del blanco no solo evoca la materialidad de los objetos; también puede contener cualidades temporales y espaciales como ma (un intervalo de espacio y tiempo) o yohaku (un margen vacío), así como conceptos abstractos como la no existencia y el cero.

El blanco puede verse como la forma básica de la vida o como información que emerge del caos. Representa una forma extrema de entropía negativa, delimitada y estructurada para escapar del desorden. La vida irradia color, mientras que el blanco tiende a escapar hacia el lado opuesto del caos. La vida llega al mundo vestida de blanco, pero comienza a adquirir color en el instante en que toma forma concreta y toca la tierra, como un pollito amarillo emergiendo de un huevo blanco.

El blanco puro no puede manifestarse en el mundo real. Aunque creemos haber estado en contacto con el blanco, esto es solo una ilusión. En el mundo tangible, el blanco siempre está contaminado e impuro. Es, en esencia, un vestigio, un rastro que señala sus orígenes. Su delicadeza y fragilidad lo hacen sobresalir en nuestra conciencia.

A veces, el blanco representa ‘vacuidad’. Como no color, puede transformarse en un símbolo de la inexistencia. Sin embargo, el vacío no implica ‘nada’ o ‘falta de energía’; en muchos casos, indica una condición o kizen llena de posibilidades futuras.”

6. La esquina negativa

La Esquina Negativa (licencia poética) nos ha enseñado que las ideas estéticas preconcebidas de cómo se deben ver las cosas son virus de información que infectan nuestros cerebros. A veces podemos sacrificar estos virus en el altar del apilamiento masivo. Estamos hablando de la Esquina Negativa en las patas frontales de la silla blanca de plástico, el detalle más significativo y subestimado en la mitología del diseño.

A principios de los años noventa, en Grecia, probablemente en todo el país pero más específicamente justo afuera de Thessaloniki, en Michaniona y Agia Triada —posiblemente el epicentro mundial de la silla blanca de plástico(6)— la gente solía apagar sus cigarros en ellas. Los fumadores ni siquiera volteaban a ver mientras hacían este acto; seguían hablando. Los apagaban en la parte superior de la pierna frontal, precisamente en la Esquina Negativa. Una tenue marca amarilla conmemoraba el evento para la eternidad.(7) Una inspección más cercana revelaría un pequeño burbujeo donde el centro del cigarro había impactado el plástico –el polipropileno termoplástico se derrite aproximadamente a una temperatura de 200 grados Celsius.

Observar la Esquina Negativa en los años ochenta debió haber sido permitido sólo a los adultos porque este acto podía convertir a un niño inocente en un cínico. Era obvio que este detalle había sido incluido con fines de apilamiento y rigidez estructural pero aún así estaba radicalmente “mal”. Theo tenía alrededor de diez años cuando observó este detalle por primera vez y todavía lo recuerda: el momento en el que el modernismo murió en él para nunca revivir. Después de esto, le fue mucho más fácil tragarse detalles como la forma del Twingo, el automóvil producido por el fabricante francés Renault y comercializado principalmente en Europa desde 1993, o el sencillo funcionalismo de la tapa de plástico de un vaso de café para llevar.

7. Dos imágenes en un libro de la biblioteca del MUAC

Jorge Bobadilla encontró las imágenes en un libro de la biblioteca del MUAC pero por el momento no recordamos más (y tampoco las encontramos en internet).

8. Evolución

Al ver estas sillas blancas de plástico apiladas en la arena (ahora en otro sitio: Progreso, Yucatán en 2018) uno reconoce subconscientemente —aunque casi nadie lo admitiría— la forma de las columnas vertebrales articuladas y otras acumulaciones de huesos como las de las catacumbas europeas. Tiene que haber una conexión: el éxito de la silla blanca de plástico tiene que venir de este giro evolutivo y no de sus otras bondades: es la silla más cómoda que existe, no es necesario limpiarla, si le disparas con una AK-47 sigue funcionando perfectamente y dura un millón de años.

No es coincidencia que sólo en Europa se han vendido más de mil millones de sillas blancas de plástico, el equivalente en mobiliario a un camarón. Aunque no existe una cifra oficial, podemos extrapolar esta cantidad y afirmar que existen más sillas blancas de plástico que humanos.

Muchas sillas de plástico han sido convertidas en esqueletos de ballena por artistas y muchas ballenas se han convertido en sillas de plástico al ser enterradas en la arena por millones de años para convertirse en petróleo y luego en plástico. Ninguna otra silla tiene esta distinción.

En algún lugar de Suiza, existe un museo-bar dedicado a H. R. Giger. Alguien irá algún día y dejará pilas de sillas blancas de plástico.(8) El espíritu de Giger aceptará el gesto silenciosamente porque la silla de plástico es a la iconografía de Giger lo que la gallina es a nuestras fantasías de los T.Rex jurásicos: un pariente que no podemos renegar.

Seguimos esperando una película de ciencia ficción dura donde la nave espacial principal esté completamente amueblada con sillas blancas de plástico.

9. Estado de bienestar

En México, la silla blanca de plástico encaja en el modelo vacacional propio del régimen posrevolucionario priista que si bien mantenía claros rasgos autoritarios y represivos, también estaba anclado en una política de masas y en la implementación de distintas políticas públicas de corte social —tal vez más bien relacionado al Estado del bienestar del siglo XX. La silla blanca de plástico aparece más en los pequeños comercios a la orilla de la playa que en los grandes resorts todo incluido (véase Cancún) o en los hoteles boutique del neoliberalismo neohippie (véase Tulum).

Algunos de los nombres de las versiones comerciales más populares de la silla blanca de plástico son:

Silla Confort Chapala de Plástico, Coppel(9)
Silla Boston Blanca, The Home Depot
Unbranded Backgammon Patio Chair
Adams White Polypropylene High-Back Chair
Adams RealComfort White Polypropylene Adirondack Chair Grosfillex Pacific Stacking Topaz Cofta Monobloc Chair 501 Uratex Low Back Armchair 1401 Uratex Germania Chair Majesty Uratex Chair
Stellar Uratex Chair

10. El uso correcto de la silla de plástico blanca

Esto también lo sabes: uno puede confiar ciegamente en un restaurante con sillas blancas de plástico; es una señal de la imposibilidad de que el pescado no esté fresco, una garantía de confianza absoluta en la comisa misma.

Una silla blanca de plástico tampoco requiere limpieza: una mancha de aceite no se tiene que tallar porque sabemos que desaparecerá por completo cuando decidamos pasarle un trapo. Es decir, sólo limpiamos las cosas que pensamos (y por lo tanto tememos) que se puedan manchar permanentemente, como los niños y las camisetas blancas. Las manchas de pita gyro sólo le suman al encanto.

El plástico le ha hecho mucho daño a la naturaleza pero nunca a través de la silla blanca de plástico porque todas las que se han producido en la historia siguen en uso: es el material perfecto para el objeto perfecto.

Si quieres encontrar una buena imagen de una silla blanca de plástico, no busques en Google “silla blanca de plástico” sino cualquier otra cosa que se te ocurra, y encontrarás imágenes donde aparecen sillas blancas de plástico.

11. La caseta de informes inmobiliarios

La caseta de informes inmobiliarios es una tipología arquitectónica que generalmente consiste en una mesa blanca de plástico, dos sillas blancas de plástico, una sombrilla, un garrafón con agua potable, un letrero y tiras de banderines de polietileno multicolor amarrados desde los puntos más visibles. Están en la banqueta y tienen como único programa la promoción, para renta o venta, de la propiedad frente a la que se encuentran.

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Este artículo forma parte de una colaboración con Arquine y fue originalmente publicado el 03/07/19.

APRDELESP, Xavier Nueno Guitart, Fabien Cappello, Luciano Concheiro, Theo Michael y Benny Shaffer.

Notas sobre la silla blanca de plástico (versión 1.0.0) se escribió en la Ciudad de México, Madrid y Cambridge (Massachusetts) y se imprimió el 9 de marzo de 2019 para distribuirlo en la caseta de informes del local comercial ubicado en Marsella 59, colonia Juárez, en la Ciudad de México, en el marco del festival Mextrópoli.

Notas:

  • 1Algunas diferencias entre un tabique en un arco y una silla blanca de plástico en un espacio: El tabique no se puede mover pero la silla blanca de plástico sí. La posición del tabique es decidida por un arquitecto pero la posición de una silla blanca de plástico no.
  • 2Hicks, Craig. “Great Chair!!! Customer Review.” Amazon, 2014.
  • 3Zuckerman, Ethan. “Those White Plastic Chairs – The Mono- bloc and the Context-Free Object.” … My heart’s in Accra, 2011.
  • 4Algunos otros textos sobre lo impensado: “Hay un impensado entre periodismo y política”, “La violencia: lo impensable, lo impensado”, “La sombra del objeto: psicoanálisis de lo impensado”, “Lo sublime y lo impensado”, “La estrategia frente a lo imprevisto y lo impensable”, “Lo impensado de la filosofía”, “Posiciones impensadas,” “Impensado: el poder de lo cognitivo no-consciente,” “Lo impensado en el pensamiento islámico,” “El balón y la palabra: el fútbol y lo impensado”, “La irrupción de lo impensado”, “Dinámica de lo impensado,” “Análisis de los sistema mundo como impensado” “Los ausentes de la memoria: figuras de lo impensado,” “Violencia social y psicoanálisis: lo impensable, impensado”, “Pensamiento de lo nuevo: futuros impensados,” “Lo impensado en ‘Lady Warhol: sexualidad y arte”, “Una política de lo impensado”
  • 5Hara, Ken’ya. White. Lars Müller Publishers, 2010.
  • 6Aquí nos referimos específicamente a las variantes de la silla de resina para jardín Grossfillex con nombres como Aphroditi (un guiño a Botticelli; su respaldo tiene forma de concha) y Vendalia (abanico en griego). Estas sillas podían soportar cargas de hasta 250 kg fácilmente, no sólo gracias a la anteriormente mencionada Esquina Negativa, pero también porque los brazos –ausentes en las imitaciones más baratas– conectan el asiento con el respaldo.
  • 7Estas marcas recuerdan al Germs Burn, una cicatriz que los fans de la banda de punk Germs se hacen apagando un cigarro en la parte interior de su muñeca. Este ritual de modificación corporal únicamente puede ser hecho por alguien previamente iniciado, por lo que cualquiera de estas cicatrices es resultado directo de una línea de quemaduras que empezó en Darby Crash, co-fundador de Germs.
  •  8Si alguien pintara las sillas de negro, entonces este experimento sería invisible.
  •  9Resulta significativa la asociación de una de las versiones más populares en México con una localidad conocida como lugar de veraneo en México (Silla Confort Chapala de Plástico).

Nota originalmente publicada en junio 2023 por APRDELESP


Fecha de Publicación:
Jueves 09/01 2025