¿Cuánto cuesta el lujo de escribir? Los precios históricos, sociales y emocionales en el 2025

Cuando era niña jugaba a escribir. Hoy sé que esto puede ser tanto un juego como cada persona o medio lo decida. A mis 23 años sueño que escribo, esto no quiere decir que no lo haga realmente todos los días, sino que LITERALMENTE sueño que escribo. ¿Cómo voy a hacer esa nota? ¿De qué vamos a hablar el mes que viene? ¿Se logrará esa entrevista? ¿Cómo vamos a hacer que la gente lea? Estas son las preguntas que atraviesan mis noches. No significa que sea workaholic (bueeeno, tal vez un poquito), sino que de verdad quiero mucho a coolhuntermx.com. Este lugar que nos permite jugar con propósito.

Érase una vez…

Puede que hoy en día, para muchas personas, el hecho de que una mujer escriba sea de lo más normal. Pero te voy a contar brevemente todo lo que tuvo que pasar para que estés leyendo a una morra de 23 años como yo.

Durante siglos, las mujeres fueron apartadas de la educación formal; se les negó aprender a leer y escribir porque se pensaba que su lugar estaba en el hogar. Las primeras que se atrevieron a hacerlo lo lograron escondidas. En el mundo, escritoras como Mary Wollstonecraft o las hermanas Brontë tuvieron que publicar bajo seudónimos masculinos para ser tomadas en serio. ¿Te has preguntado de cuántos “anónimo” estuvo detrás una mujer?

En México, no fue sino hasta finales del siglo XIX y principios del XX que empezaron a abrirse las aulas para nosotras, impulsadas por movimientos feministas y revolucionarios que reclamaban educación y participación política. Tuvieron que pasar luchas obreras, marchas por el voto femenino, movimientos estudiantiles, olas de feminismo y cambios legales para que una mujer pudiera firmar con su nombre sin que eso significara un escándalo. Hubo censura, burlas, violencia y silencios impuestos; pero también redes de mujeres que se pasaban libros, que publicaban en periódicos independientes, que enseñaban a leer a escondidas. 

Todo eso tuvo que pasar para que hoy, desde una computadora y con mi propia voz, pueda contarte una historia sin tener que disfrazarme de hombre ni pedir permiso. Por ello, que la gente no lea un medio de mujeres jóvenes y disidencias como coolhuntermx.com me parece hasta una falta de respeto. Unas ganas de no querer saber nada, que no me producen sueños, sino pesadillas. Y en parte lo entiendo, porque quien nada sabe, nada teme. Definitivamente, a eso no queremos jugar.

¿Qué implica una nota de Coolhuntermx?

Todos los días pienso en que mi juego se convirtió en un lujo. No sólo aprendí a escribir, tuve libros para inspirarme, una educación universitaria, comida en mi mesa. Y si sumamos todo lo que eso les costó a cada una de las familias de lxs integrantes de editorial, las lágrimas, los sacrificios, las ausencias y hasta las veces que hemos entrado a una junta con el corazón roto, una sola nota es invaluable. 

Pasemos a más cotizaciones y cortes de caja. Al mes hacemos alrededor de 42 notas. Pasamos más de 8 horas frente a una pantalla. Como dato, casi todas las personas que formamos parte de Cool usamos lentes, lo que significa que nuestra vista en cierto momento pide una pausa. Según la Academia Americana de Oftalmología en la equipa editorial podemos experimentar fatiga ocular, visión borrosa, ojos secos y el incremento de nuestros problemas oculares preexistentes. 

En más términos físicos, nuestros calendarios y mails no son los únicos presionados, también nuestro cuerpo. Según Mayo Clinic, estar mucho tiempo sentadas puede provocar un aumento en presión arterial, glucosa sanguínea alta, niveles de colesterol no saludables y más. ¿Qué te digo? Amor amor amor al arte. 

A nivel psicológico, es vivir con un cerebro que pretende ser multitasking (hoy sé, que eso no existe): pensar en un título SEO mientras contesto un WhatsApp, revisar si ya aprobaron la portada y preguntarme de qué más hablar. Todo mientras afuera la vida sigue pasando, porque también tuve el lujo de estar en cool, el mejor lugar que pude haber imaginado para sobrellevar el peor momento de mi vida.

Y aun así, hay un placer en cerrar el mes con 42 publicaciones, notas bien hechas: es como llegar a la meta en una carrera de obstáculos. Nadie lo ve, pero detrás de cada nota hay horas de investigación, coordinación, creatividad y personas que invierten energía, aún cuando no la tenemos. ¿De verdad esto cabe en un post?

¿Y entonces? ¿Vale la pena seguir?

Construir un posicionamiento en las búsquedas, en las redes sociales y sobre todo, en la mente del público no ha sido tarea fácil. Con orgullo decimos que fuimos los primeros medios, en ese tiempo bloggers, que hacíamos contenido original, en ese momento de la vida, el talento y proyectos mexicanos no eran atractivos para los medios tradicionales, por lo que tenemos un archivo fotográfico y escrito grande e histórico, que nos permite analizar sus desarrollos.

Nacimos con la intención de realizar contenidos de valor, y eso hemos hecho por dieciséis años y lo seguimos haciendo; solo que ahora, nos lo cuestionamos más. 

En esta carrera de obstáculos llamada “medio independiente”, cada vez se agregan nuevos retos que hacen que nuestro trabajo diario, sea más bien, una resistencia diaria. 

Entre influencers, generadores de contenido, TikTok “como el (antes) ‘nuevo’ buscador”, y ChatGPT como el ahora “nuevo buscador”, nos preguntamos, ¿seguimos escribiendo? ¿paramos y nos enfocamos redes? 

En nuestro más reciente llamado a la lectura, un comentario me llamó la atención. Harumi Alvarado nos compartió: 

Me gusta pensar que en este y en todos los tiempos, a quienes nos gusta leer siempre buscaremos las letras, porque en ellas encontramos una manera de mirar el mundo desde el interior, aunque los formatos cambien, estaremos ahí para detenernos a mirar el mundo de otra manera. Gracias por escribir, nunca dejemos de hacerlo, aunque nadie nos lea, cuando uno escribe, el corazón resuena y esa vibración siempre encuentra a alguien con quien conectar.

Y nosotras decimos: Tiene toda la razón.