PENSAR EN COMIDA JAPONESA Y UNA AMPLIA VARIEDAD DE SAKE, ES PENSAR EN KURA, UN IZAKAYA UBICADO EN EL CORAZÓN DE LA COLONIA ROMA, EL CUAL EN DEFINITIVA ESTÁ DANDO MUCHO DE QUÉ HABLAR.

Miércoles 24 /05 2017

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FOTOS: Paola Félix
TEXTO:Marcos Romero

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Colima 378 Local A,
Roma Norte, CDMX

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La oferta gastronómica que podemos encontrar en la Ciudad de México, es tan rica como la de cualquier otro punto cosmopolita en el mundo, pero también dentro de sus calles se albergan varios lugares que en definitiva nos pueden dar un recorrido por todo el planeta de Norte a Sur y de Este a Oeste.

La semana pasada, en una búsqueda por comer algo diferente, nos dimos cita en Kura, un lugar que está cobrando popularidad en la colonia Roma, justo por la comida que se sirve en sus instalaciones, la cual ha sido creada en torno a los platillos japoneses.

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En una plática con el chef de este lugar, pudimos aprender sobre el verdadero concepto que da vida a Kura.

El nombre de “Kura” significa “bodega” o “almacén” y es así como el interiorismo de este sitio toma forma, pues a primera vista este hotspot parece ser un espacio creado para el almacenamiento de barriles de sake, idea que cambia al momento del ingreso, ya que el diseño de nuestro espacio fue pensado para que una vez que nuestros visitantes entren, descubran que Kura no es una bodega sino un Izakaya, o lo que vendría siendo el concepto de las cantinas de México, pero con un twist en el ambiente, ya que este es un espacio más familiar, en comparación con los populares bares mexicanos, los cuales usualmente están dirigidos únicamente para adultos.

Takeya Matsumoto, Chef de Kura.

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El verdadero deguste en Kura se centra en su barra, la cual es perfecta para pasar el rato acompañado de alguna cerveza artesanal o de alguno de los tragos preparados con sus más de 50 sakes, entre los que destaca Nami Sake, el primer sake producido en México.

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Pero la dinámica de Kura no solo se centra en la barra, ya que en este espacio también cuenta con una carta tipo teishoku, que regularmente ofrecen platillos ricos y abundantes perfectos para llegar, comer y retirarte, idea perfecta para los que no tienen tanto tiempo para disfrutar de la experiencia completa de Kura: permanecer en este sitio de dos a tres horas, en lo que es un verdadero deleite para el paladar al momento de ordenar nigiris, los deliciosos gyoza (que son dumplings rellenos de carne o verduras, coronados con una costra dorada), brochetas (las cuales son la especialidades de la casa) o  alguno de los variados sashimis que ofrecen.

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Kura no tiene más de dos años en la ciudad y se ha logrado consolidar como una parada obligatoria para los amantes de la cultura japonesa y sobre todo, de su cocina.

Si planeas visitar próximamente este sitio, te recomendamos preguntar por la carta de postres, que cuenta con un delicioso pastel de té verde o el delicioso helado del mismo sabor, el cual en definitiva será un verdadero deleite para tu paladar.

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