La Q de Cuir, 2 de 2

Arcoiris por todos lados.

La casa. La calle. El banco. Los municipios. El fast-food. Netflix alínea una colección de contenido LGBTQ. Uber pone de colores los trayectos. Spotify comparte la lista de reproducción de Clásicos Pride. Hasta Fantasías Miguel adorna uno de sus pasillos con plumas y placas que leen “el amor de donde venga es bueno” y “el amor es amor.” Tal y como las nochebuenas y cupidos invaden las calles, aparadores y pantallas de teléfono durante Navidad y San Valentín, el arcoiris se derrama durante junio para celebrar el mes del orgullo.

La celebración del orgullo ha ido cambiando. Estas reuniones,– celebratorias, de protesta o ambas se han diversificado, expandido, se han vuelto más fuertes y muy notablemente, se ha capitalizado. Este último fenómeno, el capitalismo rosa, puede volverse problemático. Corporativos, gobiernos, empresas, apps y otras organizaciones se hacen de partes del discurso(s) l -g -b – t – t – t – q – i – a  para vender ^{(Y VENDERSE)} con arcoiris ^CERTIFICADO durante junio. Más interesante sería saber qué iniciativas relacionadas a la diversidad sexual, como promoción de igualdad hacen el resto del año.

Recuerdo

Este año se conmemoran 50 años de los disturbios de Stonewall en Nueva York, catalista importante del movimiento moderno de los derechos homosexuales o más acertadamente, derechos de las comunidades de la diversidad sexual. Este año, también, se celebra la 41 edición de la Marcha del Orgullo Gay de Ciudad de México.

La institucionalización misma de junio como mes del orgullo es tema de conversación dentro de las mismas comunidades de la diversidad sexual, no hay un único punto de vista– que sí hay que celebrar, que no hay nada que celebrar, que de esta manera, etcétera–.

Las imágenes y textos ^{CONTENIDO FESTIVO}  LGBTTTQIA + que inunda nuestros celulares en esta temporada en el mínimo de los casos da mayor visibilidad a las personas de las diferentes comunidades de la diversidad sexual que comparada a hace unos 50, 10 o 5 años estaba limitada a representaciones en su mayoría moralistas, peligrosamente simplificadas y de clóset ^{TÚ SÓLO PUEDES SER GAY EN ESE ESPACIO} . En el mejor de los casos estas representaciones hablan de un dejarse ver, de un cambio de vergüenza al orgullo.

“¿Ya salió del clóset?” – se escucha por ahí.

Uno de los rituales más socializados de las comunidades diversas es la salida del clóset. El clóset está construído por ideas ^{SOCIALES Y CULTURALES} que asumen la heterosexualidad de todas las personas. A principios del movimiento gay el clóset era visto un aparato de violencia homofóbica, un concepto represor y un aparato conveniente para contener e identificar  a las personas de la comunidad. Visto desde dentro de las comunidades diversas, el clóset presenta un problema binario y reductivo; estar dentro o fuera de él, cuando el entendimiento amplio de la identidad tiende a ser fluído.

Henry Urbach, curador y escritor de arquitectura, busca una nueva consideración y reta la noción del clóset con un espacio que él llama el ante-closet. Este se refiere a un espacio intersticio, entre el cuarto ^PÚBLICO y el clóset ^PRIVADO, donde se escoge la ropa^VESTUARIO   y en donde suceden las transformaciones.  El ante-closet reta la noción del origen de la identidad y de las cosas que suceden ahí y opuesto al clóset como espacio de escondite y vergüenza, este se piensa como lugar de ensayo, de prueba y una intimidad elegida.Estas transformaciones permiten ensayarnos, elegir otras ropas y dar espacio otras posibilidades. A manera de performance privado, imaginamos nuevos cuerpos y objetos y nos transformamos .

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Larissa Garza, 25años
No binaria, queer
Artista y espía
Pronombres ella, elle

“Quiero un bigote,” dice Larissa.

Ella habla de su objeto cuir, un aceite y loción de Bergamota que compró en una botica para estimular el crecimiento del vello facial.  Este tratamiento es parte de los descubrimientos de sus interés recientes en investigar formas de transformar el cuerpo. Siendo artista y espía, como se define elle, buscar nuevas y otras maneras de poder ser y estar en el mundo son esenciales la práctica de Larissa.

¿Cómo defines a lo cuir/queer?

“Principalmente impacta mucho en la forma en la que me relaciono. Creo es en lo que más me resuena. Siempre busco o trato de tener formas de relacionarme más suaves, de escuchar, de crear espacios seguros, que haya apertura al diálogo, que haya honestidad, que haya empatía.”

“Siempre trato de cuestionar mis reacciones instantáneas a las cosas. Y trato de formular otras maneras de escuchar o de estar en relación a otras personas,” explica Larissa.

“Todo lo que hago, desde mi trabajo y mi vida, trato de verlo desde ahí, desde la deconstrucción de todo lo aprendido, del “cómo debería ser todo. A partir de ahí, de buscarle y rascarle y ver desde dónde vienen los pensamientos y emociones y situarme en otras perspectivas, me sitúo en mis relaciones con los demás.”

“ Siempre lo pienso desde el cuestionamiento de los binarismos de género y que propone que no sólo existe el binario hombre-mujer, si no que existen otros géneros,” comparte Larissa. “Hablando en esos términos, yo vivo lo cuir, para empezar, pues soy una persona agenero. Me gustan todas las personas. Me cuesta trabajo conectar con los hombres cisgénero pero en general me gusta la gente. Está muy ambiguo mi género y mi orientación sexual. ”

Larissa habla de las formas afectivas con las que generaciones más jóvenes de las comunidades de la diversidad de identidad y sexual buscan relacionarse. Desde el cuestionamiento y la deconstrucción de la formas, resultan más suaves y me atrevo a decir más conscientes de  ser y acercarse al otro.

Daniela González Sendra
Bisexual Pansexual Cuir
Estilismo de Moda
Pronombres Ella / Elles

“Es lo más cuir que tengo porque es lo más yo que tengo,” dice Daniela González sobre su objeto. Se refiere a una escultura de porcelana en la que una mujer de pelo corto y un galgo andan de paseo. “Es como mi alma en una escultura. Yo usaría, así, el sombrero como bolsa, el vestido. Siempre he dicho que si fuera un perro sería como uno de esos y el pelo lo tenía así cuando me lo regalaron.”  

La escultura, un regalo de su ex novia, la hizo sentir vista y lo describe como “un momento importante en el que alguien te dice, Te entiendo y te veo y va de la mano del espíritu cuir, el que alguien te vea, te acepte así tal cual y vea que no estás dentro de la norma.”

¿Cómo defines a lo cuir/queer?  

“Estar en el espectro de las siglas, tener una libertad sexual y de género. (Es) algo cambiante, algo adaptable, pero no una identidad normativa. Lo defino como todo lo que no es la norma.” Algo incuir sería “Algo que no se pregunta, algo que no cuestiona, no evoluciona.”

Lam, 23 Años
Joto queer
Estudiante de moda
Pronombres Él – Elle

Las maneras más usuales de relacionarnos con la ropa se despliegan de maneras enfáticamente sexuadas. Entras a una tienda y las opciones son dos: Caballero y Dama, Niña y Niño. ¿Qué pasaría si no fuera así? ¿Cómo sería?  ¿Cómo y qué buscaríamos? Los siguientes objetes muestran maneras en las que el binario mujer–hombre son problematizados e incluso ignorados para dar cabida a otras referencias.

A primera vista, Lam es extrovertido aunque admite que también es tímido y le gusta que le saquen plática. El objeto más cuir de Lam es un choker –un collar ajustado al cuello color plateado con un aro colgado por delante– “con el que ha formado mi imagen,” comparte Lam. Interesando en la ropa, el cuerpo y  lo que dice esa suma de sucesos, elle es intuitivo y busca lo que le gusta “,casi siempre voy al lado de las mujeres, la neta la ropa de hombres es muy aburrida,” dice Lam,  que es esbelto, tiene acento norteño y con tacones mide casi 2 metros.

¿Cómo defines a lo cuir/queer?

“Pues yo siempre he tenido problemas definiendo esas cosas por que, primero, no sé ni qué soy yo, segundo, (lo cuir) es una cosa bien grande y engloba muchas cosas.”

“Lo cuir/queer es como algo que expresas de la forma que quieres y que te vale verga. También es romper las reglas de género.” Sobre lo contrario, “algo incuir sería comportarse como la sociedad te dice.”

Evelyn Palacios, 22 años
Mujer bisexual
Vestuarista
Pronombre Ella

“Yo digo que mi mamá es cuir,” dice Evelyn quien heredó su amor por la ropa de ella.  “A ella le daban ropa mis tías – de señor o de viejita– y la modificaba. Mi mamá podía usar zapatos de hombres.”

El objeto cuir de Evelyn son un par de botas vaqueras que confeccionó en la universidad. “Por lo general le gustan los diseños de hombre y los de mujeres casi no,” dice Evelyn. En el caso de las botas, podría comprar de niño (por su tamaño) pero le gustan con tacón y por eso decidió hacerlas.

¿Cómo defines a lo cuir/queer?  

“Son personas que deciden solamente a ser ellas a pesar de todo. Sin meterse exactamente a “soy hombre” o “soy mujer” y deciden ser ambos o de todo . Y lo hacen solamente para sentirse bien consigo mismos. En cambio, una persona incuir sería alguien que se restringe ella misma de cómo expresarse tal como quiere.”

Hernán Esquinca,
Director de Arte
Queer

“Es un objeto sexy, genderless,” dice Hernán Equinca sobre su selección de objeto cuir, el Britney Top de Lazoschmidl del dúo nórdico de Josef Lazo y Andreas Schimdl.  A primera vista, el top recuerda a algún vestuario de Britney Spears cercano al 2000, pero la pieza hace más que eso. “No le quiero encontrar un rol de género,” dice Hernán. En realidad la pieza es un genderfuck, se ve de una manera, cae de otra manera, la pudiera usar cualquiera. “Es este blend de masculinidad y feminidad. Me gusta fluir. Los hombres heterosexuales no se atreven a verme raro, porque ando con seguridad. Y las mujeres, la encuentran sexy.”

¿Cómo defines a lo cuir/queer?  

“Una comodidad de poder fusionarte, hacer este blend o juego de géneros y estar cómodo con esto y estar seguro. Encontrar una comodidad entre ser político y que te valgan los roles establecidos.”

“Desde que me defino como queer me encontré cómodo con la palabra. Conforme los años noto un dinamismo de exploración o curiosidad. Mis gustos van cambiando, mi estilo, incluso las personas de las que me rodeo. Y de esto también se trata la deconstrucción del género, de explorar.”

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