EL DRAG, MÁS QUE UN ARTE, ES LIBERACIÓN, ES DESPRENDERTE DE TUS ATADURAS Y ENCONTRARTE.

El arte drag ha sido una parte importante de la expresión queer a través de los siglos, pero sus raíces aún son desconocidas para muchas personas. Desde sus inicios, el drag ha servido como una forma para desafiar el status quo y si nos adentramos en su historia, entonces podremos comprender el papel que ha desempeñado en la cultura queer. Desde sus orígenes en el teatro hasta la  declaración política que es hoy, el arte drag ha sido una fuerza poderosa de expresión, una salida segura y creativa para que las personas queer muestren su identidad y compartan su historia.

¿Qué es el drag?

La sociedad tiene expectativas heterocisnormativas respecto a lo que es ser “normal”. ¿Y qué pasa cuando alguien no cumple con esas expectativas? Pues sufre rechazo y segregación y por eso tiene que buscar formas de ser feliz, de expresarse y no tener que ocultarse ante el mundo: el drag es una de ellas. Es mostrarte tal y como eres mientras juegas con la categoría del género, es el arte de exagerar los aspectos tradicionalmente asociados con la masculinidad y la feminidad, un medio para desafiar las normas sociales y manifestar nuestros sentimientos. 

Lo más común es ver arte drag en espectáculos, pero también es una forma de expresión.  Ha tenido un gran impacto en la cultura queer y crea un espacio en el que  las personas marginadas se sienten aceptadas y seguras. En lo personal, lo veo como una rebelión y la más dulce venganza al sistema en el que vivimos. Al hacer drag, nos expresamos a través del vestuario, el maquillaje, las pelucas y el performance para crear y actuar a través de un personaje. Es un arte tan flexible y dinámico que cualquiera puede hacer su propia fantasía transformista, sin importar el género u orientación sexual. Para muchas personas de la comunidad LGBTQ+ que siguen explorando su identidad, es un espacio seguro para explorar  su identidad y expresarse creativamente. Todes podemos hacer drag. 

Contexto histórico: breve historia de la evolución del drag

El origen exacto de este arte es desconocido, pero se cree que evolucionó a partir del teatro antiguo. Los hombres hacían travestismo para interpretar personajes femeninos, ya que las mujeres no tenían permitido actuar. La primera evidencia conocida del drag procede de la ciudad griega de Esmirna, situada en la actual Turquía, debido a que el teatro de la ciudad solía ser un lugar de encuentro por la población LGBTQ+. Otras evidencias del drag en la Antigua Grecia son las estatuas de hombres maquillados y mujeres con ropa asociada al sexo masculino. 

Tiempo después, por ahí de los años 40, creció hasta convertirse en una subcultura exclusiva de los que se hacía exclusivamente en clubs nocturnos. A partir de los 80s, se empezó a presentar en la escena del ballroom. En sus inicios, los looks de las drag queens y drag kings eran bastante simples. El objetivo era verse lo “más creíble posible” según los estándares de la sociedad. Se vestían con la ropa del género que querían representar, ya fuera “de hombre” o “de mujer” y se maquillaban solamente para acentuar sus rasgos. Al pasar el tiempo, fueron experimentando para llegar a lo que es el drag de hoy: una explosiónde color y dramatismo. Ya no existe como tal un “look drag”, no hay reglas. 

En la actualidad, a pesar de que se ha vuelto un arte mainstream gracias a programas como Rupaul’s Drag Race, no todas las personas lo comprenden. Por esta razón, existen varios mitos al respecto. El más común es que es una burla hacia las mujeres; sin embargo, el drag no es una ofensa y no tiene que ser necesariamente femenino. Ser drag queen es una cuestión de empoderamiento, no una ofensa, y como mencionamos anteriormente, no solo existen drag queens, también hay drag kings, que exageran lo masculino y drag no binario, con elementos andróginos que no se apoyan en los asociados con el binarismo de género. Incluso se puede hacer drag resaltando las características del mismo género con el que te identificas. 

Una mirada al futuro del arte drag y su papel en la expresión queer

El drag es una forma única de resistencia. Nos enseña que la “normalidad” no existe y que podemos ser libres, sin tener que adaptarnos a los estereotipos. Este arte ha recorrido un largo camino y se ha convertido en parte vital de la vida moderna LGBTQ+. Desde el drag como activismo hasta su papel en las celebraciones de la comunidad, ha contribuido a aumentar la visibilidad de las personas marginadas y claramente se nota porqué ha perdurado a través del tiempo. Es hora de promover el drag como algo más que un espectáculo, sino como un arte queer en su máxima expresión.  

***

Montserrat Díaz es activista LGBTQ+ transfeminista y forma parte de la comunidad de Girl Up México, un movimiento liderado por juventudes que quieren capacitar, inspirar y conectar con otras activistas por la igualdad de género. Conoce más sobre Girl Up México y su campaña de recaudación de fondos.


Fecha de Publicación:
Miércoles 08/02 2023