LATANGENTE PRESENTA LOS PROYECTOS DE DOS ARTISTAS JÓVENES CON SU PROPIA APROXIMACIÓN A LA REPRESENTACIÓN
LATANGENTE es una incubadora de arte que busca darle visibilidad a los artistas y construir una red de apoyo para creadores. Es una iniciativa independiente, establecida en Ciudad de México y dirigida por lxs socixs Joséphine Dorr, David Asue y Héctor Centeno.
Las incubadoras de arte son esenciales en la actualidad para lograr posicionar, visibilizar y empoderar a lxs artistas independientes. Se eligen las obras más representativas de cada artista para poder exhibirlas y captar la atención del público. En LATANGENTE participan más de 40 artistas y colectivos mexicanos, cada artista lanza una campaña con la que se produce posteriormente la obra, esto funciona de dos formas. Cada semana se presenta un nuevo artista con una duración de 6 meses aproximadamente.
La primera es por medio de un crowdfunding, es una campaña para fondear colectivamente el proyecto. Es decir que los interesados en el proyecto hacen su aportación monetaria a cambio de una recompensa, al llegar a la meta de la cantidad a recaudar la obra puede comenzar a producirse. Algunxs de los artistas con campañas activas son Dulce Chacón, Ileana Moreno, Chavis Mármol, Antonia Alarcón, entre varixs más.
La segunda es por medio de una subasta; las subastas están divididas y organizadas por lotes. Cada lote corresponde a un artista donde podrás ver el precio de salida de cada pieza, el inicio de la subasta depende de las obras. Éstas comenzarán el día 26 de mayo del 2021 a las 10:00 y algunos de los artistas con obras disponibles son Anni Garza Lau, Elisa Pinto, José Herrera, entre otrxs.
Conoce un poco más sobre dos de los artistas que eforman parte de LATANGENTE
José Herrera nació en puebla en el año de 1995 y estudió arquitectura en la UNAM. Su práctica artística lo ha llevado a formar parte de exposiciones colectivas en Colombia, Bolivia, Ciudad de México, Guadalajara, Guanajuato, Puebla, Morelos e Hidalgo. Su experiencia entre Puebla, Morelos y la Ciudad de México ha sido de movilidad y mudanzas; le gusta tomar el transporte público y recorrer las ciudades, le gusta ir a los tianguis, caminar y observar los puestos ambulantes; pensar en estos lugares como laboratorios de apropiaciones plásticas.
Su obra se desarrolla a partir de exploraciones hacia el espacio público y el habitar; establece una relación entre el cuerpo, la arquitectura, ciudad y tecnología a través de la escultura y la instalación así como los medios digitales. Le interesa abordar la arquitectura y el espacio público, su relación con la ciudad y las dinámicas socio espaciales que en ella tienen lugar.
A menudo se esfuerza para que su proceso creativo sea lo más ordenado posible pero: “siempre regreso al desorden”, se encuentra en el ir y venir de técnicas, le gusta hacer fotografía de ese proceso. Se siente cómodx escribiendo y trabajando con las manos y también le gusta hacer cerámica.
Es necesario dar lugar a otras voces y a otros espacios fuera de la capital y al mismo tiempo pensar al arte fuera del cubo blanco y fuera de los museos, pensar desde la calle y el espacio público. Nuestra tarea como seres humanos, ahora que se ha escrito muchas veces lo mismo, es materializar estas aseveraciones.
Por otro, Mónica Figueroa se especializó en el dibujo, la pintura y la ilustración. Ella ve el arte como un filtro a la realidad, sus dibujos y pinturas buscan resolver preguntas no resueltas; algunas como la muerte, o sentimientos como la ansiedad. Vive desde hace 4 años en la ciudad de Oaxaca.
La primera exposición individual de dibujo que tuvo fue en Oaxaca, gracias a la invitación de Inari, quien se convirtió después en una gran amiga, y que en ese entonces era la directora del IAGO. En otro sentido, también fue por una de sus amigas, Alejandra, que empezó su proyecto Ascenso a la montaña. La invitó un día a llevarle flores al monte de San Felipe a manera de ofrenda: “esto es sólo una probadita de toda la vida espiritual que existe en Oaxaca”.
Busca formas de representar a las mujeres y sus acercamientos personales; en los inicios de la pandemia comenzó con la búsqueda de diferentes emociones y sentimientos, entre ellas el erotismo que encontró en las escenas cotidianas que vivía día a día y que sin embargo, pasaban desapercibidas. Su trabajo responde principalmente a cuestiones sobre la existencia, intenta resolver o plantear hipótesis sobre lo que significa la vida misma para ella, y reconstruye por medio del dibujo y la pintura su sistema de valores.
Actualmente, uno de sus intereses es explorar el carácter mágico-ritual del arte, piensa en las pinturas rupestres o en la palabra abracadabra que significa «yo creo como hablo», y en este sentido intenta generar narrativas de sucesos o dinámicas que le gustaría que ocurrieran en la vida diaria.
Dentro de la búsqueda existencialista, ha abordado temas como la cristiandad, la paradoja de la veracidad de la verdad, el concepto del absurdo de Albert Camus y la espiritualidad en la naturaleza. Ahora lo que más le atrae a Mónica son las relaciones humanas. Su siguiente proyecto tiene que ver con una mirada más simple y cotidiana de eventos significativos como el cariño, la amistad, los lazos familiares y la relación erótica con el cuerpo.
Para inspirarse lleva un diario y un sketchbook. En el diario escribe, además de asuntos personales, ideas de proyectos futuros o comentarios sobre algunas lecturas o cursos que toma. Y en el sketchbook hace dibujos automáticos, sin un planteamiento específico.
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TEXTO: Vanessa Cuevas
Fecha de Publicación:
Lunes 17/05 2021
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