EL ARTE MEXICANO HACE UN SILENCIO PARA RECORDAR LA CARRERA DE UNO DE LOS ARTISTAS MÁS RADICALES QUE HAN NACIDO EN NUETRO PAÍS.

Martes 04/07 2017

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FOTOS: Cortesía
TEXTO: María Nájera
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Febrero 26, 1934    |     Julio 03, 2017

 En toda obra de arte hay un proceso de magia.

La comunidad artística mexicana se encuentra de luto por la pérdida de uno de los creativos más destacados de del siglo XX, José Luis Cuevas.

Este personaje destacó como pintor, dibujante, escritor, grabador, escultor e ilustrador, José Luis Cuevas es la figura más extrovertida de la llamada Generación de la Ruptura.

Fue conocido como l’enfant terrible del arte mexicano por su fuerte manifiesto conocido la Cortina de Nopal (1957), un ideario estético, basado en la libertad de expresión para los artistas jóvenes que querían alejarse del excesivo mensaje político y social del muralismo y de la Escuela Mexicana de Pintura.

He sido siempre un enfermo profesional, y en el amor he encontrado la mejor de las medicinas.

José Luis Cuevas amaba a la Ciudad de México. Cuentan las leyendas urbanas que gracias a él la Zona Rosa, ubicada en la colonia Juárez, conocido por ser punto de reunión de intelectuales y artistas de la época de Cuevas, adquirió este nombre. Existe una versión romántica de que el artista la nombró así por pasar en la zona días blancos y noches rojas.

El artista es constantemente reinventado por la crítica.

Su postura anticonformista lo llevó a realizar el Mural Efímero en la concurrida esquina de Génova y Londres en la Zona Rosa. El jueves 8 de junio de 1967, Cuevas reveló un mural como forma de protesta contra artistas como: David Alfaro Siqueiros que aspiraba a que sus creaciones fueran eternas. El artista explicó su mural de la siguiente manera en la revista Letras Libres:

Como Siqueiros ha dicho que su obra resistirá el paso del tiempo, se me ocurre que mi mural debe llamarse “Efímero”. Sólo existirá durante un mes y después será destruído. ¿No es acaso un acto de modestia frente a la soberbia de Siqueiros?

José Luis Cuevas dedicó el Mural Efímero a la actriz y vedette cubana Rosa Carmina, un personaje muy importante para él, incluso hay quienes afirman que es por ella que Cuevas llamó así la Zona Rosa.

El artista crea sus propios mitos, y el más importante de éstos es el mito de sí mismo.

QEPD

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